ANIMALES
Autor: Juan Martín Perkins
Sentado en una sala de espera, veo una foto de Dante Cosenza con texto de Noelia Rivero titulada “Animales”, en la contratapa de La Nación que me llama la atención.
Los “burros” fueron mi debilidad hasta que me casé y desde ese día nunca más pisé un hipódromo.
Creo que el turf es una actividad apasionante donde se conjugan las vidas de caballo y hombre hasta un punto incomprensible para quien no está en el tema.
La foto me invitó a leer y al cabo del primer renglón sobrevino la desilusión. Más de lo mismo de la nueva agenda global a la que La Nación, y casi todos los medios, adhieren tan fervorosamente.
...al cabo del primer renglón sobrevino la desilusión...
La foto muestra a un caballo de carrera y su jinete en plena rodada y el texto dice que cada nación ha forjado una identidad volviendo inmutable un signo, una imagen o una práctica.
Dice Noelia Rivero en La Nación que lo inmutable se vuelve intocable y cualquier opinión en torno a las tradiciones de un pueblo, inmediatamente, lo separan en tribunas de blanco o negro.
Dice Noelia Rivero que estar del lado de la fijeza es sólo una muestra de testarudez, de ir contra algo tan obvio como la permanente transformación de las sociedades y sus acuerdos sobre lo bueno y lo malo.
Este párrafo me costó un rato de reflexión. Recordé a un amigo que desborda orgullo liberal y no escatima adjetivos cuando me trata de retrógrado conservador.
Debajo de la foto de la rodada dice que “conservar” espectáculos que incluyan el “sacrificio” animal por el solo hecho de aferrarse a una costumbre histórica nos sigue emparentando a la arena romana.
Dice la periodista que nuestra sed de sangre derramada por creernos el animal superior, el mas bruto y fuerte, el que somete y conquista…nos hace bestiales.
Citando a Ghandi, remata el texto con: “Un país, se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales”.
Una hora esperé en la sala, cuando salí para Pehuajó, me detuvo un piquete en la 9 de Julio y después un embotellamiento por corte en la panamericana. Es verdad, somos animales y nos tratamos mal. Muy mal.
Nos matan con impuestos que se vuelven impagables
Nos matan con impuestos que se vuelven impagables, la obra social no te paga los medicamentos, nos mienten, nos estafan en nombre de la Memoria, verdad y justicia; nos devalúan hasta dejarnos sin moneda…Así de mal nos tratamos, pero el problema son las carreras de caballos, los partidos de polo, las jineteadas, los galgos, las corridas de toros, las riñas de gallos, la faena de vacunos…
El aborto en humanos no es problema. ¿El aborto no porque se trata de un animal de categoría inferior?
Esa sed de sangre, ¿de dónde proviene? ¿de la arena romana por el pulgar para abajo de un ser superior?
Es verdad, las sociedades cambian, pero lo inmutable no es lo que nos hace testarudos sino lo que nos hace humanos. Por ejemplo, lo inmutable es que la vida empieza desde el momento de la concepción y eso no es una fijeza que nos hace testarudos. Es algo tan obvio como la transformación de las sociedades a pesar de lo inmutable y nuestros acuerdos sobre lo bueno y lo malo. Es algo tan obvio…más que de testarudos es de humanos, científicos, lógicos, observadores, reflexivos, comprometidos, solidarios, amorosos…y podría llenar carillas.
La agenda global que nos bajan me revuelve el estómago
La agenda global que nos bajan me revuelve el estómago. Nos han puesto a discutir en nombre del cambio y la transformación social. Temo que pronto impulsen una ley que nos obligue a caminar en 4 patas e intenten ponernos collar en nombre de los derechos de los “vecinos”.
La Nación no dice nada sobre la gran marcha de hoy (*) por las dos vidas, pero no se priva de una foto de la virgen abortera con la cara tapada por un pañuelo verde. Tampoco hace mención de que el lunes 25 es el día internacional del niño por nacer, pero seguro que el 24 se encargarán de denostar el golpe militar que, en su momento, apoyaron fervorosamente.
Todos los medios está mudos. Acá está mi pequeño granito de arena.
Juan Martín Perkins.
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