BREVE ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN ECONÓMICA
Breve Análisis de la Situación Económica de la República Argentina del 21/09/2025
Autor: Abg. Juan Manuel Benteo Bermúdez (*)
Nota original: https://benteobermudez.com/blog/1fYMLVQgM1Q5DC-pUO6wvYDhH5pJWa_NehugHAvHf1kY/
Nuevamente vivimos un episodio de salto en el tipo de cambio que sorprendentemente dejó a todos atónitos (como si tratara de algo que nadie esperara). La opinión de la prensa oficialista le atribuyó la devaluación mercantil al triunfo del Kirchnerismo en una elección legislativa que ni siquiera fue nacional (nos referimos a los comicios de la provincia de Buenos Aires). Para el gobierno parece no existir ratificación del "plan económico actual" y tampoco reviste de importancia lo que muchos analistas realistas aportamos desde nuestras columnas. Pareciera que el hecho de considerarse los mejores y haber perdido por knockout ante lo ponderado como lo peor no fuese suficiente . La soberbia, el peor de los pecados capitales, abraza todas las declaraciones del equipo que supuestamente iba a sacar a la Argentina del desastre de sus oponentes pero, en cambio, los envuelve de una cubierta que les impide visualizar la verdad. La pregunta de siempre es la siguiente: ¿dolo o imprudencia/impericia/negligencia?. En el derecho penal existen estos cuatro conceptos que relacionan al grado de responsabilidad de un individuo por sus actos dependiendo de su voluntad e intención. Aclaremos un par de conceptos económicos antes de pasar a nombrar los logros de la gestión actual.
En la República Argentina poseemos una historia, cultura, legado religioso, costumbres e idiosincrasia distintas de muchos de los países a los que se suele adular (naciones europeas o norteamericanas). ¿Escapa el ámbito económico de estas diferencias? No, la Argentina necesita una receta hecha a medida y no indicaciones foráneas que nos dejen cada vez más cerca de la pobreza. La economía es una de las dimensiones del hombre relacionadas a la administración de los recursos escasos partiendo desde el hogar (recordemos que el origen etimológico del término economía proviene del griego OIKO NOMOS que significa: la ley del hogar o bien, la administración de la familia). En este sentido cualquier tipo de reforma de este tipo tiene que tener en cuenta a las personas antes que al aspecto nominal (los números) y no debe centrarse tanto en variables macroeconómicas sino en lo que los mismos argentinos puedan o no lograr en sus economías personales. Una buena gestión en esta cartera debería enfocarse en proveerle a todos (sin diferencia) las posibilidades de obtener un ingreso que pueda costear los servicios básicos indispensables (refugio, alimento, servicios básicos, salud, educación, transporte y también un margen para poder ahorrar para progresar).
Actualmente sigue existiendo una disparidad abismal entre los que más tienen y los que no poseen ni siquiera lo esencial. Pareciera que, en ese sentido, el Mercado no fuera tan eficiente y se hubiera olvidado de los más necesitados. En ese sentido el Estado desde el liberalismo actual se repudió siempre la intervención estatal poniendo énfasis en la libertad, igualdad y fraternidad de la revolución de1789 pero ¿hasta qué punto se han respetado esos "nuevos" derechos en la presente administración? Vamos a los bifes:
- TIPO DE CAMBIO: desde el comienzo de la era Milei se hizo todo de forma contraria a lo que nuestro presidente propagaba en campaña. Una vez más: los dos indicadores principales de la economía argentina se manipularon artificialmente. Se bajó la inflación controlando el tipo de cambio a través de tres medidas: operaciones de bonos (Venta de dólares baratos), tasas altas o transacciones de contratos de futuros de USD. La lógica es sencilla: nuestro ecosistema es bimonetario, cobramos en pesos pero todos los bienes de valor (propiedades, vehículos, viajes, joyas, etc.) se encuentran valorizados en moneda dura (USD). El tipo de cambio (nos referimos directamente al MEP, CCL y al Blue) juega un papel fundamental en el cálculo de costos a tal punto que cualquier movimiento brusco de los mismos se traspasa a precios (sí, el famoso pass trough o pasaje existe y no es algo que se pueda evitar). La estrategia en este sentido fue tratar de retrasar el dólar lo máximo posible para que mes a mes los indicadores inflacionarios pudieran demostrar números amigables. ¿Cómo podríamos entender esto de una manera más simple? Supongamos que el precio del tomate fuese esencial para calcular todos los demás precios y en las verdulerías se vendiera a $2500 el kilo, ¿cómo se podría bajar ficticiamente el precio?. La respuesta es sencilla: tendría que venir un gigante, supongamos: el Estado y pedir prestados al FMI (Frutas Muy Indispensables) kilos y kilos de la fruta para comenzar a venderlos a un menor precio con la finalidad de obligar a todos los demás a bajar los precios a riesgo de quedarse fuera de juego. Así como en el caso de los tomates, en la gestión actual el esquema de venta de billetes estadounidenses a pérdida durara tanto como la línea de crédito del exterior le permita. El día que se se acaben (Dios quiera) los créditos, se cortará de cuajo la posibilidad de seguir con la fantasía y nos las tendremos que arreglar entre nosotros, que sería en cierta forma, la mejor manera de salir adelante. Otra forma de liberarnos de este desquicio sería liberar de una vez por todas el tipo de cambio y que el Banco Central o el Tesoro dejen de controlarlo haciéndose cargo de las consecuencias inflacionarias que durarían varios meses. Los libertarios defienden a muerte el esquema actual de flotación y nos dicen quieren hacer creer que realmente se trata de algo natural. No existe tal cosa como la flotación controlada: se flota o no se flota. Es como si le dijéramos a nuestros amigos que nuestro hijo nada solo en la pileta y cuando nos preguntan cómo lo hace, procedemos a explicarles que cuando se hunde lo sacamos a flote.
- DEUDA EXTERNA E INTERNA: la deuda es la forma moderna de esclavitud. En esta línea no somos autónomos ni tampoco autárquicos, conceptos políticos que habría que volver a poner en tela de juicio. En pocas palabras: no somos independientes porque dependemos de tener que pedirle prestado a los demás para poder subsistir. Desde el empréstito con la Baring Brothers de Inglaterra gestionado por Rivadavia en 1824 hasta el actual Fondo Monetario Internacional y los demás organismos multilaterales de crédito que nos tienen agarrados a través de una correa bastante visible como si fuéramos sus perros, la historia vuelve a repetirse. Desde el exterior nos indican qué hacer, cuándo ejecutarlo, cómo realizarlo, dónde poner hincapié y todo bajo la regla de que es "por nuestro bien". Ese dinero se ha destinado a repagar servicios de deuda (intereses) y malvender billetes verdes a bajo precio en el el mercado local. A su vez el gobierno ha ayudado a aumentar la deuda interna con tasas estratosféricas creando las condiciones ideales para regalarle a los pícaros la mejor forma de hacer dinero sin riesgo: la bicicleta financiera (también llamada "carry trade"). ¿Cómo funciona esta operatoria?: simplemente pisando el tipo de cambio y asegurando que el mismo se va a mantener estable y por otro lado subiendo las tasas en pesos para que estas sean lo más atractivas posibles. El efecto es devastador: se permite hacer tasa en dólares a niveles no vistos en el primer mundo donde todo se mide en esta moneda. Un ecosistema artificial mortal pagado por los impuestos de todos los argentinos pero especialmente soportado por los los más pobres a los que se les sigue quitando el 21% de sus pequeños ingresos cada vez que compran alimentos. Todo esto para que unos pocos "vivos" se beneficien. Desde la cartera económica nuestros políticos nos dicen que estamos bien porque se ha limpiado el balance del Banco Central y se han transferido esos pasivos a la Tesorería General de la Nación (el Tesoro). Esto es el equivalente a afirmar que en nuestra casa limpiamos una habitación y la ordenamos pero tiramos la basura en el dormitorio de al lado: todo forma parte del mismo hogar.
- INFLACIÓN: ya vimos como desde la administración central los unitarios vuelven a disponer de los recursos de toda la nación entera tratando de hacernos creer que lo están haciendo bien aunque nuestro sentido común nos diga totalmente lo contrario. Supuestamente se ha sacado a mucha gente de la pobreza y se ha llevado el salario a niveles del primer mundo. La diferencia entre nominalidad y realidad aquí es crucial. Nominalmente y debido al atraso cambiario a lo mejor el salario de un empleado de comercio se asemeja a lo que cobra un mozo en una nación europea pero ¿pero cuál es el poder adquisitivo real de ambos? ¿Se puede acceder a los bienes esenciales trabajando durante gran parte del día y a su vez retener un margen para poder ahorrar y progresar? La respuesta es esta: no y definitivamente no. Pisando el tipo de cambio lo único que lograron los liberales fue que la inflación se convirtiera en aumento de precios en USD (inflación en USD). En varios momentos de la actual gestión quedamos carísimos en USD con respecto a países locales, quitándole competitividad a los exportadores, resintiendo la balanza comercial (exportaciones vs importaciones) y favoreciendo la transferencia de divisas al exterior. Un cocktail mortal para la industria nacional. Una vez más los liberales vuelven a destruir la industria abriendo exportaciones y declarando el libre comercio como lo hicieron los ingleses en la invasiones de 1806 y 1807. Esta vez es un poco peor porque desde CABA no se trata de igualar la cancha sino que nuestros industriales tienen que soportar cargas tributarias y costos altísimos con respecto a la competencia. Es verdad que muchas veces los empresarios argentinos se aprovecharon de la coyuntura del sistema de sustitución a las importaciones pero la solución no consistía en dejarlos totalmente fuera de juego sino más bien en que pudieran salir a competir en similares condiciones. Abrir las exportaciones sin realizar una reforma tributaria y laboral equivale a hacer jugar a la selección argentina contra la de Inglaterra poniéndole a los jugadores chalecos, muñequeras y tobilleras de plomo. ¿Cuánto tiempo van a poder resistir?
¿Cuáles son, entonces, las reformas económicas que tiene que realizar cualquier tipo de gestión que quiera hacerse cargo de este desastre?
Hoy ha tocado analizar la política económica de los libertarios pero no crean que desde estas columnas sostenemos la ideología peronista, radical, de izquierda o del PRO: nada más alejado de la realidad. Desde Benteo Bermúdez Inversiones somos realistas y consideramos que la única verdad es la realidad como dijo Aristóteles. No nos apegamos a ningún tipo de partido político actual y solamente queremos aportar desde nuestra vocación en la Ciencias Económicas las ideas necesarias para que aquellos que poseen el llamado (del latín "vocatio: llamado") a liderar en la política puedan contar con las verdaderas herramientas para diagnosticar y solucionar nuestros problemas. En esta línea de pensamiento planteamos seis reformas iniciales que tienen que ver con el aspecto financiero y monetario:
- Liberar el tipo de cambio y hacerse cargo del pass trough siguiente. Que la moneda extranjera no vuelva a ser intervenida por cada gobierno de turno y realmente sepamos cuánto vale a través del mecanismo de oferta y demanda. Esto indefectiblemente tendría un efecto devastador (pero momentáneo) sobre los precios porque se desataría la inflación reprimida que poseemos. Para hacerlo se debería crear una red de contención destinada a brindarle a los más pobres los servicios básicos durante la transición.
- Que el Banco Central suelte el monopolio de la moneda extranjera y deje de intervenir en las liquidaciones de exportaciones e importaciones. Que se encargue realmente de trabajar como banco de bancos y controle los desmadres que realizan las entidades bancarias locales. Que los exportadores paguen lo que en justicia deben en carácter de impuestos pero que puedan hacer lo que estimen conveniente con sus ingresos.
- Que se reforme el peso argentino y se cree una moneda respaldada en un metal precioso como el oro que pueda competir contra todas las demás divisas. Como sucedía antes de la medida que tomó Nixon en 1971.
- Que se realice una reforma tributaria justa que termine con la asfixia actual teniendo en cuenta todo el esquema nacional de impuestos nacionales, provinciales y tasas municipales.
- Que se corte de una vez y para siempre con la deuda. Es hora de ponerle un freno al mecanismo de subyugación financiero y hacernos cargos de una vez por todas de ese flagelo.
- Que se eduque a la población en temas económicos y se los incentive a ser dueños de sus medios de producción.
Hasta que no seamos libres financieramente no podremos considerarnos soberanos. Necesitamos un segundo proceso de independización: de tipo financiero.
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Abg. Juan Manuel Benteo Bermúdez
Asesor Financiero. Idóneo en el Mercado de Capitales.
Agente Productor CNV. Mat. N°2324
CEL: +5492604606874