AMA DE CASA

 


Supongamos que el gobierno ofrece un salario familiar de un millón de pesos para toda esposa que no trabaja.

Autora: Iris Speroni (@SperoniIris)



Houellebecq es de esas personas que cambian al lector. Por la simple razón que ve lo que nadie puede o quiere ver.


En “Sumisión”, él plantea la posibilidad de un gobierno musulmán en Francia, el cual asume como primera minoría y recibe el apoyo de la izquierda. (Algo similar a lo que sucedió en Londres). El nuevo gobierno, en política exterior, forma inmediatamente alianzas con los países musulmanes de la costa sur del Mediterráneo, conocidos como Magreb. Son los que van desde Marruecos hasta Egipto, con lo que empiezan a armar un pan-islamismo mediterráneo.


En política interior en pocas semanas terminan con la desocupación con la fácil medida de limitar/inhibir/dificultar el empleo femenino. Logran que millones de mujeres abandonen el trabajo y con eso, rápidamente bajan los índices de desocupación. En el mundo imaginario de Houellebecq suceden varias cosas que el autor no explica pero que es moneda corriente para los economistas: la desocupación es la diferencia entre las personas que desean trabajar y las que tienen trabajo. La desocupación puede bajar, entonces, tanto porque más personas consiguen trabajo como si varias personas dejan de  desean trabajar. Eso último es lo que el imaginario gobierno musulmán francés del autor persigue: retirar millones de francesas del mercado laboral.


Ahora veamos cómo sería eso acá si alguien lo pusiera en práctica y cuáles podrían ser algunas de las consecuencias de una política que barra con la mitad de la labor femenina.


Primero. ¿Cómo sería? No por razones islámico-religiosas. La solución Houellebecq es inaplicable. 


Ahora supongamos que el gobierno ofrece un salario familiar de un millón de pesos para toda esposa que no trabaja. ¿Cuántas mujeres dejarían su empleo para ocuparse de su casa? Siempre dan el caso de las médicas, profesoras de microbiología, ingenieras y otros casos. Pero millones de mujeres trabajan de cocineras comunitarias, en maestranza, guardas de subte, trabajo doméstico, recepcionistas, administrativas, dependientes de comercio, cajeras, etc. 


¿Cuántas preferirían quedarse en su casa? 


Los últimos datos estadísticos del ANSES son del Trimestre III de 2024 (https://www.anses.gob.ar/estadisticas-de-la-seguridad-social).


En el Cuadro A.1.1. sostienen que trabajan 13.413.456 personas con distintos grados de formalidad:

Aportan al sistema integrado…………………………………. 7.338.257

Están dentro del sistema sin aporte ……………………….….387.697

Aportan a sistemas de provincias no integradas………..2.076.759

Dentro de los sistemas provinciales sin aportar……….….500.443

Autónomos……………………………………………………………..555.659

Monotributistas…………………………………………………….2.064.849

Personal doméstico…………………………………………………..489.792

    

De los más de 7 millones de empleados del sistema integrado, el 37% son mujeres (Cuadro 2.1.2.). Su sueldo promedio (que no es la mediana) era en septiembre de 2024 $ 1.239.149 (Cuadro 2.1.3.). No quiero entrar en jerga estadística (promedio, media, mediana, desviación standard, etc.) Solamente digo que es muy probable que la mayoría de esas más de dos millones y medio de mujeres ganaran hace un año mucho menos de un millón de pesos. Si abrimos los números por provincia el panorama es peor: excepto las provincias patagónicas, capital federal y provincia de Buenos Aires, todas las otras tienen sueldos por debajo del promedio nacional. (Cuadro 2.1.5.).


En cuanto a los autónomos, 26% son mujeres (Cuadro 3.2.) mientras que en monotributistas los números son parejos, 47% mujeres (Cuadro 4.2.). El personal doméstico declarado es femenino en un 97% (Cuadro 5.2.).


En total, hay 3.985.524 mujeres en el sistema integrado. Habría que sumarle un número incierto en los sistemas provinciales (que cubren a los empleados públicos de algunas provincias).


¿Cuántas de estas cuatro millones de mujeres, quienes en su mayoría ganan mucho menos de mil dólares por mes, se subirían a un colectivo una hora de ida y otra de vuelta para bancar a un jefe insoportable si tuvieran una alternativa?


"Ir a la oficina", fresco criollo, Ciudad de Buenos Aires, circa 2025.

Queda claro que hay quienes por vocación se quedarían. En otros casos los sueldos son sustancialmente más altos, como por ejemplo en el poder judicial. ¿Pero el resto?


Esta reducción de la oferta laboral obligaría entonces a subir los salarios si los empleadores quisieran cubrir determinados puestos (telefonista de médico/odontólogo, por ejemplo). Esto no (NO, NIET, NON) debería ser suplido con oferta laboral externa a.k.a. inmigración.


Desde otro ángulo, constituiría un seguro de desempleo encubierto en muchos casos. Gran parte de los empleos públicos son femeninos en áreas administrativas no de servicio (llamo servicio a la policía, hospitales, bomberos, docencia).


Ahora voy a sumar otro tema. Hace un tiempo escribí CALESITAS VACÍAS, donde digo que en los próximos años habrá una reducción sustancial de niños en todo el país lo cual tendrá su correlato en la caída de demanda de docentes.


Hay que sumar una desdichada decisión del gobierno distrital, el cual, con fines presupuestarios (o de maldad), decidió cerrar las escuelas especiales con la ubicua excusa de la “integración” que todos sabemos que es zaraza.


Esto lo hizo en la capital federal don Horacio Rodríguez Larreta, en uno de sus infinitos actos de maldad. Ahora lo lleva a cabo la provincia de Buenos Aires. Así queda demostrado que hay un plan, no importa quien gobierne. 


Ahora bien, Kicillof, bajo el aplauso de Puigróss, mostró como gran logro que a los niños se los escolarizara obligatoriamente desde los tres años. Una verdadera aberración. La justificación es que es una herramienta que permita a las madres trabajar. 


Seamos serios, ¿cuánto ganan las mamás que dejan a los niños comparado con el costo del jardín de infantes estatal? ¿No sería más barato y muchísimo mejor para niños y mujeres no gastar en jardines y que las madres cuiden a sus niños?


Esta barbaridad que propone el gobernador ya la impuso el PRO en Ciudad varios años antes.


¿Qué vamos a hacer con todas esas escuelas si no nacen niños? Otra pregunta: ¿esas señoritas cuidarán a los niños mejor que las mamás? ¿Cuánto le saldría al país un sistema difundido de home-schooling con subsidio maternal versus el costo de los sistemas educativos? Queda claro que las escuelas van a ser necesarias en la mayoría de los casos, pero aún así, estaríamos frente a un traslado masivo de los costos de enseñanza. 


Lo que pagamos por un lado lo ahorraríamos en: seguro de desempleo enmascarado como empleo público, gastos en salud asistencial (mejor alimentación y cuidado), acompañantes terapéuticos, gastos geriátricos, sistema educativo (que actualmente es una guardería para niños púberes y adolescentes), subsidios al transporte (por la caída de usuarios). 


Creo que más de uno se llevaría una sorpresa. Capaz que nos ahorramos un montón de dinero. Niños mejor alimentados, mejor educados, bañados y bien vestidos. Amados. Deportistas. Músicos. Bailarines. Pintores y escultores. Artesanos. 



Y madres muchísimo menos estresadas, que también colaboraría a la estabilidad de los matrimonios.


Lo que acabo de escribir es tan subversivo que hasta yo me asusto.


Abrazo.


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