CUADRADO, PRÁCTICO Y MALO
Los políticos argentinos son como el famoso chocolate alemán.
"Quadratish. Praktisch. Slecht".
("Cuadrado. Práctico. Malo").
Los políticos argentinos son como el famoso chocolate alemán.
Bolsa de la compra de Ritter Sport. Origen/derechos: Landesmuseum Württemberg, Stuttgart [ CC BY-SA ]. https://bawue.museum-digital.de/object/56427
Autor: Marcelo Javier de los Reyes (*)
@ArgentinaSaeeg
La fórmula publicitaria de los famosos chocolates alemanes Ritter
Sport es „Quadratisch. Praktisch. Gut“, «Cuadrado. Práctico. Bueno»,
el cual llegó a ser incorporado como un dicho por los propios alemanes. La
empresa tuvo su origen en 1912 pero el chocolate no siempre fue cuadrado y
respetaba el peso habitual de 100 gramos que tenían los chocolates. Recién en
1932 adoptó ese formato cuando Clara Ritter se dio cuenta que a los fanáticos
del club de fútbol de Waldenbuch —donde se reinstaló la empresa en 1930— les
gustaba meterse uno de los chocolates de Ritter en los bolsillos de sus
chaquetas deportivas camino al campo de deportes, donde se rompía fácilmente.
Entonces Clara Ritter pensó: «Hagamos un chocolate que quepa en cualquier
bolsillo de una chaqueta deportiva sin romperse y que tenga el mismo peso que
una barra larga normal»[1]. Este
sencillo razonamiento marcó el éxito de la empresa.
Video „Quadratisch.
Praktisch. Gut“.
https://www.youtube.com/watch?v=qABX2xnnxK0
Se preguntará el lector: «¿Qué tiene que ver eso con los políticos argentinos?». Bien, creo que los políticos argentinos tienen dos de esas cualidades de ese slogan pero no en su versión positiva. Lo digo claramente: los políticos argentinos son «cuadrados y prácticos».
Obviamente tomo a los dos términos con una
connotación peyorativa. Entiendo que el diccionario de la Real Academia
Española no da la acepción de «cuadrado» que a veces le damos comúnmente los
argentinos al referirnos a alguien poco inteligente o de pocas luces. En líneas
generales, tienen un denominador común que es la ignorancia; la ignorancia
acerca de cuestiones culturales, de política internacional, ni hablar de geopolítica
o de estrategia nacional e incluso a veces hasta de cosas triviales. En el peor
de los casos apenas si conocen su barrio y lo más grave es que algunos
intendentes del conurbano bonaerense ni siquiera viven dentro del distrito que
gobiernan, lo cual habla de su escaso o ningún interés por las cuestiones
básicas que aquejan a los ciudadanos de sus respectivos municipios: seguridad,
salud, educación, etc.
El
desconocimiento de la política internacional, del escenario global y del
escenario regional, les impide diseñar una política estratégica para la
Argentina. Sólo se limitan a mirarse el ombligo. Y esto nos lleva al segundo
término: «práctico».
Son
«prácticos» pero de un pragmatismo burdo mediante el cual, despojándose de todo
principio o valor, intentan conservar su poder aun en el más miserable de los
espacios que puedan abarcar. No tienen valores ni principios, porque si los
tienen, los tienen con la misma flexibilidad de una sentencia que se le
atribuye incorrectamente a Groucho Marx: «Estos son mis principios, pero si no
le gustan tengo otros». En realidad, esta expresión fue publicada por un periódico
de Nueva Zelanda el 18 de octubre de 1873. Textualmente decía «Estos son mis
principios, pero si no les gustan, yo los cambio» y con ello se describía al
político que al instante acomodaba su discurso a la oportunidad del momento o
para no desentonar con la mayoría ocasional[2].
Si esa
expresión la hubiera dicho Groucho Marx podríamos considerarlos a casi todos de
«marxistas» pero la realidad es que no tienen ideología. Cruzan de vereda y
cambian sus camisetas partidarias con una sorprendente frecuencia.
En una
entrevista con el periodista Luis Novaresio, Julio Bárbaro ha expresado que «en
el país fue más la corrupción que la ideología». Claramente fue así y este no
es sólo un sayo que se puede poner el kirchnerismo sino también a los que se
exhiben como diferentes que, cuando tuvieron la oportunidad de diferenciarse no
lo hicieron. No creo que sea necesario aclarar que con esto no defiendo a los
kirhneristas que —como decía un embajador amigo— son como los bárbaros que
bajan desde la montaña para arrasar al pueblo. Los de enfrente no son mejores,
sólo que hay que informarse, leer, conocer sus perfiles, ser un buen observador
o haber trabajado en el Estado para conocer sus pecados.
La
política y el sindicalismo ha enriquecido a unos cuantos y ni hablar si además
esos personajes se han involucrado en las direcciones de los clubes de fútbol;
quizás una cosa haya llevado a la otra. Como decía Mafalda: «Nadie puede amasar
una fortuna sin hacer harina a los demás». En nuestro país se ha hecho «harina»
a un 50% de los argentinos que hoy viven en la pobreza o al día, en un país
empobrecido por los mismos que en esta campaña —como en anteriores— vienen con
las soluciones a nuestros problemas. ¡Paso! Quienes nos trajeron a esta
situación no nos pueden ofrecer las soluciones: son los protagonistas de
nuestros fracasos republicano, económico y por sobre todo ético.
Si uno
observa al oficialismo y a la oposición, todos abrevan en la maquiavélica
Agenda 2030, revestida de buenas intenciones pero que quiere que no tengamos
nada y seamos felices, que quiere que comamos insectos en lugar de proteínas de
origen animal, la que promueve el control de población, etc. Para eso se impone
el aborto, la eutanasia, la homosexualización inducida en los niños y
adolescentes, las operaciones de cambio de sexo, nada menos que a menores que
por ley no pueden votar o no pueden conducir un auto. En el ámbito de la sexualidad
pueden lograr su emancipación. Los kirchneristas la ejecutan desde el gobierno,
pero no hay que olvidar que Macri adhirió abiertamente a la Agenda 2030, quien
también impuso infelizmente el tema del aborto durante su gobierno; Patricia
Bullrich también adhiere y está claro en su discurso, coherente con esa
perversa agenda. Ni hablar de Horacio Rodríguez Larreta, personaje blindado
ante los medios gracias a la pauta publicitaria que pagan los porteños.
Cualquiera
de los posibles ganadores de la próxima elección, me refiero a los de la
oposición, responden a los intereses atlantistas, globalistas. Milei y Bullrich
lo expresan abiertamente; nuestros socios deben ser Estados Unidos, Europa, el
Reino Unido, Israel. En una entrevista dijo Bullrich:
Nosotros a los BRICS no vamos. Creemos que el mundo tiene dos dimensiones. Una, que tiene que ver con la democracia, con los valores, en la que la democracia es parte de la vida de las sociedades, como Estados Unidos, Europa, Israel, una parte importante de América Latina y otro mundo que tiene una mirada más autocrática. Nosotros vamos a ser claros en los principios y abiertos en el comercio. Es decir, podemos comerciar con todos los países del mundo, pero nuestra idea está siempre en lo que se llama tradicionalmente el mundo occidental.[3]
Es una
visión perimida de aquel mundo occidental, con sus valores cristianos
sostenidos por Europa en otra época hasta que Estados Unidos le arrebató el
concepto de «Occidente» a los europeos. Occidente ya no es un patrimonio exclusivo
de Europa como bien plantea Giancarlo Elia Valori[4] y mucho menos ha
resguardado los valores de la civilización cristiana ya que la angloesfera en
realidad no ha compartido los valores cristianos que tenían los tradicionales
países europeos; ese Occidente «ampliado», está perdiendo el protagonismo a
escala global pero se encuentra manipulando hilos peligrosos para toda la
humanidad en todos los escenarios mencionados como lo he afirmado anteriormente
en otro artículo en el
que analizo los escenarios global y regionales[5].
Quizás
Bullrich desconozca que entre ese mundo que calificó de «autocrático» y que
conforman los BRICS se encuentran Brasil, la India y Sudáfrica, países que
tienen una democracia como la que supuestamente tiene la Argentina. Por su
población la India es una democracia mucho más potente que la de Estados
Unidos, país que no se encuentra al margen de las dudas al momento de contar
los sufragios como nos recuerda el polémico recuento que dio a Bush la victoria
en el año 2000 o incluso las dudas que dejó en algunos sectores del electorado
la elección de 2020.
Milei,
por su parte, ha manifestado, además del mercado de órganos y otras propuestas
insólitas, que si llega a la presidencia su primer viaje será a Israel y que su
primera medida de gobierno será trasladar la embajada argentina a Jerusalén,
metiendo de lleno a una Argentina absolutamente vulnerable, con atentados
terroristas no esclarecidos, en uno de los peores conflictos internacionales.
Por otro lado, ¿en qué medida «tan relevantes» acciones de gobierno
contribuirían a solucionar los problemas de los argentinos?
Palmariamente,
todas esas expresiones obedecen no sólo a un desconocimiento de los cambios que
se están produciendo en el gran tablero mundial sino de la propia historia
argentina, pasada y reciente.
Si la
Argentina es el único país de América que tiene una parte de una de sus
provincias y de su mar territorial ocupados por una potencia colonialista y
atlantista, miembro importante de la OTAN, mal puede un argentino —patriota—
estar a favor de esa alianza imperialista.
Ya en diciembre
de 1831 Estados Unidos dejó el camino expedito para que el Reino Unido usurpara
las islas Malvinas en 1833 y ciento cincuenta y un años después contribuyó con
el usurpador en la guerra del Atlántico Sur, a la que puede considerarse la
primera guerra por la Antártida. Esto hoy se aprecia claramente.
Cuando en 1820 las Provincias
Unidas del Río de la Plata enviaron al capitán estadounidense David Jewitt al mando de la
fragata Heroína a tomar posesión de las islas Malvinas como herederas de
los territorios del Imperio español, lo hizo además considerando regular la depredación
que los barcos de las potencias, particularmente de Estados Unidos y del Reino
Unido, estaban llevando a cabo en el Atlántico Sudoccidental[6]. Así puede leerse en la
transcripción de la circular de Jewitt realizada por el capitán James Wedell
del buque Jane . Los intereses de Estados Unidos no aceptaron esa
autoridad en el Atlántico Sur y envió a la fragata USS Lexington a
atacar Puerto Soledad y destruir las instalaciones de las Provincias Unidas en
las islas. De ese modo se abrió la puerta a los usurpadores británicos.
El resto
de la historia es conocida pero bien vale recordar que el día 10 de junio se
conmemora un nuevo aniversario de la promulgación del Decreto que creaba la Comandancia
Política y Militar de las Islas Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos,
firmado en 1829 por el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Martín
Rodríguez.
Decreto
manuscrito de creación de la Comandancia Política y Militar de las Islas
Malvinas y las adyacentes al Cabo de Hornos, firmado en 1829 por el Gobernador
de la Provincia de Buenos Aires, Martín Rodríguez.
En la
actualidad el gobierno
estadounidense manifiesta su preocupación por la pesca ilegal y envía su
guardacostas al Atlántico Sur[7], para proteger lo que
sus aliados, el gobierno de Londres y el gobierno ilegal de las islas permiten
otorgando licencias de pesca o impidiendo el control soberano de nuestro mar
territorial por parte de nuestra casi inexistente Armada Argentina.
¿Cómo
puede un político argentino estar a favor de los «atlantistas»? ¿Cómo puede
estar a favor de la OTAN que ha sido nuestro enemigo en 1982? ¿Desconocen nuestros
políticos «atlantistas», «globalistas», que soldados kosovares vinieron a
entrenar a nuestras islas usurpadas?
La
presencia de los militares kosovares como de otros pertenecientes a la OTAN son
una violación a la Resolución 31/49 de la Asamblea General de las Naciones
Unidas que insta a la Argentina y al Reino Unido a que se abstengan de adoptar
decisiones unilaterales que entrañen la introducción de modificaciones en la
situación mientras las islas están atravesando el proceso de negociación recomendado
por la misma Asamblea y de la Resolución 41/11 de la Asamblea General que dio
origen a la Zona de Paz y Cooperación en el Atlántico Sur.
Nuestros
políticos están llevando a la Argentina a un punto sin retorno. En la 47ª Feria
Internacional del Libro de Buenos Aires, a la que fui invitado como expositor
por la Editorial Almaluz, que ha publicado mi libro Inteligencia y
Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para
la toma de decisiones, hice público por primera algo que expresé en el año
2000 en el marco de una reunión académica realizada en la Escuela Nacional de
Inteligencia, de la que era docente: «Argentina primero va a pasar por Colombia
y luego va a terminar como Yugoslavia». Cuando se me solicitó una mayor precisión
me referí al crecimiento del narcotráfico en la Argentina y a una potencial
disolución territorial de la Nación. Obviamente, quienes no compartían mi
visión alegaban que nuestro país no tenía divisiones étnicas como la ex
Yugoslavia, a lo que respondí que ya las iban a crear. Miremos hoy como el
indigenismo es financiado desde el exterior, como han potenciado un conflicto con
los autodenominados «mapuches», tema sobre el que no me explayaré aquí porque
ya he escrito bastante en otros artículos.
El país
se encuentra en una situación aún más grave que el del narcotráfico: el de la
«narcopolítica». Éste es hoy el término más apropiado que debe emplearse para
nuestro país, es decir, la connivencia del narcotráfico con sectores de la
política, de la justicia y de las fuerzas de seguridad. Ninguno de los
políticos que amenaza con enfrentar esta realidad lo ha hecho ni lo hará, tanto
de uno como de otro espacio político.
Respecto
a mi referencia a la ex Yugoslavia, ¿no recuerdan, al menos los radicales, que
el entonces presidente Alfonsín se refirió al peligro de la «libanización» de
la Argentina en 1984? Dijo textualmente:
«…estamos
afrontando una circunstancia difícil, tal vez la crisis más dura de la historia
argentina. Hay que asumir el compromiso de reconstruir la nación con sentido
moral, con fuerza y con las mismas convicciones con que hace 100 años lo
hicieron los pioneros que vinieron a construir nuestra patria. […] Yo pienso
que o levantamos las banderas nacionales u otros levantarán en nuestra nación
banderas que no son las nuestras, como ha pasado en Líbano”.[8]
Lo que
Alfonsín denominó «libanización» los historiadores solemos conocerlo como
«balcanización». No entraré en cuestiones semánticas porque el ejemplo de El
Líbano no es el más adecuado para la Argentina y los casos de estudio podrán
demostrar similitudes pero cada proceso es particular. Del mismo modo deseo aclarar
que la alusión a Alfonsín no significa una apología de su gobierno y agrego que
tampoco lo considero el «padre de la democracia».
Aun
peor, fue un radical, don Alfredo Cornejo, quien advirtió: «Mendoza puede ser
un país independiente»[9]. Las expresiones de este
defensor de la ley de eutanasia, que se abstuvo cuando se trató la ley del
aborto en la Cámara de Diputados, lejos de haber dado lugar a un procesamiento
judicial por el delito de secesión, dieron origen a la expresión «Mendoexit» y
a paneles de la que participaron expositores extranjeros, más precisamente
cónsules para debatir sobre la potencial secesión. Estas expresiones fueron de
una gravedad inusitada pero don Cornejo sigue jugando en primera en la liga
política nacional. No fue el único que hizo esa amenaza, pues bien vale
recordar que en 2016 Alberto Rodríguez Saa hizo lo propio desde San Luis[10]. Cabe recordar que en
2001 el otro señor feudal de San Luis, Adolfo Rodríguez Saa, denunció el
convenio para que la Gendarmería Nacional actuara en la provincia y los efectivos
y puestos de la fuerza tuvieron que retirarse y desmantelar sus unidades del territorio
puntano[11].
Cuánta
razón tuvo el humorista Luis Landriscina cuando propuso evaluar a los diputados
y senadores en la mesa de Mirtha Legrand en 2017:
Un
tipo que quiere ser diputado o senador tiene que saber por lo menos
antecedentes de cómo se hizo la patria. Entonces le dije el otro día a mi amigo
Felipe Solá (67): «Se me ocurrió algo, poner un curso para que el que quiera
ser diputado o senador. Un curso de seis meses de historia, de rigor histórico,
con cuatro o seis profesores de la universidad que tomen examen».
Necesitamos
tipos que estén involucrados con el sentimiento de la patria, no con el
sentimiento del partido. Hay gente que va (al Congreso) a pelear cosas para que
se prestigie el partido. A mí me importa el país. Y si va para que estemos
mejor tiene que olvidarse a qué partido pertenece. Los que somos de a pie, como
se dice comúnmente, nos molesta mucho cuando hablan de política. Sentimos como
que estamos en el país para pagar impuestos. [12]
De la
mesa participó el incombustible Sergio Massa, quien respondió: «La orquesta
suena mal», a lo que Landriscina le retrucó: «Eso pasa en el Congreso, a mi
manera de ver. ¿Saben por qué? Porque algunos no saben música»[13].
De tal
manera que al desconocimiento de los políticos al que me referí al comienzo de
este artículo podemos agregar la música, como dijo metafóricamente Landriscina.
La
situación de la Argentina es de una gravedad extrema y disponemos de poco
tiempo para revertir la situación. En este contexto la dirigencia de Juntos por
el Cambio agudiza su interna encarnizada y cada candidato sólo mira cómo
incrementar su poder para enfrentar y vencer al otro mientras la Patria se
diluye ante nuestros ojos.
Con esta
clase dirigente no necesitamos enemigos externos. Ellos por sí solos son un
ejército de ocupación que destruye las instituciones, como han destruido a las
Fuerzas Armadas, a las Fuerzas de Seguridad, a la Justicia, así como a la
educación y a la salud, de la que en otra época los argentinos estábamos
orgullosos.
No me
cabe duda que desde afuera los dejan «trabajar», o les acercan alguna fundación
o alguna ONG con alguna idea genial, como hicieron con la propuesta de creación
del Área Marina Protegida Bentónica «Agujero Azul» que presentó la diputada
Graciela Camaño.
En 2023
volveremos a optar por el mal menor entre Drácula, Frankenstein o el Hombre
Lobo.
Mezquindad
e ignorancia son los atributos de nuestra dirigencia política.
Ninguno
parece tener la creatividad —al menos en un sentido positivo— de Clara Ritter.
Por eso, a diferencia del chocolate alemán, el slogan para un político
argentino sería „Quadratisch. Praktisch. Schlecht“ («Cuadrado. Práctico. Malo»).
Es
urgente para la Argentina desterrar del escenario político a los que han hecho
de la política un negocio para vivir y reemplazarlos por una nueva dirigencia,
figuras nuevas, personas maduras y jóvenes, pero por sobre todo idóneos,
creativos y con amor a la Patria.
* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones
Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director ejecutivo de la Sociedad
Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Profesor de Inteligencia
de la Maestría en Inteligencia Estratégica Nacional de la Universidad Nacional
de La Plata.
Autor del libro “Inteligencia y Relaciones
Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de
decisiones”, Buenos Aires: Editorial Almaluz, 2019.
Embajador Académico de la Fundación Internacionalista de
Bolivia (FIB).
Investigador Senior del IGADI, Instituto Galego de Análise
e Documentación Internacional, Pontevedra, España.
Referencias
[1] „Warum ist die Ritter Sport quadratisch?‟ Michael
Heitkötter. Ideen, Strategien, Umsetzung, https://www.michaelheitkoetter.de/warum-ist-ritter-sport-quadratisch/ [consulta: 07/06/2023].
[2] «Estos son mis principios». El Periódico de Aragón,
10/03/2018, https://www.elperiodicodearagon.com/opinion/2018/03/10/son-principios-46809323.html, [consulta: 10/10/2019].
[3] «AMCHAM Summit. Bullrich dijo cuál
será su política exterior, qué requisitos debe tener su vice y cuántos
ministerios eliminará». El Economista, 09/05/2023,
https://eleconomista.com.ar/politica/bullrich-dijo-sera-su-politica-exterior-requisitos-debe-tener-su-vice-cuantos-ministerios-eliminara-n62259, [consulta: 10/05/2023].
[4] Giancarlo Elia Valori. «El concepto de
occidentalización». Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales,
SAEEG, 17/03/2023, https://saeeg.org/index.php/2023/03/17/el-concepto-de-occidentalizacion/ .
[5] Marcelo Javier de los Reyes. «2023:
Escenarios regionales, escenario global. Repersuciones de los mismos en
Argentina.». Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales, SAEEG,
30/03/2023, https://saeeg.org/index.php/2023/03/30/2023-escenarios-regionales-escenario-global-repersuciones-de-los-mismos-en-argentina/.
[6] Marcelo Javier de los Reyes. «A
doscientos años de la toma de posesión de las-Malvinas por las
Provincias-Unidas. Ayer-y hoy». Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos
y Globales, SAEEG, 04/04/2020, https://saeeg.org/index.php/2020/04/04/doscientos-anos-de-la-toma-de-posesion-de-las-malvinas-por-las-provincias-unidas-ayer-hoy/.
[7] Marcelo Javier de los Reyes.
«Atlántico Sur: un nuevo aniversario de la usurpación británica y el envío de un guardacostas
estadounidense». Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales,
SAEEG, 03/01/2021, https://saeeg.org/index.php/2021/01/03/atlantico-sur-un-nuevo-aniversario-de-la-usurpacion-britanica-y-el-envio-de-un-guardacostas-estadounidense/ .
[8] Martín Prieto. «Alfonsín teme una
posible libanización de Argentina». El País (España), 25/04/1984, https://elpais.com/diario/1984/04/26/internacional/451778406_850215.html, [consulta: 12/04/2000].
[9] «Alfredo Cornejo advirtió: “Mendoza
puede ser un país independiente”». Infobae, 30/06/2020, https://www.infobae.com/politica/2020/06/30/alfredo-cornejo-advirtio-mendoza-puede-ser-un-pais-independiente/, [02/07/2020].
[10] «¿San Luis se independiza? La curiosa
propuesta de Alberto Rodríguez Saá». La Nación, 05/11/2016, https://www.lanacion.com.ar/politica/san-luis-se-independiza-la-curiosa-propuesta-de-alberto-rodriguez-saa-nid1953721/, [02/07/2020].
[11] «Por enojo del gobierno, Gendarmería
nacional ya no actuará en provincia». Ámbito, 09/04/2001, https://www.ambito.com/portada-principal/por-enojo-del-gobierno-gendarmeria-nacional-ya-no-actuara-provincia-n3115696, [06/06/2016].