@REAXIONARIO EN UN PAPER DEL CONICET

La vez que una investigadora del CONICET y la UBA me dedicó un paper




Autor: reaxionario (@reaxionario)

[Título original "La vez que una investigadora del CONICET y la UBA me dedicó un paper"]



El lunes a la noche busqué “reaxionario” en Google. No suelo encontrar cosas demasiado interesantes cuando lo hago, pero como escritor amateur uno siempre quiere saber hasta dónde llega su obra.


Esta vez, sin embargo, me llevé una sorpresa. Me encontré con un link a Google Books, donde mi “nombre” aparecía varias veces en un libro llamado The Routledge Handbook of Cultural Discourse Studies (2024), de la editorial Taylor & Francis, que ofrece una serie de manuales sobre diversos temas, desde enfermedades infecciosas hasta pensamiento dialéctico o desórdenes mentales perinatales. Algunos se ven muy interesantes, la verdad.


¿Qué hacía yo ahí? Voy al principio del capítulo — el 21 — y me encuentro con el título Anonymity and Radicalisation in Argentinian Social Media, un paper escrito por una tal María Valentina Noblía, Doctora en Letras, Jefe de Trabajos Prácticos de la Cátedra de Lingüística de la UBA e investigadora, que estudia “los cambios en el uso del lenguaje en contextos mediados por computadoras, Internet, redes sociales tradicionales y móviles.”


En el buscador del CONICET aparecen tres publicaciones suyas, una de las cuales se titula O discurso sobre a criminalidade no Youtube: juventude e estigma, compartiendo autoría con María Laura Pardo, que a su vez también figura en el manual de Routledge con su paper Hate speech we live by. Pardo también es investigadora del CONICET, autora de joyas como Cumbia villera en Argentina: un análisis crítico del discurso de la posmodernidad. Con la tuya, contribuyente.


A simple vista — dentro de lo que Google Books deja ver — noté que aparecía yo pero también otros usuarios de X. Cuando amablemente me enviaron el PDF del libro completo me di cuenta de que el paper menciona al pasar a otros usuarios que no voy a nombrar por las dudas, pero el trabajo está dedicado casi exclusivamente a mí:

…we portray a case in particular—“Reaxionario”—as the focus of this presentation, to which we add annotations taken from other references that permit us to indicate some similarities and differences…

Sin meterme demasiado en el contenido — es un bodrio en su mayor parte excepto cuando me hace quedar como un capo — la autora explica el proceso mediante el cual se construye in influencer de extrema derecha en las redes usándome a mí como ejemplo. Si bien no dice nada que yo no haya revelado previamente, se tomó el trabajo de investigarme bastante:

From his interventions, we were able to recover some data from his biography. He is a 30-year-old English teacher who is married and is currently studying computer engineering. He is an admirer of the extreme right-wing North American blogger Curtis Yarvin, who writes under the pen name Mencius Moldburg; the Russian nationalist philosopher Alexander Dugin and the English philosopher Nick Land. The latter first coined the term Dark Enlightenment, related to the neoreactionary movement (NRx). His pen name Reaxionario definitely expresses his ideological alignment, which he profusely develops through constant textual production on social networks and blogs, media that he knows in depth and that he exploits to shape his role as a ‘leader of opinion’ or ‘influencer’ (Gómez Nieto, 2018). The different accounts that he maintains on different networks and media such as X, Facebook, Instagram, YouTube, Gab, Wordpress, Blogspot and Amazon, among others, depict all this.

Recién veo lo de Mencius Moldburg — cuack. Todo esto es cómico porque me imagino a esta mamá preparando el desayuno de sus hijos para después ponerse a leer y escribir sobre un tal Reaxionario que — como me dijo alguien ayer — lee PDFs viejos y vive en un pueblucho en el medio de la nada.

A continuación, explica cómo supuestamente construí mi identidad:

The way in which Reaxionario builds his identity and positions himself as a benchmark for neoreaction in Argentina is programmatic. He points both to his personal identity and to the contents of his political thought, although he himself rejects the idea of representative politics as an option. His discourse is articulated in this double anchorage in the discursive strategies described as (a) building an image of a right-wing proponent and (b) shaping an alternative right-wing leadership in Argentina.

En fin, ya me estoy poniendo colorado, y eso que no mencioné la parte donde me llama “evangelising leader”. Directo al CV.


El punto de todo esto, en realidad, es que la agente Noblía investigó mi actividad entre 2018 y 2021 seguramente durante la cuarentena de Alberto Fernández, cuando vos quizás estabas vendiendo sánguches de milanesa porque te habían echado del trabajo, no podías despedir a tus familiares muertos, y tus hijos tenían que “ir a la escuela” por Zoom.


¿Por qué hay personas viviendo de nuestros impuestos “espiando” a gente como yo? ¿Cuántos otros hay haciendo lo mismo en este momento? Quizás todos tenemos un apparatchik asignado, registrando cada una de nuestras interacciones. Quizás hay alguien tomando nota de todos tus tweets, al menos hasta que lo alcance la motosierra del Presidente.


Por otra parte, el punto central del paper de la agente Noblía es el rol central del anonimato en todo esto, lo cual me lleva a hacerme un par de preguntas más. Sabiendo que el propósito de la academia es brindar un marco de justificación a la eventual implementación de políticas públicas — para eso les pagan — ¿acaso Milei frustró el desarrollo de una especie de plan para perseguir usuarios de redes sociales?


Está claro que Noblía no es la única que está haciendo este tipo de investigaciones, y tenemos los antecedentes recientes de Malena Galmarini yendo contra tuiteros por “conspirar” contra su marido, además del caso de Gerardo Morales, que metió presas a dos personas porque dijeron que su esposa le metía los cuernos.


¿Qué pasaba con todo esto si ganaba Massa? ¿Qué va a pasar si vuelven? Sabemos, además, que hay un contexto global de histeria de las élites del primer mundo ante “el avance de la derecha” especialmente en las redes sociales, como reacción ante la inmigración masiva proveniente de Medio Oriente y África, así como la reducción general del nivel de vida y tantas otras consecuencias de las genialidades de Trudeau y la Unión Europea.


Es de público conocimiento que en Europa Occidental, Australia y Canadá, entre otros, muchas personas han recibido visitas de la policía por violar leyes absurdas contra el “discurso de odio.”


Hace poco en Alemania, por ejemplo, donde es política de estado combatir “el extremismo”, tres agentes fueron a una escuela a “hablar” con una estudiante, porque había posteado un video a favor de Alternative für Deutschland y su director la denunció. O el Reino Unido, donde arrestaron a un youtuber porque le había enseñado a su perro a hacer el “saludo Nazi”. Podría estar todo el día citando casos como estos.


Somos conscientes de hacia dónde va el mundo, y no hay motivo para pensar que Argentina está exenta de este avance brutal y sistemático de las restricciones a la libertad de expresión, teniendo en cuenta que nuestros gobiernos entregadores siempre se han esforzado por ser los mejores alumnos de la Comunidad Internacional, jactándose de que somos pioneros en las peores aberraciones.


Por lo pronto, ¿qué estará investigando la agente Noblía en este momento, con el dinero de los hospitales y de los jubilados? ¿Estará pensando en mí? ¿Estará pensando en vos? Le recomiendo descargar mi colección de escritos, con muchas de mis peores opiniones compiladas en un único archivo, gratis para su comodidad y conveniencia.

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