EL POLAQUITO
Oliverio Twist, ladrón. |
Autor: ripvanwinkle
Lanata no es santo de mi
devoción. Por innumerables razones. No niego haber estado pendiente de él en
muchos momentos.
Durante los ‘90, cuando
uno se hacía el zurdo con las AFJP’s ( que devino en zurdo con OSDE en ciertos
ámbitos ) estaba bien leer Página 12.
Era un oasis de lavado
de culpa para nuestra ostentación noventosa.
Oliverio Twist, en el comedor de Grabois. |
En esas épocas, el
incombustible Jorge tuvo tal vez el mejor programa de su vida: Hora 25 en la
radio, en donde no hablaba de todas nuestras miserias sino que mostraba su
parte más íntima y profesional.
Toda esa cuestión viene,
porque en todos los años K, para los desesperados por la locura imperante,
Lanata de alguna manera aportaba el lugar de donde te agarrabas para no caerte.
Niño pobre que duerme en las calles de Londres. Un niño pobre, Oliverio Twist. |
El incombustible Jorge
comenzó este año su nueva temporada con un reportaje cuasi vergonzoso a Heidi
Vidal, contándonos el mundo mágico de la lucha contra los malos y la dureza de
la misma, mientras sus hijos comen churros con dulce de leche en lo de los
primos cuando salen del colegio.
Grabois le niega una porción adicional a Oliverio Twist. |
Pero ayer Jorge volvió a
hacer lo que mejor sabe hacer para poder seguir marcando agenda, y no se le
ocurrió mejor idea que traer a El Polaquito a nuestras vidas y volver a
dejarnos expuestos para debatir cada una de las contradicciones a las que
estamos acostumbrados como individuos que conformamos esta sociedad, que como
primer opción tiene no hacerse cargo.
El tal Polaquito que no
tiene nombre sino pseudónimo, y eso no es poco, nos muestra todo lo que somos,
lo que podemos ser y lo que no fuimos.
El Lazarillo de Tormes, reprendido por robar un mendrugo. |
Este niño/adolescente/maduro/excluído
y también algo hijo de puta es lo que nuestra sociedad logró conseguir desde 1983
en donde nuestro contrato social se rompió definitivamente.
El país en donde se determinó que nadie tenía las culpas de lo
que había ocurrido, o que en realidad sí pero que eran del otro y es el momento
en donde empezó a abrirse la grieta o bien la misma salió a la luz.
Niños Pobres, ciudad de Nueva Yor, 1922. |
Y salió a la luz porque
éste es un país facho para ambos lados. El país en donde una parte quiere
meterle un corchazo a El Polaquito y la otra mitad dice que la gente que mata El
Polaquito es un daño colateral.
Un país en donde la
muerte del otro está justificada para los hombres de a pie mientras la casta
política usa a El Polaquito para abrir la grieta y chorear con todas las cosas
que estén relacionados a él.
Niños de la Calle, Bartolomé Murillo. |
El Polaquito nació como
consecuencia de un estado que entró en la anomía y que desde el que momento en que
nació no tuvo ningún interés en que no mate y no se adueñe de las calles.
Le dio a sus padres
todos los elementos económicos y legales para que exista.
Le pagó por nacer, por
tomar la teta, por ir al colegio nada más que para comer, y el día que choreó
por primera vez le dijo que era una víctima.
Pero no lo dejo de
cubrir, porque El Polaquito no es una víctima de la sociedad, esa sociedad que
paga un 50/ 60 por ciento de impuestos hasta con el papel higiénico con el que
limpia el culo.
Los padres de Pulgarcito deciden abandonar a su hijo porque no tenían para alimentarlo. Pulgarcito los escucha inadvertidamente. Gustave Doré. |
Es víctima de un poder
político que lo usa para su único interés que es tenernos asustados, encerrados
en nuestras casas y con nuestra libertad expresada sólo como una palabra para
la foto.
Y luego sin saberlo,
porque entiende que chorear y matar es una circunstancia, nos caga la vida
matándonos. Porque la vidas que él se lleva puestas no significan nada para los
dueños del circo. Como tampoco la de él les significa nada.
Porque al final lo que
quieren es que El Polaquito nos mate y nosotros deseemos que a él le peguen un
corchazo y no exista más.
Que sea un holograma,
que pongamos un paño blanco y que solo hablemos de él cuando aparezca uno
nuevo.
El Lazarillo de Tormes, luego de un hurto. |
Pero en
esta sociedad irresponsable, inmadura , que no se hace cargo y que hace 35 años
vota según la tecnología del televisor y la compu, que puede cambiar, mirar
esta realidad es la única forma de reconocer y ver que el poder nos está
marcando nuestra agenda de vida de la mano del Ahora 12.
Nos degradamos, nos
lumpenizamos, nos empobrecemos económica pero sobre todo culturalmente y tal
vez sea hora de meterle una patada en el culo a toda esta casta política que
desde su seguridad impostada nos deja expuesto a que El Polaquito nos pegue un
tiro en el marote.
No tenemos muchas armas
más que la rebelión fiscal y electoral para que al menos sientan una mínima
parte del miedo que sentimos todos cuando salimos a la calle.
Oliverio Twist, disfruta de su mendrugo. |
Nosotros y El Polaquito,
y solo así podremos reconstruir el país en donde la calle no tenía dueño y
donde todos podíamos ser dueños de un pedazo de todo porque El Polaquito
simplemente no hubiese existido. Es nada
más que lo fue la historia de este país durante casi 100 años.
Y si El Polaquito no
existiese no nos mataría ni tampoco querríamos matarlo.
Niños abandonados en el bosque por sus padres, Gustave Doré, Pulgarcito. |
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Nota del editor: Niños pobres, niños abandonados, niños hambrientos, niños forzados a robar (por sus padres o por el hambre)- Una constante de la cultura Occidental, como lo demuestran las historias de "El Lazarillo de Tormes" o "La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades" de autor anónimo, "Oliver Twist" de Charles Dickens o "Pulgarcito" cuento popular alemán recogido por los hermanos Grimm y por Charles Perrault. El niño pobre es una historia que recorre cuatro naciones de Europa Occidental y cuatro siglos (del SXVI al SXIX). Niños como ellos vinieron de a miles a la Argentina y supieron hacerse un futuro. No ahora. Ahora todos son privilegiados menos los niños.
Niños pobres duermen en las calles de Londres, Gustave Doré. |
Adulto saca provecho de Oliverio Twist. |