RACISMO Y ABORTO - ABORTO, CAPRICHO BURGUÉS - ALVEDA KING sobrina de MARTIN LUTHER KING

 

Los ojos de los aborteros están sobre nosotros.

Autora: Dra. Alveda King

Traductora: Hyspasia

Nota original: https://www.washingtontimes.com/news/2009/jul/20/the-abortionists-eye-is-on-us/

Texto original en inglés al pie.

Nota de la traductora: La Dra. King es sobrina del finado Martin Luther King.

Columna de opinión aparecida en el Washington Post.

Déjenme comenzar haciéndoles saber que dos de los cincuenta millones de niños [N. de T.: en EEUU] que nos quitaron los abortistas o aborteros desde 1973 son míos. Todavía puedo verlos con el ojo de m mente.

Como muchas mujeres negras, hubo una época en la que le creía al médico cuando me dijo que los bebés no eran más que "tejido celular". Quería creerle. Eventualmente, me di cuenta de que estaba equivocada, de que yo era la segunda víctima del aborto. Me arrepiento y encontré curación gracias a Dios. Hoy, trabajo en el movimiento de los derechos civiles de este siglo XXI, el derecho de cada individuo, cualquiera sea su raza, de vivir.

Le pido que se una a mí. Déjeme contarlo por qué. El aborto y el racismo son demonios gemelos, nacidos de la misma mentira. Mientras el racismo hoy se oculta de la faz pública, el aborto cumple objetivos que el racismo sólo podía soñar. Juntos, los abortistas están destruyendo la humanidad en general y la comunidad negra en particular.

El aborto se ha llevado un horrible número de víctimas en la comunidad negra de EEUU, matando más personas que el SIDA y el crimen sumados. Alrededor de 14 millones de bebés negros han sido abortados desde 1973 cuando la Corte Suprema de Justicia de EEUU, en el caso Roe vs. Wade legalizó el aborto en cualquiera de los estadíos de embarazo en los 50 estados. Eso es cerca de un tercio de todos los negros que viven en los EEUU hoy.

Según las estadísticas de la propia industria del aborto, las mujeres negras son 4,8 más propensas a abortar que las mujeres norteamericanas blancas no hispánicas. Los negros comprenden el 13% de la población norteamericana, sin embargo constituyen el 37% de los abortos.

Cuando aparecen disparidades raciales como las citadas en otros rubros como el empleo y la educación, alcanza para concluir que existe racismo institucionalizado y discriminación en nuestras empresas y colegios. ¿Por qué deberíamos aplicar un criterio diferente a la industria del aborto?

Racismo y aborto son gemelos

El racismo surge de la mentira según la cual algunos seres humanos son menos humanos que el resto. Es una falsedad egocéntrica que corrompe nuestras mentes para hacernos creer que tenemos razón en tratar a otros como no querríamos ser tratados. Lo mismo sucede con el aborto.

El racismo oprime a las víctimas, pero también involucra a los opresores, que deben anestesiar a sus conciencias con más y más mentiras hasta que se vuelven prisioneros de sus propias mentiras. No pueden enfrentar la verdad de la igualdad humana porque les revela el horror de las injusticias que cometen. Mientras las víctimas mueren físicamente, los victimarios mueren espiritualmente. Lo mismo sucede con el aborto.

El racismo es una manera de ganar una ventaja a expensas de otra persona. La esclavitud y las plantaciones puede ser que hayan desaparecido, pero el racismo todavía nos permite mirar a aquellos que pueden disputar nuestras ganancias financieras como algo menos que nuestros pares. Lo mismo sucede con el aborto.

Una mayoría, tal vez del 75%, de las clínicas que practican abortos se hallan en áreas con alto porcentaje de población que pertenece a minorías étnicas. Los apologistas del aborto dirán que es porque quieren servir a los más pobres. Usted no sirve a los pobres quitándoles su dinero a cambio de matar a sus niños.

El movimiento abortista en este país  [EEUU] lo comenzó Margaret Sanger, la fundadora de la organización hoy conocida como Planned Parenthood. La señorita Sanger era muy abierta al decir que quería "más niños sanos y menos enfermos". Los enfermos, lo dejó en claro, eran los negros y los blancos pobres. No tuvo ningún prurito en dar conferencias en 12 reuniones del Ku Klux Klan. Como comento en el nuevo film "Maafa 21" (producido por Life Dynamics Inc.) tenía como objetivo los negros en sus campañas eugenésicas.

¿Significa que un expreso pasado racista que la industria del aborto es racista hoy en día? Consideremos que siete oficinas de Planned Parenthood aceptaron públicamente que recibían donaciones con fondos condicionados para la práctica de abortos exclusivamente de bebés negros. Las grabaciones de las llamadas telefónicas a Planned Parenthood congelan la sangre. ¿Por qué algunas oficinas de la organización están dispuestas a tomar dinero en base a raza?

Los abortos apuntan en forma desproporcionada a la población negra, pero afecta a todo el mundo. Como mi tío, Martin Luther King, escribió desde su cárcel de Birmingham, "La injusticia en cualquier lado es una amenaza a la justicia en todos lados". El aborto es un ataque a la familia y a la humanidad que nos une a todos.

Mi tío Martin también escribió: "El Negro no puede ganar si está dispuesto a vender el futuro de sus hijos a cambio de su confort personal inmediato". Esas palabras todavía son verdaderas. Después de todo, ¿cómo puede soñar en sobrevivir si le dejamos que nos quiten nuestros niños?

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La Dra. Alveda King es una pastora protestante y es la directora de la rama de Extensión de Afroamericanos de Pastores por la Vida. Es la sobrina del pastor Martin Luther King.

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The abortionist’s eye is on us

OPINION:

Let me begin by telling you that two of 50 million children taken away by abortionists since 1973 were mine. I can still see them in my mind’s eye.

Like many black women, I once believed the doctor who told me my babies were no more than “a blob of tissue.” I wanted to believe it. Eventually, I realized I was wrong, that I was a secondary victim of abortion. I repented and found healing through God. Today, I work in the civil rights movement of the our century — the right of every one of every race to live.

I am asking you to join me. Let me tell you why. Abortion and racism are evil twins, born of the same lie. Where racism now hides its face in public, abortion is accomplishing the goals of which racism only once dreamed. Together, abortionists are destroying humanity at large and the black community in particular.

Abortion has taken a gruesome toll on the black community, killing more than AIDS and crime combined. Some 14 million black babies have been aborted since the 1973 U.S. Supreme Court Roe v. Wade decision that legalized abortion in all stages in all 50 states. That’s equal to one-third of the number of blacks living today.

By the abortion industry’s own statistics, black women are 4.8 times more likely to abort than are non-Hispanic white women. Blacks comprise about 13 percent of the population, yet have 37 percent of all abortions.

When dramatic racial disparities like these appeared in employment and education, it was enough to conclude that institutionalized racism and discrimination were present in our corporations and colleges. Why should we apply a different standard to the abortion industry?

Racism and abortion are twins in many other ways.

Racism springs from the lie that certain human beings are less than fully human. It’s a self-centered falsehood that corrupts our minds into believing we are right to treat others as we would not want to be treated. So it is with abortion.

Racism oppresses its victims, but also binds the oppressors, who sear their consciences with more and more lies until they become prisoners of those lies. They cannot face the truth of human equality because it reveals the horror of the injustices they commit. While victims die physically, practitioners die spiritually. So it is with abortion.

Racism is a way to gain economic advantage at the expense of others. Slavery and plantations may be gone, but racism still allows us to regard those who may keep us from financial gain as less than equals. So it is with abortion.

A majority, perhaps as many as 75 percent, of abortion clinics are in areas with high minority populations. Abortion apologists will say this is because they want to serve the poor. You don’t serve the poor, however, by taking their money to terminate their children.

The abortion movement in this country was started by Margaret Sanger, the founder of an organization known today as Planned Parenthood. Ms. Sanger was quite open that she wanted “more children from the fit, less from the unfit.” The unfit, she made clear, were blacks and poor whites. She had no qualms about speaking to as many as 12 Ku Klux Klan meetings. As I discuss in the new film, “Maafa 21” (produced by Life Dynamics Inc.), she targeted blacks in her eugenics-based campaigns.

Does an overtly racist past mean that the abortion industry is racist today? Consider last year’s widely reported account of seven Planned Parenthood offices that agreed to accept a donation on the sole condition that the money only be used to abort black babies. The recordings of the phone calls to Planned Parenthood are chilling. Why were some offices of the organization willing to take money based on race?

Abortion targets blacks disproportionately, but it affects everyone. And as my uncle, Martin Luther King, wrote from the Birmingham jail, “[i]njustice anywhere is a threat to justice everywhere.” Abortion is an attack on the family and the humanity that unites us all.

My Uncle Martin also wrote: “The Negro cannot win if he is willing to sell the future of his children for his personal and immediate comfort and safety.” Those words are still true today. After all, how can the dream survive if we let them take our children?

Dr. Alveda King is a pastoral associate and the director of African American Outreach of Priests for Life. She is the niece of Martin Luther King.