BAILA EL MONO


 Hipócritamente, hoy hasta el kirchnerismo chilla por eliminar retenciones.


Autor: Juan Martín Perkins   



El domingo compré el diario después de mucho tiempo, cada tanto es bueno tomar el pulso de las editoriales y tener papel para prender el fuego.


Lapidarias y cansadoras peroratas, todos golpes bajos en línea con las quejas de algunos referentes del campo en redes.


Como miembro del grupo de productores autoconvocados original, el fundado en 2008 que produjo el “Manifiesto” que sentó nuestras bases consensuadas en las asambleas de Monte Maíz, Santa Fe y Salto 1 y 2, no estoy sorprendido.


El mayor logro autoconvocado fue instalar la lucha por la “eliminación” de las retenciones en un contexto de libertad de mercados sin subsidios ni compensaciones. 


Hoy está clara la obviedad de que son un ROBO, pero no era fácil en aquellos años en que el pensamiento mayoritario de raíz socialista consideraba a las retenciones y al dirigismo e intervención de los mercados como una herramienta de política económica. Nada fácil era hablar de libertad cuando la Federación Agraria de Buzzi pedía segmentar retenciones y las demás gremiales callaban, otorgando la razón al discurso de la “corrección política”.


Durante 15 años aramos en el mar, y estábamos por pasar a la historia, cuando apareció Milei a recitar nuestras ideas.


Hipócritamente, hoy hasta el kirchnerismo chilla por eliminar retenciones.


Moreno, el que cantaba que nosotros los gorilas íbamos a pagar las retenciones del gobierno nacional y popular, nuevamente abrazado a Máximo Kirchner, ahora lucha por los “intereses de la producción”.


Ahora que el ladrón es Milei, el argumento se ha vuelto tema de campaña electoral para romper el equilibrio fiscal.


Mientras, Pino cita a Bergoglio en la rural con frases colectivistas y nos recuerda que “nadie se salva solo”, me imagino la sensación de salto al vacío y soledad del presidente Milei al escuchar desvaríos socialistas, aunque nadie los crea.


Impulsar un cambio radical con ideas que nadie de su entorno cercano comparte y la gran mayoría de su gobierno rechaza por ideología es casi imposible, pero imprescindible.


Oigo por allí que la gente cambió y que ya no hay vuelta atrás. Es mentira.


Nadie está dispuesto a aceptar las dificultades, saludan y aplauden a la motosierra, pero en la casa del vecino, con la mía no se metan.


La soledad a la hora de pagar el costo político por el camino recorrido desde un lugar que ya nadie recuerda, es toda a cuenta de la imagen presidencial que acechan los buitres.


Está comprobado que la memoria en política no tiene alcance superior a los 6 meses, nadie recuerda más allá, aunque se trate del infierno.


Hoy no mueve el amperímetro haber bajado la inflación al 1,5%, que el dólar esté estable dentro de una banda, que el riesgo país haya bajado a 700 puntos, que el país crezca al 5%, que la pobreza haya bajado 15 puntos, que se haya salido parcialmente del cepo y tener superávit fiscal, hoy no mueve el amperímetro en una sociedad que pide flan.


En el campo también debemos revisar nuestra actitud, sobre todo la de los referentes que tienen llegada al gobierno asesorando muy mal al presidente.


INTA, SENASA, las gremiales, la Mesa de la Carnes, el consorcio ABC, el IPCVA, los molineros, CREA, Aapresid, Ciara, etc, etc, todos hicieron y hacen su aporte a la hora de “modernizar” al campo llamándolo Bio Agroindustria y asociándolo a agendas perversas.


Si hay algo de lo que el campo puede sentir orgullo, es de su agenda histórica y tradicional que nos ha dado identidad desde que somos Patria. ¿Por qué habría que cambiarla?


A veces la culpa y la vergüenza nos nubla la vista y nos suicida a los pies de la idiotez 2030.

Milei debe estar muy confundido con algunos de nuestros dirigentes pro agenda “moderna”.


Esos que, como el mono, bailan por la plata.




Juan Martín Perkins.


* * *


Follow @RestaurARG  Follow @JuanMPerkins

Agradecemos la difusión del presente artículo:  

* * *

Entradas populares

Traducir