HETERODOXIA INVIABLE


Autor: Juan Martín Perkins  

Llegar del trabajo y echarle un vistazo a los diarios digitales se ha convertido en un programa agobiante.

Todos los días confirmamos nuestra tendencia a la inviabilidad.

Alberto en la CGT Azopardo con  todos los gordos haciendo la V es la foto del día.
De los años 1200 al 150 antes de Cristo en que los romanos invadieron Macedonia, los filósofos griegos se la pasaron reflexionando sobre la esencia, las propiedades, las causas y los efectos  de las cosas naturales. Especialmente sobre el hombre y el universo.
Mi profesora de Filosofía de secundaria, la inolvidable Carmen Potenza, tuvo la habilidad de hacer que me sedujeran los pensamientos filosóficos.

Nunca olvidé a la profesora Carmen y su banda de amigos: Sócrates, Platón, Aristóteles, Anaximandro, Tales, Parménides, Pitágoras, Heráclito… debatiendo acerca de temas fundamentales como la existencia, el conocimiento, la verdad, la moral, la belleza, la mente y el lenguaje.

Recuerdo mis clases de Filosofía mientras miro la estética de la foto de los gordos de nuestra inviabilidad y me pregunto qué nos pasa.

Somos la contradicción de la teoría de Heráclito de Éfeso. Si Carmen no me bolaceó, Heráclito hablaba sobre el devenir del tiempo y los cambios permanentes sobre la materia. “Nadie se baña dos veces en el mismo río” decía Heráclito. Pues habría que explicarle que en la Argentina, desde Don Hipólito Yrigoyen que nos bañamos en el mismo aburrido y tedioso río.

Hablamos de #Cambio pero vivimos dando vueltas en la rotonda y volviendo al mismo lugar. Si no me crees, mira la foto de los gordos.

Nuestro único dilema filosófico es cómo financiamos nuestra heterodoxia INVIABLE.
El gobierno que llegó con la promesa de Cambio encontró todas las cajas saqueadas, el BCRA sin reservas, las AFJP liquidadas pero rápidamente encontró un modo de financiar su heterodoxia inviable.

El crédito internacional hizo que se olvidara de meter cuchillo profundo en la inviabilidad y nos endeudó.

¿Hay algo mas inviable que pretender vivir pagando gastos corrientes contrayendo deuda eternamente?

Somos inviables porque no metemos bisturí sobre la inviabilidad, le encontramos financiamiento una y otra vez mientras maquillamos la realidad. Antes con relato de DDHH, ahora con el ministerio del veganismo, ambientalismo y demás ismos de una agenda de distracción que nos puso a discutir imbecilidades.

Mientras tanto, somos inviables y nos bañamos siempre en el mismo aburrido y tedioso río.
¿Por qué somos inviables? Por qué pensamos la vida “sólo” a través del Estado.

Cuando uno abre un diario económico y recorre sus páginas no encuentra noticias sobre los privados hasta el final. Todo el diario o casi todo, refiere a la forma en que se financia el Estado. ¿A alguien le interesa cómo nos financiamos los privados? Cuando nos suben los impuestos nadie se pregunta cómo haremos para poder pagarlos, en cambio, cuando alguien propone bajar impuestos, primero hay que ver la manera de no desfinanciar al Estado.
A nadie se le ocurre  que el problema puede ser EL TAMAÑO DEL ESTADO y su peso agobiante sobre la actividad de los privados.

El gobierno que se va pensó que con hacer “honestismo” alcanzaba, pero no. Otra oportunidad perdida.

Moraleja: somos más inviables que nunca. ¿No me crees? Mira la foto de los gordos bañándose en el mismo aburrido y tedioso río de siempre.

¿Volvieron? Más vale nunca se fueron.

Juan Martín Perkins


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