AGENTE SECRETO FAUCI

El jefe del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) recurre a la CIA para extender el encubrimiento


Autor: Lloyd Billingsley

@amgreatness

Nota Original: https://amgreatness.com/2023/10/09/secret-agent-fauci/


El Dr. Anthony Fauci, durante mucho tiempo director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), realizó una vez una visita clandestina a la Agencia Central de Inteligencia. El representante Brad Westrup, presidente del Subcomité sobre la Pandemia de Coronavirus, quiere saber si Fauci logró obtener el apoyo de la CIA para su afirmación de que la pandemia surgió de forma natural, lo que él llama “origen próximo”. El senador Rand Paul, un médico que ha pedido una investigación criminal de Fauci, describe las posibilidades.

Es posible que el Dr. Fauci haya “convencido a la CIA de ocultar deshonestamente el origen del COVID en el laboratorio”. También es posible que “la CIA convenciera a Fauci de ocultar el origen del COVID en el laboratorio”. O, como lo ve Paul, “una entidad externa o una persona con recursos monetarios ilimitados convenció a Fauci de influir en la CIA para ocultar el origen del COVID en el laboratorio”. A estas alturas eso debería ser obvio para todos, excepto para los que están deliberadamente ciegos. Incluso el FBI ahora se inclina por el origen del laboratorio, y la evidencia es sólida.

El Dr. Fauci financió el Instituto de Virología de Wuhan para realizar investigaciones sobre ganancia de función que hacen que los virus sean más letales y transmisibles. El WIV, a su vez, recibió envíos de patógenos mortales por cortesía del Dr. Xiangguo Qiu, el ciudadano chino que dirigió la unidad de patógenos especiales en el Laboratorio Nacional de Microbiología de Canadá. En 2017 y 2018, Qiu realizó al menos cinco viajes al laboratorio de Wuhan.

El origen del laboratorio era obvio para científicos médicos como el Dr. Kristian Andersen de Scripps Research. Fauci lo presionó para que cambiara su visión hacia la teoría del origen próximo, que es especulación, no ciencia. El exdirector de los CDC, Robert Redfield, encontró pruebas de origen de laboratorio y recibió amenazas de muerte. No hay noticias de ninguna investigación por parte del FBI, y no sorprende que la CIA colabore con Fauci.

A petición de Antony Blinken y la campaña de Biden, la “comunidad de inteligencia” persuadió a unos 50 funcionarios, incluido el exjefe de la CIA John Brennan, para que dijeran que la computadora portátil de Hunter Biden era “desinformación rusa”. Según el representante Westrup, la agencia ofreció a seis analistas de la CIA importantes incentivos financieros para que concluyeran que el resultado de su investigación no era concluyente.

Esos fondos podrían haber provenido del Dr. Fauci, quien tenía un presupuesto del orden de 6 mil millones de dólares. Como jefe del NIAID desde 1984, Fauci controlaba tanto la política de salud pública como el gasto en investigación médica, una enorme concentración de poder. Considere la experiencia del Dr. Jonathan Fishbein, un funcionario de los NIH despedido por Fauci por exponer sus peligrosos experimentos con drogas.

Tratar con Tony Fauci es como lidiar con el crimen organizado”, dijo Fishbein a Robert F. Kennedy Jr. en The Real Anthony Fauci. “Él es como el padrino. Tiene conexiones en todas partes. Siempre tiene personas a las que les da dinero en posiciones poderosas para asegurarse de que se salga con la suya, de que consiga lo que quiere”. A pesar de los esfuerzos de Fauci, el origen del laboratorio no logró desaparecer.

En 2021, Biden ordenó a la comunidad de inteligencia que lo investigara, pero los resultados no fueron concluyentes. “Existe información crítica sobre los orígenes de esta pandemia en la República Popular China”, dijo Biden en un comunicado. "Los funcionarios del gobierno de China han trabajado para evitar que los investigadores internacionales y los miembros de la comunidad mundial de salud pública accedan a él".

Según el fallecido Angelo Codevilla, un veterano miembro de la Comunidad de Inteligencia del Senado, la inteligencia estadounidense tiene pocos activos en China, humanos o técnicos, capaces de proporcionar información sobre el laboratorio de Wuhan. Por otro lado, el Servicio de Inteligencia Epidémica (EIS), la “CIA médica” de los CDC, está bien preparado para la tarea.

La misión del EIS es evitar que las epidemias lleguen a suelo americano. La intrépida EIS no logró impedir que el virus Covid llegara a Estados Unidos, y su fracaso no ha sido objeto de investigación. A principios de 2020, la Dra. Nancy Messonnier, veterana de EIS y hermana de Rod Rosenstein, ofreció una serie de conferencias de prensa que se hicieron eco fielmente de los temas de conversación de China.

“Estamos orgullosos de nuestra capacitación y servicio en el EIS, promoviendo la misión vital de los CDC de proteger la salud del pueblo estadounidense”, afirma una “Carta abierta del 14 de octubre de 2020 escrita por funcionarios pasados ​​​​y presentes del Servicio de Inteligencia Epidémica, en apoyo de los CDC. " Como explica la carta, “la epidemia estadounidense se sustenta en cadenas de transmisión mortales que atraviesan todo el país”.

La carta no explica cómo la mortal epidemia logró escapar de la intrépida EIS, aterrizar en Estados Unidos y recorrer todo el país. Los firmantes “expresan nuestra preocupación por la ominosa politización y silenciamiento de la agencia de protección de la salud del país durante la actual pandemia de COVID-19”.

En realidad, los CDC guardaron todo menos silencio, excepto sobre las conexiones con el EIS de la Dra. Nancy Messonnier, su principal portavoz sobre la pandemia. La conferencia de 2013 a la que asistió proporciona información sobre la CIA médica de los CDC.

“Cincuenta y siete de los nuevos oficiales son mujeres (70 por ciento) y 12 son ciudadanos de otras naciones (15 por ciento)”, explica Douglas H. Hamilton, director de la división de ciencias aplicadas del EIS. "Además de Estados Unidos, los funcionarios de este año representan a Camboya, China, Kenia, Mongolia, Nepal, Nigeria, Perú, Corea del Sur, Taiwán, Uganda y el Reino Unido". (énfasis agregado)

Resulta que el Servicio de Inteligencia Epidémica de los CDC es en realidad un organismo multinacional que incluye “funcionarios” de la República Popular China. Los estadounidenses asediados podrían preguntarse qué intereses de nación representan los funcionarios chinos del EIS, y si alguno estuvo en el “equipo” de los CDC que trabajó con China durante muchos años.

Al investigar el eje NIAID-CIA, el comité del representante Westrup debería incluir el EIS, que ha escapado a la investigación. También lo ha hecho el Dr. Fauci, el máximo responsable de la catástrofe de Covid, y muchos más. La próxima administración debería aceptar el llamado del senador Paul a favor de una investigación criminal.


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THE REAL ANTHONY FAUCI
Robert F. Kennedy Jr.

LA INDUSTRIA FARMACÉUTICA Y RFK JR. - SEGUNDA Y ÚLTIMA PARTE



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Secret Agent Fauci

Dr. Anthony Fauci, longtime director of the National Institute of Allergy and Infectious Diseases (NIAID), once paid a covert visit to the Central Intelligence Agency. Rep. Brad Westrup, chairman of the Select Subcommittee on the Coronavirus Pandemic, wants to know if Fauci succeeded in gaining CIA support for his contention that the pandemic arose naturally in the wild, what he calls “proximal origin.” Sen. Rand Paul, a medical doctor who has called for a criminal investigation of Fauci, outlines the possibilities.

Dr. Fauci may have “convinced the CIA to dishonestly obscure the lab origin of COVID.” It is also possible that “the CIA convinced Fauci to obscure the lab origin of COVID.” Or, as Paul sees it, “An outside entity or person with unlimited monetary resources convinced Fauci to influence the CIA to obscure the lab origin of COVID.” By now that should be obvious to all but the willfully blind. Even the FBI now inclines to the laboratory origin, and the evidence is strong.

Dr. Fauci funded the Wuhan Institute of Virology to conduct gain-of-function research that makes viruses more lethal and transmissible. The WIV, in turn, received shipments of deadly pathogens courtesy of Dr. Xiangguo Qiu, the Chinese national who headed the special pathogens unit at Canada’s National Microbiology Laboratory. In 2017 and 2018, Qiu made at least five trips to the Wuhan lab.

The lab origin was obvious to medical scientists such as Dr. Kristian Andersen of Scripps Research. Fauci pressured him into changing his view to the proximal origin theory, which is speculation, not science. Former CDC director Robert Redfield found evidence of a laboratory origin, he got death threats. No word of any investigation by the FBI, and no surprise that the CIA would collaborate with Fauci.

At the request of Antony Blinken and the Biden campaign, the “intelligence community,” persuaded some 50 officials, including former CIA boss John Brennan, to say that Hunter Biden’s laptop was “Russian disinformation.” According to Rep. Westrup, the agency offered six CIA analysts significant financial incentives to conclude that the result of its investigation was inconclusive.

Those funds could have come from Dr. Fauci, who commanded a budget in the range of $6 billion. As NIAID boss since 1984, Fauci controlled both public health policy and spending on medical research, a huge concentration of power. Consider the experience of Dr. Jonathan Fishbein, an NIH official fired by Fauci for exposing his dangerous drug experiments.

“Dealing with Tony Fauci is like dealing with organized crime,” Fishbein told Robert F. Kennedy Jr. in The Real Anthony Fauci. “He’s like the Godfather. He has connections everywhere. He’s always got people that he’s giving money to in powerful positions to make sure he gets his way, that he gets what he wants.” Despite the efforts of Fauci, the lab origin failed to go away.

In 2021, Biden ordered the intelligence community to look into it, but the results were inconclusive. “Critical information about the origins of this pandemic exists in the People’s Republic of China,” Biden said in a statement. “Government officials in China have worked to prevent international investigators and members of the global public health community from accessing it.”

According to the late Angelo Codevilla, a veteran staffer of the Senate Intelligence Community, U.S. intelligence has few assets in China, human or technical, capable of rendering information on the Wuhan lab. On the other hand, the Epidemic Intelligence Service (EIS), the CDC’s “medical CIA” is well suited for the task.

The mission of the EIS is to prevent epidemics from arriving on American soil. The intrepid EIS failed to stop the Covid virus from arriving stateside, and their failure has not been subjected to investigation. In early 2020, EIS veteran Dr. Nancy Messonnier, the sister of Rod Rosenstein, delivered a series of press briefings that faithfully echoed China’s talking points.

“We are proud of our training and service in the EIS, promoting CDC’s vital mission to protect the health of the American people,” claims an October 14, 2020 “Open Letter by Epidemic Intelligence Service Officers Past and Present – in Support of CDC.” As the letter explains, “the US epidemic is sustained by deadly chains of transmission that crisscross the entire country.”

How the deadly epidemic managed to escape the intrepid EIS, land stateside, and crisscross the entire country the letter does not explain. The signers “express our concern about the ominous politicization and silencing of the nation’s health protection agency during the ongoing COVID-19 pandemic.”

In reality, the CDC was anything but silent – except on the EIS connections of Dr. Nancy Messonnier, their major mouthpiece on the pandemic. The 2013 conference she attended provides enlightenment on the CDC’s medical CIA.

“Fifty-seven of the new officers are women (70 percent), and 12 are citizens of other nations (15 percent),” explains Douglas H. Hamilton, director of the EIS division of applied science. “Besides the United States, this year’s officers represent Cambodia, China, Kenya, Mongolia, Nepal, Nigeria, Peru, South Korea, Taiwan, Uganda, and the United Kingdom.” (emphases added)

As it turns out, the CDC’s Epidemic Intelligence Service is actually a multinational body that includes “officers” from the People’s Republic of China. Embattled Americans might wonder which nation’s interests the Chinese EIS officers represent, and if any were on the CDC “team” working with China for many years.

While looking into the NIAID-CIA axis, Rep. Westrup’s committee should include the EIS, which has escaped investigation. So has Dr. Fauci, the person most responsible for the Covid catastrophe, and a lot more. The next administration should take up Sen. Paul’s call for a criminal investigation.



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