LA REBELIÓN DE ATLAS

Leones, no corderos


Autor: Juan Martín Perkins  


Una periodista entrevista al presidente Milei sobre el escenario de un teatro a oscuras y ante un auditorio de grandes empresarios.


El “círculo rojo” participa de incógnito con sus “vivas a la libertad carajo” y aplausos, pero bajo el amparo de las sombras… el presidente, por el contrario, de cuerpo gentil y a cara descubierta exhibiendo, con toda sinceridad y crudeza, su mensaje discursivo y gestual bajo un esclarecedor haz de luz.


La nota está a disposición y me releva de contar sobre Milei, ya que cualquiera puede verlo y sacar sus conclusiones.


Lo que si voy a hacer es una reflexión sobre el leitmotiv de la entrevista.


La periodista elige a “La Rebelión de Atlas” como asunto, motivo e idea central para describir el proceso actual de los tiempos de Milei.


No da el espacio de la columna para describir la monumental obra de Ayn Rand, a quien recomiendo fervorosamente leer para entender el peso del mundo sobre las espaldas del que emprende y trabaja a su propio riesgo en la Argentina.


Durante la nota, el presidente le pide a los empresarios que se aplaudan a sí mismos por dar empleos y sostener el país sobre sus hombros… 


Deberíamos preguntarnos cuánta hipocresía hay en ese aplauso. ¿Sostener el país?


Hay que asumir que el objetivo del empresario no es la beneficencia, sí lo es el afán de lucro y la rentabilidad… el dar trabajo es solo un efecto o consecuencia.


Esos empresarios, que desde las penumbras vivan y aplauden al presidente, son los mismos que hasta 4 meses ponían todas su fichas en el asistencialismo, las prebendas y el proteccionismo que les prometía Massa.


El gran empresariado argentino (hay excepciones), ha amasado sus fortunas al calor y bajo la protección del estado y la política durante, por lo menos, los últimos 70 años.


Están acostumbrados a cazar en el zoológico con productos de inferior calidad y alto precio.


La figura del “Atlas" liberal que lleva el peso sobre la espalda no les va, y el presidente debe saber de memoria que son ellos quienes han perpetuado el sistema prebendario socialista.


Al final del reportaje, ingresa al escenario un artista portando su obra para obsequiar al presidente en nombre de los empresarios.


Se trata de la escultura de un nuevo Atlas. Esta vez sosteniendo el mundo, pero no agobiado casi de rodillas por el peso, sino con la pose de un bailarín clásico en puntas de pie sosteniendo el mundo alegremente con un dedo. 


Mientras el presidente recibía la imagen, la periodista explicaba que el deseo del círculo rojo era que el plan de gobierno y las políticas liberal libertarias empleadas permitan al presidente ser el nuevo Atlas.

Milei prometió ponerlo en su despacho y agradeció el presente chino.


Desde acá, con toda humildad, me permito avisarle al presidente que si Ayn Rand se levantara de la tumba, los correría a latigazos a todos.


También le recordaría que la novela se titula "La REBELIÓN de Atlas” e invita a rebelarse no a aprender a ser un Atlas doméstico y feliz al servicio de los intereses de la casta.


"Leones, no corderos"… Son sus palabras, presidente. 


Todos tenemos que entender que debemos ser el Atlas que sostiene nuestro propio mundo y que nadie más lo hará por nosotros, mucho menos el estado y su burocracia.


El día que entendamos esa simple consigna, el mundo será un mejor lugar para vivir.



Juan Martín Perkins.



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Agradecemos la difusión del presente artículo:  


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