LA VIDA QUE QUEREMOS

Pocos referentes aportaron contenido de ideas y propuestas.

Autor: Juan Martín Perkins  

Todos los medios hablan de una campaña muy mediocre. Algunos usaron la palabra “decadente”… como si tuvieran sus redacciones en Suiza, cerca de la tumba de Jorge Luis Borges, en esa manía de siempre hablar de lo que ocurre en el país, como si nosotros los ciudadanos viviéramos en Ginebra.

Acabo de ver el video de Cinthia Fernández, bailando tango lésbico frente al congreso y mostrando algunas de sus atribuciones que la hicieron famosa, sin dejar dudas sobre el suceso político que representará su paso por la legislatura. Será una Fernández más.

Tolosa Paz se sumó con lo del “garche'' y durante toda la semana gozó de una altísima exposición en todos los medios, donde cabe aclarar, apabulló a cuanto periodista la entrevistó… especialmente a Majul, quien aún sigue tartamudeando.

Podría seguir citando casos puntuales porque hasta se robaron a Messi..., la metodología ha sido transversal y ha dejado pocas excepciones. 

Pocos referentes aportaron contenido de ideas y propuestas. Como si a nadie le importara salir de la crisis moral en la que estamos, la ciudadanía no atiende mucho las voces moralistas que recitan los principios abandonados.  La alianza político-mediática hace lo posible por acallarlos. Candidatos como Gómez Centurión, no figuran en las encuestas. ¿los ciudadanos no tenemos nada que ver?

Los medios y los partidos mayoritarios, saben lo que consumimos y eso nos ofrecen.

Miden nuestras preferencias y no dicen nada que no nos guste escuchar. Recitan nuestras mentiras predilectas e interpretan nuestros actos más bizarros. Son como nosotros, compartieron nuestra cuna, no son importados de trucholandia.

En el caso del sector agropecuario. Para la opinión publicada, vendría a ser oligarca descendiente del granero del mundo, la oligarquía vacuna aristocrática que apoyó los golpes militares y toda esa sanata con la que el relato progre describe a la gente de campo.

Eso es lo que dice el relato progre para poder saquear con autoridad moral y quedarse con los campos a medida que nos vamos fundiendo.

Denostan al campo, pero se compran uno apenas pueden... y enseguida fundan una cabaña o haras de caballos criollos.

Mientras nos mantienen cargados de culpa y vergüenza y educan a nuestros hijos en el relato, vienen en sus aviones a reacción y los dejan en el aeródromo a la vista de todos, visitan sus campos, (uno es mi vecino), se asocian a la rural que los recibe con los brazos abiertos muy democráticamente. 

¿Me seguís en el razonamiento? Tenemos algo que ver…. ¿no?

Esta semana, Marcó del Pont, hizo zafar a Cristóbal López porque consideró que no es delito afanarse 8.000 millones (de los de hace 10 años). Eso si, a vos intentó cobrarte un aumento en el monotributo retroactivo a enero.

Así entienden la igualdad ante la ley, artículo 16 de la CN.

Viendo la campaña electoral… ¿no te parece que nosotros tenemos algo que ver? Somos los destinatarios del mensaje. ¡Y votamos!

Sigo con el sector agropecuario y su síndrome de Estocolmo, ahora parece que una entidad de la Mesa de Enlace se va a retirar del Consejo Agroalimentario. Es una farsa por donde lo mires desde el minuto cero, ¿se dan cuenta ahora con la ganadería dinamitada? Aleluya! 

Mientras tanto, De Mendiguren, Tapia, Ruete… ya se metieron en la comisión directiva de la SRA. Juegan al diálogo, mientras paga el de siempre, el productor que invierte y trabaja.

Cuánta razón tiene Mirtha… “como te ven te tratan, si te ven mal, te maltratan”.

El gobierno, la oposición, los medios y la paupérrima campaña electoral, son justos a nuestra medida… Las elecciones son una oportunidad para empezar a cambiar.

Demandemos algo más que culos, garche y una botella cortada de fernet. 

Vamos argentinos, un poquito más.

Juan Martín Perkins. 

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