CULTURA SUREÑA


Chad Prather, 4'.

Autor: Chad Prather
Traducción y comentarios: Hyspasia

Aclaración
1.
No sé quién es Prather. Tal vez es un genio. Tal vez sacrifica bebés todas las noches. No hice una evaluación ad hominem. Me interesó el contenido de su discurso.
2.
Hice una traducción libre por dos razones: me cuesta mucho el acento sureño y algunas cosas las perdí, segundo privilegié el contenido tal cual lo entendí.
3.
Apenas lo escuché me acordé de una vieja nota mía, posterior a Brexit y anterior al triunfo de Trump. Ahí evalué cómo los pueblos se aferran a su cultura: su cocina, su música, su literatura, su vestimenta, sus usos y constumbres. Cómo las élites gastan enormes sumas de dinero en tratar de uniformarnos a todos. Que escuchemos la misma música en Seúl, Houston, Manchester, Quito o Quilmes. Que los edificios se parezcan. Que todos usemos la misma ropa. Digamos que han tenido un considerable éxito. Todo resguardo cultural, en el Sur de EEUU, en nuestro interior (ej. todos los fines de semana en las provincias e interior de la provincia de Buenos Aires hay fenomenales fiestas camperas que no tienen cobertura alguna en la Capital. Es más, se desnaturalizó lo que "Buenos Aires tocó" como es Cosquín, con malambeadores de botas rosas y percusionistas de batería, todos vestidos en jeans y remeras como León Gieco. Nada de giecolike en las fiestas del interior que no pasan por la TV de la capital). Esto ya lo desarrollé.
4.
Hay un punto que sólo voy a enunciar y que cuando lo tenga más claro lo desarrollaré. Kentucky hace cien años era uno de los estados más ricos de EEUU. Ahora está por mitad de la tabla, pierde población censo a censo y los estados sureños han sido discriminados permanentemente por Washington y Nueva York. Producen la energía que el norte consume. Producen la comida que el norte consume. Granjas que hace cuarenta años le daban un medio de vida a una familia extensa ahora están abandonadas porque son económicamente no rentables, mientras la gente se apila en las grandes ciudades, con toda suerte de beneficios, tanto que no sólo atraen a la gente de estos pueblos abandonados sino importan personas de Ecuador o Guatemala para que se levanten a las cuatro de la mañana y tengan su desayuno listo en el bistró frente a su oficina a las nueve de la mañana.
Me gustó mucho este monólogo porque me di cuenta que los sabelotodo que comparan Argentina con Australia o Nueva Zelanda o Canadá no sólo los tenemos que soportar nosotros. La pobre gente de Virginia o Missouri también. Sabelotodo que nunca estuvieron en Australia (yo sí). Gente que no tiene una visión macro de la cosas. Es una comparación interesada y engañosa. Lo he demostrado. Se hace muy largo traerlo aquí, pero es una comparación engañosa.
A lo que voy es otra cosa y trataré de explicarme. Siempre pensé que había una orden de Washington para llevarnos al más abyecto subdesarrollo, que no pretendiéramos salir a pelearles el liderazgo (como hizo Roca y Quintana), que ni tengamos las fuerzas, el dinero o la energía para que se nos pase semejante cosa por la cabeza (como a Roca). Para condenar a la Argentina a la pobreza. Por un lado suena a que el orden mundial se decide entre tres tipos, hay un muy buen cuento de Fontanarrosa burlándose - con mucha inteligencia y humor - de esa idea conspirativa antiargentina con origen en Washington. Pero también es cierto que hubo dos corrientes de opinión en RREE de los EEUU en la década del '50 y el sector amigo nuestro (Rockefeller) perdió y ganó el sector que decidió que America Latina debía producir la menor cantidad de problemas y ruido posible. Pero esto es sobre nosotros. Puede ser verdad o no. Osvaldo Barsky y Carlos Escudé están de acuerdo con esta teoría, otros no, pero no es de lo que quiero hablar.
Nunca me ocupé de la economía ni de la historia de EEUU. Al hacer el artículo "We the people" citado, me di cuenta que el mismo destino de retraso que sufrió América Latina, en particular los países más ricos como Argentina, Uruguay o Colombia, el mismo destino le esperaba al Sur de EEUU. De ser estados prósperos, a partir de la segunda guerra mundial, se fueron deslizando en la pobreza, en la falta de autonomía política, en la pérdida de valor patrimonial. Las familias perdieron tierras y la riqueza que se producía se monetizaba (generaba dividendos) en otro lado. Kentucky es un caso muy evidente pero no el único. Y ahí me surgió una idea que todavía no he demostrado. Que no ha sido contra nosotros. Que ha sido contra todo aquél que algún día tuviera el tupe de disputar las órdenes del eje Washington-NY-Londres.
Nosotros somos hermanos en destino de Kentucky. No lo saben ellos. No lo sabemos nosotros. Los que mandan son unos genios.
Si logramos desentrañar esto habremos dado un paso gigantesco.

Los dejo con Chad Prather. Si pueden escucharlo en lugar de leer mi pésima traducción, mejor.



CULTURA SUREÑA

Hoy me crucé con un artículo donde el autor afirma que gran parte de lo que separa a los Estados Unidos de otros países es el excepcionalismo del Sur.
Según este autor eso no es bueno.
Sí.
El excepcionalismo es malo.
Dice que es el Sur lo que nos retrasa y no nos permite ser como otros países de habla inglesa, democracias como Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
Dice que si no fuera por los efectos de la cultura sureña sobre la política de los EEUU, nosotros podríamos ser como ellos.
Aparentemente nosotros en el Sur tenemos más tendencia a la violencia, una actitud antigobierno, por lo tanto sin el Sur seríamos más seculares, más socialmente liberales [progres], más moderados.
Nuestras políticas serían más generosas y tendríamos mejores políticas sociales.
Y él tiene razón. 
Tenemos la mayor discrepancia en [los parámetros de]  movilidad social y equidad económica.
El excepcionalismo americano, amigos,...Ustedes saben que nosotros lanzamos fuegos artificiales los 4 de Julio, y creemos que somos especiales. 
Y esto debe terminar.

En la opinión del autor la culpa es del Sur.
Por lo tanto a su criterio la cultura del Sur debe ser erradicada antes [como condición sine que non] de que podamos* ser tan buenos como el resto del mundo.
Bueno, amigo, voy a contarte algo, y va a ser excepcional. 
Hay galletas y salsa sureña en Londres, Liverpool o Sussex, y ni hablemos de pollo frito en Sydney o Queensland. **
Nada tengo que decir de esos lugares. Amo esos lugares, pero déjenme decir algo sobre la excepcional costa sureña, contrariamente a la creencia popular, nosotros no buscamos a nuestras esposas en "sólo primos punto com".
Nosotros respetamos lo que es nuestro y lo que es de otros.
Nosotros sabemos que tenemos al viejo y roto lavarropas en el fondo del patio. Puede estar abandonado ahí, pero, por Dios, es nuestro y usted mejor que no lo toque.
Nos sentamos en el porche, bebemos té dulce, nuestros perros cabalgan con nosotros***. Cazamos luciérnagas en la primavera. Comemos los pescados que nosotros pescamos, y nos excitamos cuando vemos una sembradora. 
Ahora tal vez alguien deba traducirle todo esto a usted y usted no tiene por qué vivir en el sur para valorizar estas cosas, tampoco. 
Fíjese, hay rednecks por todos lados y no somos fascistas, sexistas o intolerantes, contrariamente a lo que le hayan convencido.
Escuche, hay menos de esa porquería por aquí que por cualquier otro lado, en particular las intolerancias donde ustedes están, a pesar de que se supone que ustedes son tan cultivados, sofisticados y refinados.
Podemos sentarnos alrededor del fuego y hablar estas cosas aún si no estamos de acuerdo, eso no cambiará el gusto de la cerveza que tomaremos juntos.
Bien, ahora. Fíjese, usted puede comer su panceta de tofu vegana libre de gluten pero nuestra panceta viene de un cerdo, uno muerto, y nosotros comemos lo que matamos y nosotros cultivamos nuestros vegetales, que compartimos con nuestros vecinos. Comemos nuestra sémola saltada en manteca y a veces le ponemos azúcar encima. 
Y si no le gusta...
Sí, tenemos armas, creemos en Dios y si algún ejército enemigo alguna vez trata de invadir los EEUU ustedes estarán rogándole a Dios de que Bububú Jimbo y Wayne vengan prestos a pelear.
La gente de acá se pregunta cómo será eviscerar un ser humano desde el día que despellejaron a su primer ciervo. Raro. Pero es verdad.
Miren. Sé que ustedes no cuentan con Dimitri del Upper West Side y sus jeans chupines ni cuentan con Steve y sus ansiolíticos. 
OK. 
Miren, aquí ustedes dicen que ése no es el mundo en que ustedes viven. Cierto. No es el mundo en el que ustedes viven, amigo.
Nosotros sí estamos a gusto con Dolores y su permanente [y su batón] y con Carl y su mameluco, no importa cuánto ustedes, y toda su sofisticación, quieran burlarse de ellos. Nosotros comemos el desayuno afuera servidos por una mujer con un nombre raro. Nosotros sabemos lo que algunas palabras significan [scoot]. A nosotros verdaderamente nos importan nuestros vecinos y nuestras familias y le preguntamos al cajero del banco como les va a nuestros ancianos, si se arreglan.
Nosotros comemos melaza, honeysuckle, jarabe de caña de azúcar y miel que nosotros mismos producimos. No comemos Splenda [un edulcorante artificial].
Los proveemos de bourbon a ustedes y bebemos estos antes de que se ponga el sol, con nuestros amigos, en el porche de adelante o alrededor de la pileta. Ustedes lo pueden llamar alcoholismo. Nosotros lo llamamos "la tarde". 
Así que Dios bendiga sus corazones,  cuando nos llaman atrasados, pero el movimiento de los derechos civiles nació y prosperó en las calles del Sur. Ningún nacido en Wall Street hizo absolutamente nada para producir el Cancionero de los Estados Unidos. La mayoría de la literatura de los Estados Unidos, así como la cocina y la hospitalidad ES nuestra cultura.
Algunos estúpidos irán a ver Wikipedia y verán que nací en Nueva Jersey y me dirán que no sé de qué estoy hablando y que mi acento sureño es falso. No se dan cuenta que N.J. es donde mi madre empezó con su trabajo de parto. Digo, ¿qué iba a hacer? ¿Aguantar hasta que llegara a casa? 
Ahora, si ustedes quieren ser como Gran Bretaña, pues, allá ustedes. Sean. Pero ni una sola persona que yo conozco tiene ese deseo. Si nuestro patriotismo está basado, estadísticamente, en nuestra ignorancia, bueno, estamos felices en continuar revolcándonos en nuestro despreciado excepcionalismo.
Los amo. Dios los bendiga.
Ustedes merecen SU sistema.


* * *

[*] De que los Estados Unidos puedan...
[**] Nota de Hyspasia. Da un ejemplo de la marca de la cultura culinaria del Sur de EEUU en distintas ciudades cosmopolitas del mundo.
[***] O suben a los autos con nosotros.

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