EL AROMO DEL BOULEVARD
Autor: Juan Martín Perkins
En el Boulevard Gardes, esquina Rojas hay un árbol fantástico al que admiro todos los días.
Pertenece al género Acacia y se le llama comúnmente Aromo.
Por estos días está totalmente florecido y es un verdadero espectáculo digno de ser apreciado ya que es un ejemplar excepcional.
Excepcional en todo sentido, pero que en uno de ellos, habla bastante de nosotros los habitantes de esta ciudad… y nuestra relación con el medio ambiente, tema tan de moda.
Es un milagro que, entre nosotros, los árboles puedan expresarse con toda su potencial naturaleza, ya que somos bastante propensos a las mutilaciones de sucesivas podas “correctivas” arbitrarias.
En Pehuajó somos capaces de hacer un Acacio Bola de un Palo Borracho.
Como en la política hipócrita y demagoga, tal vez mutilamos porque priorizamos la igualdad a la libertad y no obtenemos ninguna de las dos cosas.
Nos gusta todo parejo y alineado como si fuera una formación militar.
Si priorizamos la libertad como la del Aromo del Boulevard Gardes, ganaríamos en belleza.
Si mandamos los servicios por cables subterráneos sería un gran beneficio estético y ambiental.
Por su puesto nadie lo va a reconocer, pero es muy común entre nosotros sacar el árbol por no barrer la “mugre” de las veredas y las canaletas, total, en verano estacionamos bajo el árbol del vecino. No me peguen que soy Giordano, pero lo que digo es cierto.
Somos una ciudadanía capaz de demonizar a nuestra principal actividad productiva acusando a los productores de “terroristas ambientales” por envenenar a la población y después usamos los mismos agroinsumos en el jardín, las plazas o cualquier espacio público. Típica doble vara.
Parece que el ambientalismo se nos olvida y sucumbimos bajo la doble moral.
¿Han visto la cantidad de árboles inyectados que hay?
Se persigue a los que aplican fitosanitarios en la producción de alimentos… ¿A nadie le parece contradictorio?
Vuelvo a la poda, imaginemos una ciudad que planta con inteligencia especies adecuadas que no rompen las veredas y las deja expresar toda su naturaleza libremente…
¿No les parece que ganaríamos en estética y calidad de vida?
Todos los días admiro al Aromo y la hilera de Palos Borrachos que lo escoltan en el Boulevard Gardes. Han sobrevivido al autoritarismo y la soberbia de vientos y temporales como nosotros los pehuajenses a la prepotencia del poder.
Árboles bellos y gallardos que no conocen el serrucho mutilante de la poda, deberíamos aprender de ellos.
Juan Martín Perkins
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