TRABUCO PROVINCIAL
Autor: Juan Martín Perkins
El Banco Nación es una institución bancaria del estado.
En Pehuajó, tiene una sucursal ubicada en la manzana más céntrica y en uno de los edificios históricos más elegantes de la ciudad.
En el frente del banco, en la vereda sobre la calle Artigas, tres añosos plátanos característicos de la ciudad yacen muertos a la vista y ofrecen su testimonio sobre la hipocresía y autoritarismo estatal.
Por un lado el estado invoca “ambientalismo" para poner restricciones a la producción persiguiendo productores como si fueran terroristas ambientales y por el otro no tiene el más mínimo disimulo para aplicar herbicidas que provoquen la muerte lenta a 3 ejemplares que no tienen otra culpa que ensuciar la vereda en el otoño.
Una mano del “estado presente", como le gusta al intendente, se ocupó de matar los plátanos con total impunidad… y si no te gusta andá a cantarle a Gardel.
El caso es una metáfora de la arbitrariedad, violencia e hipocresía. El estado puede.
El estado puede también pasearse por el ejido urbano con la máquina de aplicar insecticidas porque se pueden matar los mosquitos que joden en la pileta, pero no la isoca o las chinches que dañan la producción.
Porque el estado puede en la ciudad, pero los productores líderes en la tecnología de “siembra directa” no… por más esmero que pongan en las buenas prácticas agrícolas.
La ideología estatal de Pehuajó, su prejuicio y resentimiento sumado al afán “RECAUDATORIO”, nos convocan a una nueva pelea estéril, que no provocará otra cosa más que atraso y mucho desencuentro.
Una nueva pena, Pehuajó vuelve a balearse los pies.
El intendente aprieta el gatillo, pero el trabuco es del gobernador.
Ceder ante el capricho de un comunista es abrir la puerta para nuevas prohibiciones, todos lo sabemos. Esto no se puede aceptar.
Los productores reaccionaron y se están organizando, ésta no se la llevarán de arriba.
Juan Martín Perkins.
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