CALESITAS VACÍAS
En sólo 6 años, los niños inscriptos en 1º grado serán la mitad de los que hay hoy.
Autora: Iris Speroni (@SperoniIris)
Estimadísimos lectores. Al principio de esta nota hay números. Les pido, por favor, que me tengan paciencia y sigan.
El año pasado, 2023, nacieron 322.072 niños en la República Argentina. Es un 41% de la cantidad de nacimientos del 2014 (la mayor cota hasta la fecha, 777.012).
En menos de una década los nacimientos cayeron a la mitad. Gracias a Mauricio Macri y Alberto Fernández, interventores que aplicaron prolijamente las políticas antinatalistas impuestas por sus mandantes.
Nacimientos 2000-2022 |
Para llegar a la misma cantidad de nacimientos que el año pasado (2023) tenemos que remontarnos al año 1938. Desde entonces nunca habíamos caído tan bajo.
Con la única diferencia que entonces no llegábamos a 10.000.000 de habitantes.
Nacimientos 1960-2022 |
Esto es, hoy, nos reproducimos ¼ que entonces. Tenemos más de cuatro veces la población de antes de la Segunda Guerra Mundial y la misma cantidad de nacimientos.
La caída de nacimientos del 2022 al 2023 fue abrupta. ¡Gracias, Alberto!
En 2022 nacieron 495.295 niños, contra 322.072 en 2023. Una caída del 35% ¡en un solo año! Para llegar a la misma cantidad de nacimientos que en 2023 tenemos que ir para atrás hasta 1964.
En el año 2000 nacieron 701.878 niños. En el año 2004, 704.609 (mucho menos que los 777.012 del año 2014, último año de gobierno completo de Cristina Fernández). A partir de ahí no pararon de caer.
A partir de aquí voy a tratar de usar la menor cantidad de dígitos posibles.
Parte de los niños que nacieron en el año 2000 entraron a la facultad estos dos últimos años.
Si nacen ahora la mitad de niños que en el año 2000, en 18 años entrarán a la facultad la mitad de niños que ahora. Todos los viejos que recibieron canonjías por “militar” el aborto estarán jubilados. Los profesores de 40 años o menos se enfrentarán a la inscripción de la mitad de adolescentes al momento de acercarse a la edad jubilatoria.
El año pasado nacieron menos de la mitad de niños que en el 2014. En sólo 6 años, los niños inscriptos en 1º grado serán la mitad de los que hay hoy. Necesitaremos la mitad de maestras. El estado se puede permitir no contratar un solo maestro más, ir jubilando a los que hay y aún así cubrir todas las vacantes.
En el año 2023 murieron más personas que las que nacieron en nuestro querido país (397.115 y 322.072 respectivamente).
¿Qué quiere decir? Que la cantidad de argentinos se va a reducir año a año.
Actualmente hay poco más de diez millones de aportantes al ANSES (sistema estadístico ANSES, septiembre 2023) y un poco menos de siete millones de beneficiarios del SIPA.
A partir de ahora se empieza a jubilar la gente nacida a final de la década del ‘50 y se incorpora la gente nacida en el año 2000.
Por ahora - más allá de los vaivenes económicos - se incorporará más gente al mercado laboral que los que se jubilen.
Esto va a durar un tiempo, hasta que se dé vuelta la ecuación.
Caída de nacimientos en la capital federal. |
Llama la atención cómo miles de porteñas y del conurbano, a las que les vendieron que son “modernas” y “de avanzada” por ser “pañuelo verde” se dedican a la docencia. Están de acuerdo con matar a su propia clientela. Están de acuerdo con acabar con su propia fuente de trabajo. Es cierto que el mundo está lleno de tarados, pero si soy dueño de una calesita no voy a estar de acuerdo con que no nazcan bebés. ¿Por qué un docente sí estaría? ¿Cuán imbécil se puede ser?
Política, economía y nacimientos
Los nacimientos en Argentina crecieron en forma sostenida durante la década del ‘90 hasta superar los setecientos mil en el año 2000 (701.818). Bajaron levemente los años 2001, 2002 y 2003, para recuperarse en el 2004 y no parar de incrementarse durante todo el kirchnerismo, al punto que el 2014 terminó con 777.012. Punto para Cristina Fernández.
A partir de allí, comenzó la debacle. En el 2016 nacieron cincuenta mil niños menos que en el 2014.
Miren esta pirámide. Si son obstetras, docentes o fabrican ropa infantil, vayan buscándose otros oficios. |
Los nacimientos comenzaron a caer hasta el patético número del 2023, un 40% del número previo a MM.
Hoy, las clases medias no tienen niños y tampoco los pobres.
Soportamos una incesante propaganda antinatalista.
Lo que parecía una burla de mal gusto, cuando Quino ninguneaba a Susanita y la contraponía a la inteligente, superada y sabelotodo de Mafalda, ahora se convirtió en la norma.
Las chicas de clase media no tienen como objetivo la maternidad.
Algunas de ellas, pocas, se acordarán cuando se acerquen a los 40.
La mejor edad para tener niños es entre los 18 y los 25 años. Bajaron abruptamente los nacimientos en esos rangos etarios. Nacen menos niños, las mujeres tienen menos hijos cada una, y además empiezan más tarde con todas las complicaciones para bebé y mamá que implica. Es un despropósito mayúsculo como sociedad.
Como ya dije, con Alberto Fernández no se votó la despenalización del aborto. Se votó un plan sistemático de exterminio de argentinos, financiado con dineros públicos.
Sistemático porque tiene: a) objetivo definido (exterminio de argentinos), b) financiación asegurada (aportes de los contribuyentes), c) responsabilidad asignadas (Tesorero del TGN, tesorerías provinciales, ministerio de salud, ministerios de salud provinciales, directores de hospitales, médicos y personal auxiliar, sistema de difusión, asistentes sociales, etc.), d) medios materiales garantizados (instalaciones hospitalarias, sueldos para el personal que asesine argentinos, compras de insumos, etc.). Todo esto con responsabilidades políticas definidas (diputados, senadores y miembros del ejecutivo) durante el gobierno de Alberto Fernández.
Nunca nadie mató tantos argentinos. Ni la Guerra del Paraguay (que fue muy dolorosa), ni los años de plomo, ni la Guerra de Malvinas.
Los políticos argentinos fingen demencia. Aceptan que la discusión es por los “derechos” (Llorente), un problema de salud (UCR capital), o estilos de vida (los medios de comunicación masivos argentinos). Nadie lo define abiertamente como el ataque de una potencia extranjera sobre la República Argentina que es de lo que verdaderamente se trata.
El plan de exterminio de bebés es un plan del Pentágono (Ministerio de Defensa de los EEUU) redactado por un conjunto de asesores ministeriales, cuyo jefe era Henry Kissinger y aprobado por el presidente de EEUU, Richard Nixon en 1974. Se llama NSSM 200, por si alguien lo quiere leer. Es público desde 1991. NSSM 200 = National Security Study Memorandum 200. Memorando de Estudio de Seguridad Nacional 200: Implicaciones del Crecimiento de la Población Mundial para la Seguridad de EE.UU. e intereses de ultramar. https://es.wikipedia.org/wiki/NSSM_200
Ante el fracaso en 1974 de imponerlo vía UNICEF (Argentina fue determinante en la derrota del Departamento de Estado de los Estados Unidos, leer a Claudia Peiró), optaron por imponerlo vía fundaciones y otras agrupaciones disfrazadas de no gubernamentales, como Open Society o IPP o Amnistía Internacional. Esta última depende del gobierno británico.
Los objetivos de IPP para 2018 eran imponerlo en Irlanda (país católico, miembro de la Unión Europea) y en Argentina. Argentina porque fue la que organizó la oposición en Bucarest en 1974 y para humillar al Papa. Lo logró en Irlanda y casi lo logra - gracias a Macri - en Argentina. Dos años después Alberto Fernández junta los votos necesarios. Tuvo muchos cómplices.
Futuro
Tenemos muchos problemas graves en Argentina. Una deuda que hay que deshacer, lo más rápido posible, ya que nos drena toda posibilidad de acumular capital y prosperar.
Debemos poner en marcha el país y eso sólo se va a lograr dándole rienda suelta al campo, cosa que ningún partido político lo tiene como objetivo, que es como decir que ningún partido político tiene como prioridad hacer crecer al país.
La salud y la educación están colapsadas. El estado no funciona. La AFIP nos sofoca.
Todos esos problemas gravísimos empalidecen frente a la reducción de nacimientos.
Eva Perón dijo en su discurso a enfermeras recién recibidas que con cada bebé que asesinaran, mataban a un soldado de la Patria. Ahí se entiende por qué potencias extranjeras promueven el aborto en terceros países.
Nada, nada es más importante que nuestra propia subsistencia. Tener niños - “nuestra posteridad” - es un mandato constitucional.