CORAZÓN VALIENTE


Les queda un súbito rictus hemorroidal que no pueden disimular.

Autor: Juan Martín Perkins  


Siempre es divertido el diario del lunes post elecciones.

Los ciudadanos damos nuestro veredicto y después vemos la cara de goma que les queda a los políticos.


A pesar de que cuentan con un rostro impenetrable fratachado con hormigón, les queda un súbito rictus hemorroidal que no pueden disimular.


En el caso de nuestro señor intendente, hay que reconocer que afrontó a la militancia con coherencia y dignidad.


Sin enojo, les pidió que dejen de cacarear y pensar que el pueblo se equivocó, porque eso es de gorilas. 


Brillante clase de liderazgo político, aunque la cara y lo gestual dijeran lo contrario.


Desopilante el catecismo y novelesca la cita al “revolucionario”, nuestro Señor Jesucristo, al que mataron los gorilas de oriente medio hace 2.000 años antes de Néstor y Cristina.


Todo es una cuestión de lucha y el intendente nació con eso, ¿Qué le va a hacer?, según él, a la par de Jesús contra los romanos… y de William Wallace en Escocia contra los ingleses.


Al intendente le tocó nacer hace casi 70 años, pero la lucha es la misma: el mesías contra los gorilas de la derecha neoliberal, cipaya y vendepatria.


La tiene re clara, su lógica del manual del buen comunista dice que la sociedad está constituida por antagonismos…  y todo lo que queda como la avenida del medio, siempre pierde la guerra.


El líder sabe que un proyecto político puede ganar y puede perder, lo que no puede hacer es traicionarse a sí mismo…  y por eso anda por la vida, 24x7, blandiendo la espada como su “Sir William Wallace particular” del año 1.800 ó “1.000 y algo”.


Fiel al estilo de su jefa, nuestro líder altera fechas, corta y pega, mata y resucita personajes históricos para ponerlos al servicio de la causa nacional y popular. De manual.


El pueblo nunca se equivoca, pero le llena la plaza a un borracho”. 


Somos un pueblo complejo, dice el intendente amigo de William Wallace del 1.800.


Sería bueno, ya que estamos citando a William Wallace sin saber de qué se trata, que cambiáramos de animal, le diéramos un respiro a los gorilas y nos desasnarnos averiguando quién fue William, en la lucha por la LIBERTAD de Escocia.


Digo desasnarnos en el sentido del saber, para dejar de ser asnos. (Asno ídem burro).


Dejar de decir burradas porque, total, todo el auditorio es burro.





Ya que estamos, William Wallace, fue el “Corazón Valiente” que luchó y murió torturado y descuartizado por la libertad de Escocia en el año 1.305 a la edad de 35 años… 


Fue arrastrado de los tobillos por las calles de Londres, ahorcado y descolgado antes de ahogarse para que viera como era emasculado, eviscerado y como quemaban sus intestinos en la hoguera. 



Fue descuartizado y sus pedazos distribuidos en los 4 puntos cardinales de Inglaterra.


Su último aliento fue un alarido de LIBERTAD (FREEDOM) y su cabeza permaneció colgada en el puente de Londres, para atemorizar a los enemigos de la corona de Inglaterra.




Actualmente, desde 1.956, en el lugar de la ejecución de William Wallace, hay una placa donde dice: “Te digo la verdad. La libertad es lo mejor. Hijo, nunca vivas tu vida como un esclavo”.


Digamos que William Wallace no es una cita muy feliz para alguien que pretende tener todo controlado bajo el férreo control del estado. ¿No? 





Tenemos que desasnarnos, seríamos más respetables.





Juan Martín Perkins.

  


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