TODO LO QUE VA, VUELVE
La
ley de acción y reacción de Newton afirma que si un cuerpo
actúa sobre otro con una fuerza (acción),
este reacciona contra aquél con otra fuerza de igual valor y dirección, pero de
sentido contrario (reacción).
Desde Max Weber podemos aplicar este principio a la sociología, pero también a
la economía.
Cuando
se hace un análisis de un tema en geopolítica, se lo debe examinar apartando
las subjetividades. - el punto de vista personal del observador. - Ser lo más
objetivo posible en un intento de entender mejor el conflicto, y, si se puede,
aportar elementos para su resolución.
En
el 2014, con el conflicto Crimea, Euromaidan y Donbas, occidente liderado por
EEUU aplico más de 3.500 sanciones económicas contra Rusia, desde el nuevo conflicto
en Ucrania se sumaron unas 1.500 sanciones nuevas, algunas de dudosa legalidad
en los Derechos Internacional Privado y Público ¿doblegaran a Rusia o será un
bumerang?
Si
tomamos como referencia lo ocurrido desde la anexión de Crimea hasta hoy, vemos
que por el contrario el Kremlin no solo no se retiró de Crimea, ante la presión
de esas sanciones. si no que reconoció a la República Popular de Donetsk y la república popular
de Lugansk e intervino en Ucrania, donde prosigue una ofensiva militar iniciada
el jueves 24 de febrero de
2022.
Las
sanciones de los países de la UE y EEUU, que en principio se dice van dirigidas
al gobierno de Rusia que preside Vladímir Putin, afectara sin lugar a dudas la
población rusa en general. A las medidas que venían siendo impuestas desde
2014, la UE sumo nuevas en el momento del reconocimiento ruso a las “Repúblicas
populares del Donbas” comenzando su aplicación el 22 de febrero de 2022.
Tres
días después, el 25 de febrero, con la ofensiva rusa en Ucrania ya iniciada se
anuncian nuevas medidas sancionatorias, siendo una de las primeras el cierre
del espacio aéreo en Europa a los aviones rusos de las compañías comerciales
públicas y privadas, Rusia contesto con medidas recíprocas.
En
definitiva, entre el 22 de febrero hasta el 9 de marzo de 2022 la UE aplicó más
de 500 sanciones, Suiza 400, EEUU unas 300, y otros países entre los que se
encuentran Japón, Reino Unido, Corea de Sur Etc. otras 300 sanciones. Algunas
de suma importancia, como el anuncio de Alemania de paralizar el gasoducto
Nordstream II y otras tan ridículas y vánales como prohibir la lectura del
autor ruso de la segunda mitad del siglo XIX Dostoievski en una Universidad de
Italia.
Estas
sanciones se aplican de diversas formas, prohibición de transacciones bancarias,
bloqueo por congelamiento de activos, bloqueo de acceso a créditos
internacionales, etc. Entre las medidas de sanción financiera más comentada está
la de desconexión de por lo menos siete grandes bancos rusos del sistema SWIFT
(Society for World Interbank Financial Telecommunication). Por el momento se
trataría de los siguientes bancos; VTB Bank, Otkritie Bank, Novikombank, Promsvyazbank, Rossiya Bank, Sovcombank, VEB.RF
(ex-Vnesheconombank, VEB).
Todos
los días tanto EEUU como la UE van sumando sanciones, incluso muchos medios de
comunicación o difusión rusos fueron sacados del aire, bloqueados en las
denominadas redes sociales o censurada la información que podían emitir o
reproducir, se llegó a prohibir la participación de Rusia en casi todas las
competencias deportivas internacionales, por lo menos en Occidente.
Además,
varias empresas internacionales anunciaron la suspensión de sus actividades en
Rusia. Como afirmó el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, Estados Unidos
declaró una guerra económica contra Rusia que está librando de facto, afirmando que el gobierno ruso
va a “hacer lo que mejor convenga a
nuestros intereses”.
El
efecto de esta batería de sanciones en todos los ámbitos, comenzó a notarse en
varios indicadores de la economía rusa, en primer lugar, haciendo que la moneda
rusa, el Rublo caiga muy fuerte contra el Dólar estadounidense. Ante esta
situación las autoridades de Rusia tomaron varias medidas.
Entre
otras se anunció la suba de la tasa de interés del 10% al 20% y limitar la
trasferencia de divisas al extranjero asumiendo el costo que estas medidas
tienen, y seguirán teniendo, de prolongarse la guerra, en la economía rusa. Las
autoridades rusas, confían en que el país puede soportarlas, en la prevención
que Rusia seria sancionada, en su política de comercio exterior se hizo en los
últimos años, una campaña de diversificación de clientes.
Este
dimensionamiento de su política de exportaciones, piensan en el Kremlin,
produciría un efecto “bumerang” para muchos de los países sancionadores,
produciendo la reacción rusa a la acción de sancionar, donde temas como la
desconexión de bancos rusos al sistema SWIFT produce como reacción la creación
de otro sistema internacional de pagos, para el que ya cuenta con un convenio
con Pekín.
La
vieja idea de China, de restar peso a los pagos internacionales en dólares,
encuentra ahora en los rusos impulsores obligados que pretende aprovechar. Es
en ese contexto es que China impulsa su propio sistema de intercambio
interbancario, con miras a desligarse de la dominación financiera
estadounidense, del Sistema de
Pagos Interbancarios Transfronterizos (CIPS, por sus siglas en inglés).
Recordemos
que Rusia con 17.13 millones de Km2 es el país más extenso de la tierra, con
capacidad para producir y exportar diversas materias primas, energías e incluso
alimentos. Los efectos a corto plazo a nivel mundial de esta “guerra” comercial
ya se reflejan en el aumento considerable en el precio de varios insumos, como
el aluminio, el trigo y sobre todo los hidrocarburos, de todos esos rubros,
claves en la economía del mundo, Rusia es el primer o segundo exportador en su
caso.
Como
venimos diciendo más arriba, la promoción en la diversificación de clientes del
mercado exterior ruso que se viene incrementado desde hace años, con más la
sustitución de importaciones en Rusia mediante productos industriales rusos,
obligada por las presiones desde 2014, son las previsiones que se adoptaron
para enfrentar la crisis, porque los rusos ya preveían que iban a ser
sancionados.
Los
acuerdos para la construcción del nuevo gasoducto con China, las ventas de
trigo a Pakistán, casi un 10% de su producción, hacen que, si Occidente se
niega a comprar materias primas rusas, el Kremlin piense que las exportara a
otros destinos, logrando amortiguar el impacto de las sanciones que se le
impusieron.
Mientras
EEUU y la UE piensan que profundizando las sanciones se puede doblegar a Rusia e
incluso, provocar malestar popular producto de una crítica situación económica
posibilitaran un deterioro de la actual administración rusa presidida por Putin
cambiando el gobierno y el paradigma de un Nación entera.
Los
analistas no podemos hacer futurología, el futuro siempre está inmerso en la
incertidumbre, pero si podemos recordar la historia y en función de los hechos
históricos presumir como podrían desarrollarse escenarios futuros. Recordemos
que este tipo de medidas sancionatorias, siempre tuvieron poco efecto en el
mundo y rara vez han conseguido sus objetivos.
Muchas
veces fueron impuestos por países poderoso contra naciones aparentemente
débiles y se logró poco efecto o el efecto contrario al pretendido, con más
razón si se trata de sancionar a un país tan grande como Rusia que puede
producir gran parte de sus alimentos y bienes industriales.
Propiciar,
con sanciones internacionales el desequilibrio micro-económico de una población
con medidas que afectan su diario vivir, muchas veces en la historia de la
humanidad logran cambiar una opinión pública, pero no en el sentido que se
pretende sino todo lo contrario, sobre todo si se trata de una sociedad como la
rusa que tiene una amplia experiencia en situaciones sociales acuciantes.
Marcos Kowalski