COMBUSTIBLES, VACA MUERTA Y EXPORTACIONES AGROPECUARIAS Y AGROINDUSTRIALES

Foto: DinamicArg. 

¿Por qué se quiere invertir en infraestructura para Vaca Muerta y no se hace en la vaca lechera viva que nos da de comer a todos?

Autora: Iris Speroni (@SperoniIris)



El 26 de julio de este año 2023, el diario Clarín publicó una nota sobre las expectativas de exportación de GNL (Gas Natural Licuado) desde Vaca Muerta. Título: “GNL, la alternativa para el gas de Vaca Muerta que pone a la Argentina en el centro del mundo”. Págs. 2 y 3 del suplemento “DINAMICARG”, ejemplar Nº 5 [1].  


A continuación enumera todas las bonanzas que dicha actividad económica acarrearía, para luego entrar al objetivo de la nota: justificar todas las razones por las cuales habría que aprobar un régimen especial cambiario y tributario a favor de la exportación de GNL. En otro artículo, Dinamicarg habla de "Otra Pampa Húmeda" [2].


Notas de similar tenor salieron en casi todos los medios, por lo general en tonos más neutros que el citado. 


Veamos qué dice DINAMICArg. Básicamente que si se exportara GNL, el monto sería de más de 27 mil millones de dólares anuales, un tercio de las exportaciones totales de Argentina durante 2022. Que Argentina tiene reservas de gas, gracias a Vaca Muerta, por 70 años y que por lo tanto hay excedentes exportables.


Que esto le permitiría a la Argentina no sólo incrementar las exportaciones totales del país sino que sería ingresos despegados del efecto climático. Lo pone como un punto a favor del GNL respecto a la exportación de granos, ya que con las exportación de granos y carnes el país padece las reducciones eventuales provocadas por sequías e inundaciones.


A continuación pasa a defender el proyecto de ley actualmente ante diputados, el cual sería una réplica del régimen especial minero. Por 30 años, con exenciones y facilidades impositivas (aranceles de exportación reducidos y estables, amortización acelerada para pago de ganancias) y lo más interesante de todo: el gobierno garantiza la libre disponibilidad del 50% de las divisas obtenidas por las exportaciones. 


Agrego el cable de Télam citado, donde la ministra Rayón, a cargo de energía, le informa a los diputados que el plan de YPF-Petronas, es de licuar gas, primero en barcos licuadores (“licuafactores”) y posteriormente levantar una planta a tal fin. 


Ministra Flavia Royón.

Volvamos a Dinamicarg. Hay varios puntos flojos. 


  • Resulta que esos montos de exportaciones se lograrán luego de cinco a siete años. Mientras tanto hay que invertir para lograr dichos volúmenes. 

  • Los combustibles no sufren altos y bajos climáticos pero sí de precios. Alcanza con ver las fluctuaciones de los últimos treinta años. Por lo que el monto de dólares esperado dentro de 7 años puede ser 27 mil millones, el doble o la mitad, si uno toma en cuenta el carácter de la fluctuación de precios del barril de petróleo y otros combustibles, como el gas natural o el gas natural licuado.

  • ¿Cuánto le costará al país que privados inviertan en una actividad redituable?

  • ¿Por qué hay que instaurar exenciones impositivas para que alguien se digne a invertir?

  • ¿Por qué al resto de los mortales no se les garantíza un marco impositivo por 30 años?

  • ¿Por qué a las petroleras, que van a conseguir el 30% de las exportaciones dentro de cinco o siete años sí, y a quienes ya traen el 100% de las exportaciones (como la gente que produce maní, arroz, aceite de oliva, arándanos, cerezas, alfalfa, carne de cerdo y aviar, aluminio, acero, cajas de cambio, carne vacuna, tractores, cosechadoras, vino fino malbec, miel, carteras, cinturones, monturas y aperos, botas de montar, cascos de polo, zapatos, bujías, paneles solares, aberturas, muebles), no? ¿Por qué?



Una mentira que se cae a pedazos


Si el gobierno (éste u otro) quisiera aumentar las exportaciones en 27 mil millones de dólares en un año (no en cinco o en siete), sólo tiene que dejar en manos de los productores (aluminio, tractores, tolvas o alfalfa) el 50% de las divisas para su libre disposición, y los mismos aranceles de exportación del que gozan las mineras. El aumento de las exportaciones superará rápidamente esas cifras. ¿Por qué no lo hacen?


Si se quisiera aumentar las exportaciones (o sustituir las importaciones, como sugiere la ministra de Energía, que habla en primer lugar de dejar de importar gas), es fácil. Hay mil formas.


Un barco cerealero nuevo sale 70 millones de dólares. Con una mínima fracción de nuestras exportaciones, privados argentinos pueden comprar barcos mercantes, con lo cual completarían el ciclo. No sólo administrarían puertos y concesiones ferroviarias, serían propietarios de sus frigoríficos o acopios, sino que podrían tener su propia flota. Si le ofrecen amortización acelerada a quien haga un gasoducto o alquile barcos licuadores (licuafactores), ¿por qué no amortización acelerada a quien compre barcos mercantes para sacar nuestras cosechas y demás productos? Nos ahorraríamos U$D 6.000 millones anuales. Un cuarto del supuesto beneficio del GNL dentro de cinco a siete años.


En cuanto a la rapidez de respuesta del sector agropecuario y agroindustrial, es fácil verlo. En el año 2020, Argentina exportó U$D 54,9 mil millones. En el 2022, U$D 88,4 mil millones. En sólo dos años U$D 33,5 mil millones de aumento (si bien subieron los precios por el conflicto bélico en Ucrania).


¿Por qué se quiere invertir en infraestructura para Vaca Muerta y no se hace lo mismo con la vaca lechera viva que nos da de comer a todos, incluidos los fastuosos sueldos de toda la burocracia política? 


No se invierte en caminos rurales; sólo una mínima parte de la carga terrestre se mueve por FFCC cuando debería ser del 40% del total; las rutas son, antes que nada, angostas, además de caras; somos monodependientes del camión, que es un sistema carísimo; no tenemos flota mercante ni fluvial y marítima (la mercadería a la Patagonia debería ir en barco y no en fila india por la RN Nº 3). Las cerezas de Los Antiguos no consiguen bodega en avión, que necesitan sólo una mes al año. 


No se invierte ni un peso, ni un dólar, ni un dracma, en aumentar la frontera agropecuaria mediante riego. No como iniciativa general del país en un plan consolidado, al menos. Si alguien, individualmente, encara la inversión, no cuenta con “amortización acelerada” como pretende este proyecto impulsado por la Ministra Royón. 


Si no se invierte en el sector agropecuario, es lo mismo que no darle de comer a la vaca lechera. Tarde o temprano empieza a tener rendimientos decrecientes. Y un día se muere.


Como último tema. Creo que está muy bien invertir en ser autosuficientes en combustibles. Me alegra que haya reservas de gas para varios años. No me importa si un “poquito” se exporta. Pero nosotros no somos Arabia Saudita o Venezuela. El petróleo o el gas no está a dos metros de la superficie. La extracción acá es cara.


Por lo que creo que hay que saber administrar las existencias. Tenemos que tener gas para todo el país para las próximas décadas con la mente en los siguientes usos:

  • Energía eléctrica barata y poco contaminante, como son las termoeléctricas a gas (*). Eso estimulará la producción industrial. Ése fue el motor de crecimiento de la industria alemana en los últimos 20 años: el gas barato.

  • Debemos dimensionar esta necesidad no sólo con nuestro tamaño actual sino con una pauta de crecimiento poblacional e industrial ambiciosa.

  • Cubrir a todo el país con gas natural y no como ahora, donde se privilegian sólo algunas urbes.

  • Usar el gas como combustión automotor: limpio y barato y ya existe una red de estaciones de servicio ad-hoc; la inversión ya fue hecha.

  • Por último, lo que entiendo es lo más importante de todo esto: Argentina debe ser autosuficiente en la provisión de fertilizantes. No deberíamos tener que importarlos. Si hay que invertir en algo, no debería ser en plantas de GNL sino de fertilizantes, para nosotros y para el mundo; para nosotros y para nuestra posteridad.

  • ¿Quieren divisas? Exporten fertilizantes. Ahí se industrializa el gas.



Preguntas sin respuesta


Llama la atención el encono contra el sector productor agropecuario el que produce la mayor parte de las exportaciones y, como reconoció el ministro de Economía en su discurso en la SRA este año, es el único motor de la Argentina. (El ministro fue a la SRA a hablar de combustibles, hermoso).


El sector productor agropecuario trabaja en el punto de equilibrio o a pérdida debido al abuso estatal por: i) diferencia de tipo de cambio, ii) impuestos y iii) cargas aduaneras. Dinero que el estado (Aduana, AFIP y BCRA) se da vuelta y entrega a manos llenas a toda suerte de amigos.


Mientras, el productor a veces entrega toda su ganancia y a veces más que eso, esto es, trabaja a pérdida. Por lo tanto, cuando vienen tiempos malos (seca, inundación), no tiene resto. La falta de rentabilidad; por ello no reinvierten gran parte de sus ganancias: no las tienen.


Los burócratas planean toda suerte de exenciones a mineras y petroleras, pero si alguien osa mencionar que hay que soltar un poco el freno (**) al productor agropecuario, la clase política y empresaria (De Mendiguren) ponen el grito en el cielo como un solo hombre. ¿Por qué?


Duplicar las exportaciones agropecuarias y agregar algunas que hoy no figuran (zapatos, por ejemplo; o maquinaria agrícola) requeriría muy poco esfuerzo: tipo de cambio normal y bajar los DEX. O, como poco, igualar el marco impositivo que hoy negocian con las petroleras. ¿Por qué no lo hacen?


Veo dos razones posibles: 

  1. Es más fácil negociar sobornos con sectores concentrados que con un universo de 200.000 productores, todos peleados entre sí. No estoy diciendo que las petroleras ofrezcan sobornos sino que para los políticos es un escenario más propicio para solicitarlos si los interlocutores están concentrados. 

  2. Llevar a los productores agropecuarios a la asfixia genera un marco favorable para la compra de campos; es más, campos baratos. Como el valor de un campo es la expectativa de ingresos futuros, si el ingreso es todo confiscado por un tercero (en este caso el gobierno), el precio del campo se abarata. 


Así, hoy todo el campo de Ucrania está en manos de pocos fondos de inversión (BlackRock es uno de ellos); desde el 2000 a hoy, el 20% de los campos arables de Francia cambió de manos (a favor de los fondos de inversión), una de las estructuras de propiedad más estables del mundo en los últimos 250 años; los granjeros de EEUU (farmers) están vendiendo sus campos, porque los hijos ganan más siendo funcionarios del gobierno federal que cultivando la tierra (¿les suena?); y quedamos nosotros.


Veamos cómo creció Brasil los últimos 20 años. 54 mil millones de dólares se los regalamos nosotros, y eso fue parte del motor de su crecimiento. Pero el motor más potente fueron sus exportaciones agropecuarias. Lula, sí el de izquierda, sí, el nacional y popular, sí el zurdo, favoreció las exportaciones agropecuarias, con tipo de cambio alto, créditos blandos para maquinarias y mejoras y compras de campo por parte de pequeños y medianos productores, nunca tuvieron DEX y tienen un sistema impositivo benigno. Lula lo hizo y Bolsonaro lo continuó. Si bien hay un par de empresas grandes con enormes extensiones y la exportación de carne está concentrada, todo el sur del país está dominado por pequeñas y medianas explotaciones, que generaron una próspera clase media rural.


La base de este crecimiento fueron:

a) el aumento de precios internacionales desde el año 2000,

b) un tipo de cambio alto favorable a las exportaciones,

c) cero DEX,

d) impuestos moderados,

e) políticas de estímulo/protección al pequeño y mediano productor.


Ej: el ministerio de agricultura sostiene que un tambo de 40 vacas debe ser redituable y que el precio mínimo debe reflejar esa estructura de precios. Si otros tienen una mejor, bien por ellos. Brasil se prepara para ser uno de los grandes exportadores de lácteos (leche en polvo, quesos, sueros) del mundo y reemplazará lentamente a Holanda, Alemania y España. Hacen eso mientras dejan vivir y comer a un gaúcho que tiene 40 vacas. Vivir y dejar vivir.



Conclusiones


Hay que exportar petróleo crudo y GNL. Un excedente circunstancial, diría que sí. 


Creo que hay que poner toda la carne en el asador para ser un país petrolero (ojalá como EEUU, Rusia o Uzbekistán). Exportar petróleo refinado, fertilizantes, y productos industriales a base de energía limpia y barata. Trabajo y “valor agregado” como le gusta decir a la dupla Massa-De Mendiguren.


Hay que echar a estos tipos (todos) y como país ponerle toda máquina a exportar 300.000.000.000 dólares al año, en productos industriales, agropecuarios, agroindustriales y combustible. Y servicios. Todo.


En fin, creo que estoy más sola que Margaret Thatcher en Cosquín.


Dios dirá.


* * *
Nota:

(*)

Me refiero a si alguien propone eliminar los Derechos de Exportación o Derechos Aduaneros o DEX, mal llamados “retenciones”.

(**)

Además, en paralelo, invertir en centrales nucleares, como sugiere sensatamente la Dra. Laura Canale.


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Lecturas asociadas


2022: EL AÑO QUE NO ESTUVIMOS EN PELIGRO

http://restaurarg.blogspot.com/2023/02/2022-el-ano-que-no-estuvimos-en-peligro.html 


LA NUEVA CONQUISTA DEL DESIERTO

http://iris-speroni.blogspot.com/2018/08/la-nueva-conquista-del-desierto.html 


SOBRE RUEDAS

http://restaurarg.blogspot.com/2023/06/sobre-ruedas.html 


REFORMA AGRARIA

http://restaurarg.blogspot.com/2021/03/reforma-agraria.html


ARGENTINA UN PAÍS NUCLEAR, Dra. Laura Canale

http://restaurarg.blogspot.com/2020/12/argentina-un-pais-nuclear.html


QUÉ SABEMOS DEL URANIO, Dra. Laura Canale


Referencias

DinamicArg, Nº 5.

DinamicArg

Inversiones y Exenciones Impositivas GNL
Clarín
Perfil
Télam
iProfesional
Río Negro


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Agradecemos la difusión del presente artículo:  

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