LA ARMONÍA DEL IMPENETRABLE
Autor: Juan Martín Perkins
Estos días hemos sido testigos de un tembladeral político que intentó y sigue intentando producir un nuevo 2001.
Destruyen la economía y la política como si fueran adeptos al cuanto peor mejor.
Pudimos ver operaciones que no disimularon la intención destituyente, actitudes egoístas, miserables, violentas, deshonestas, hipócritas y alejadas de la verdad.
También vimos un triple crimen de ajuste de cuentas narco, disfrazado de femicidio, que nos heló la sangre y nos corrió el velo hacia un submundo idéntico al infierno.
No voy a hacer la columna sobre esta letrina de inmundicias, me niego a sumar angustia.
Recurro a la crónica de un viaje que hice a principios de mes al Impenetrable del Chaco.
Mi ahijada Lucía vive en Nueva Pompeya y trabaja en el Parque Nacional El Impenetrable.
Ella es una chica muy especial con alma de misionera al servicio de la gente que vive en condiciones marginales y alejada del desarrollo.
Ha estado misionando en África hasta que un día le pregunté si no le parecía que en su país hay tanto trabajo y necesidades como en África.
Luli volvió y es de la idea de que los problemas y las necesidades hay que solucionarlos sin producir el desarraigo que provoca la inmigración. Ella dice que no hay que llevar a los africanos a París o Londres, sino resolver los problemas en sus países natales.
En el caso de los Wichí, Toba Qom o Pilagá, no hay que traerlos al conurbano ni al gran Resistencia a hacinarse en una villa miseria, sino ayudarlos a desarrollarse en sus tierras.
Finalmente, acá está mi ahijada, haciendo Patria en la selva chaqueña del impenetrable junto al Río Bermejo.
Ayudando a desarrollar el turismo, los talleres de artesanías, la producción de alimentos, la ganadería, los telares y todas las actividades que desarrolla la cultura del lugar.
Gestionando la mejora de viviendas, los servicios como la conectividad, el agua potable, internet, caminos de acceso, educación y formación en el oficio de atender al turista o cualquier otro que promocione a las personas.
Estuvimos en el Glamping “La Armonía” atendidos por mi ahijada y su novio Pablo, más un equipo de gente originaria que trabaja y vive en el parque.
No me voy a mandar la parte de que soy un desvelado por la ecología y el ambientalismo, al contrario, soy de los que piensan que Dios puso todo sobre la tierra para que el hombre disponga de toda la creación en armonía con la naturaleza, pero, como aprendí de Luli al conocer su “rincón en el mundo”, a disfrutar de la belleza natural y CULTURAL.
Menuda tarea la de Luli, desarrollar e integrar para afianzar la las personas en sus hogares.
Proporcionar energía, educación, formación, redes de comercialización, salud y conexión con el mundo exterior.
Fue una experiencia conmovedora. Y no es demagogia decir que, mucho más conmovedor que estar en contacto con los monos, dormir con el sonido de un yacaré zambulléndose en el Bermejito o despertar con el sonido de las charatas, fue el contacto con las personas del lugar y vivir en carne propia lo que tanto apasiona a mi ahijada.
El mundo necesita bondad y virtud.
Las criaturas de Dios entenderemos algún día el mensaje de Luli y aprenderemos a vivir en armonía.
Les recomiendo dar una vuelta por el impenetrable en otoño o invierno, ojalá aprendan viendo lo que vi yo. Es una caricia para el alma.
Gracias Luli. Un beso de tus padrinos.
Juan Martin Perkins.
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