EL FBI EN LA CASA DE TRUMP: EL DEEP STATE SE SIENTE AMENAZADO
Autor: Samuel Mangold-Lennet @MANGOLD-LENNET
Nota original: https://thefederalist.com/2022/08/09/the-fbi-raided-trumps-home-because-hes-a-threat-to-rule-by-unelected-security-agencies/
The Federalist
Traducción Hyspasia. Texto original en inglés al pie.
Nota de la traductora: la declaración de Trump a continuación de la nota traducida.
El lunes a la tarde se supo que el FBI allanó la residencia del ex presidente Donald Trump en Mar-a-Lago, Palm Beach, Florida, EEUU. La justificación legal es todavía desconocida - algunos indican que pareciera emerger de una denuncia por mal manejo de documentación clasificada -, pero a medida que el apoyo a Biden cae por el piso, las razones políticas no pueden ser más claras.
El 28 de julio en Compact Mag, Michael Anton, miembro del Consejo de Seguridad Nacional durante la administración Trump dijo: "La gente que realmente gobierna los EEUU ha dejado en claro que no pueden ni quieren, permitir que Donald Trump sea nuevamente presidente, si es que ellos pueden evitarlo".
En la misma nota, Anton sugirió que el Comité del 6 de Enero [n. de t.: el comité de la cámara baja de EEUU que investiga lo sucedido el 6 de enero de 2020] está preparando "los cimientos para construir una causa penal contra Trump que lo inhabilite a presentarse como candidato" y que el Departamento de Justicia puede acusar al ex presidente de "conspiración sediciosa".
Supongamos que la actual administración está verdaderamente preocupada por reclamar documentos clasificados, como algunos sugirieron - ¿por qué no podrían simplemente hacer un llamado de teléfono y arreglar que una delegación de burócratas pase a buscarlos? Y considerando que esta no es la primera vez que el aparato de inteligencia intentó forzar a Trump y a sus asociados, se vuelve bastante obvio que este allanamiento fue una muestra de fuerza.
Es más, la administración Biden llevó adelante un ataque al más prominente enemigo político del partido gobernante. De acuerdo a Trump, el allanamiento no fue anunciado. Lo tomó como evidencia de la "utilización del sistema de justicia como un arma política, y un ataque del ala de izquierda radicalizada del Partido Demócrata, quienes desesperadamente no quieren que yo me presente como candidato a presidente en el 2024".
Anton postula que la razón por la cual "la gente que realmente gobierna los EEUU" se oponen fanáticamente a Trump tiene menos que ver con él mismo y más con "quienes son sus seguidores". Anton sugiere que a los seguidores de Trump se les niega representación porque no están en sincronía con el consenso ideológico de la élite que gobierna, la cual tira de los piolines y hacer girar la rueda del gobierno federal.
Continúa: "Quejas sobre la naturaleza de Trump son solo proxies de objeciones a la naturaleza de su base. No ayuda a estabilizar nuestra endeble situación que aquellos que braman más fuerte sobre la democracia son audible y visiblemente determinados a negarle una verdadera opción a la mitad del país".
En la era actual, Trump ha sido el único individuo prominente en el escenario nacional que ha resistido el consenso neo-liberal al priorizar y devolverle poder a los ciudadanos norteamericanos y a la nación norteamericana.
Menos categóricamente removerlo a Trump de la faz de la tierra, los izquierdistas y sus asociados en el gobierno federal han tenido que usar cuanta herramienta estaba a su disposición para mantener a Trump fuera de la boleta electoral, en caso de que él elija presentarse a elecciones una vez más. A medida de que el régimen se vuelve cada vez más autoritario, "la gente que realmente gobierna los EEUU" continuará su intento de deslegitimar a Trump a través de diferentes y crueles operaciones políticas y en negarle abiertamente la igualdad de la protección ante la ley.
Si Trump se convirtiera en el 47º presidente de los EEUU, traerá con él la pretensión de arrancar de raíz todos aquellos - la mayoría de los cuales pertenecen al aparato de la burocracia federal - que lo atacaron injustamente a él y a sus votantes. Si Trump lograra reformar y remodelar el gobierno al remover estas figuran atrincheradas en la burocracia y retoma el control del gobierno de vuelta al público al restaurar el equilibrio en el poder federal, deslegitimará la regencia de estos burócratas sin rostro y expulsará a la izquierda de este dominio completo que actualmente tiene sobre la política nacional.
Por lo tanto, no pueden dejar que Trump gane; por lo tanto no pueden dejar que se presente como candidato a presidente.
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8 de Agosto de 2022
Declaración de Donald Trump, 45º Presidente de los EEUU.
Estos son tiempos oscuros para nuestra Nación, cuando mi hermoso hogar, en Mar-A-Lago en Palm Beach, Florida, están en este momento sitiado, allanado y ocupado por un grupo grande de agentes del FBI. Nada como es ha sucedido con anterioridad a algún presidente de los EEUU. Después de trabajar y cooperar con las agencias del gobierno relevantes, este allanamiento sorpresivo de mi hogar no era necesario o apropiado. Es una conducta procesal indebida, la utilización del Sistema de Justicia como arma política, y un ataque del ala radicalizada de la izquierda de los demócratas quienes desesperadamente no quieren que me presente a las elecciones presidenciales del 2024, especialmente si nos basamos en las encuestas recientes, y quienes van a hacer cualquier cosa para detener a los republicanos y a los conservadores en las próximas elecciones de mitad de término. Este tipo de asalto sólo tiene lugar en quebrados países del Tercer Mundo. Tristemente, los EEUU se han convertido ahora en uno de esos países, corrupto a un nivel que no habíamos visto antes. ¡Hasta violaron mi caja fuerte! ¿Cuál es la diferencia entre esto y Watergate, donde operativos irrumpieron en el Comité Nacional del Partido Demócrata? Aquí, en reversa, allanaron el hogar del 45º presidente de los EEUU.
La persecución política al Presidente Donald Trump ocurre desde hace años, con la ahora desacreditada Interferencia de Rusia, Rusia, Fraude Ruso, Juicio Político bajo falsas acusaciones 1, Juicio Político bajo falsas acusaciones 2, y mucho más. Nunca termina. ¡Son operaciones política dirigidas al más alto nivel! A Hillary Clinton le permitieron eliminar y lavar con ácido 33.000 correos electrónicos, CPU's y teléfonos celulares LUEGO de que hubieran sido requeridos por el Congreso. Absolutamente nada le sucedió ni le hizo rendir cuentas. Ella incluso se llevó muebles que eran antigüedades y otros objetos de la Casa Blanca.
Yo me enfrenté a la corrupción de la burocracia de los EEUU. Reestablecí el poder del pueblo y di a nuestro País, de una forma que nunca se había visto. El establishment lo odió. Ahora, mientras ven mi apoyo a candidatos que ganan con amplio margen y ven mi ventaja en las encuestas, están tratando de detenerme, a mí y al Partido Republicano, una vez más. La persecución fuera de la ley y la Caza de Brujas debe ser expuesta y frenada. ¡Yo continuaré mi pelea por el Gran Pueblo Norteamericano!
Samuel Mangold-Lenett pertenece al equipo de editores de The Federalist. Sus escritos aparecieron en The Daily Wire, Townhall, The American Spectator, y otros. Síganlo en Twitter @Mangold_Lenett.
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Monday evening, news broke that the FBI conducted a raid on former President Donald Trump’s personal residence, Mar-a-Lago, in Palm Beach, Florida. The legal justification for the raid is still somewhat hazy — with some indicating that it stems from the alleged mishandling of classified information — but as Joe Biden’s support plummets, the political reason for it has never been more clear.
On July 28 in Compact Mag, Michael Anton, a former National Security Council staffer in the Trump administration, said, “The people who really run the United States of America have made it clear that they can’t, and won’t, if they can help it, allow Donald Trump to be president again.”
In the same piece, Anton suggested the Jan. 6 committee is laying the “groundwork for an indictment of Trump” and that the Justice Department might charge the former president with “seditious conspiracy.”
Suppose the current administration was truly only concerned about the reclamation of classified documents, as some have suggested — why couldn’t someone simply make a phone call and arrange for a delegation of bureaucrats to go and get them? And considering that this is far from the first time the intelligence apparatus has tried to shanghai Trump and his associates, it becomes pretty obvious that this raid was a show of force.
Indeed, the Biden administration carried out a hit on the ruling party’s most prominent political enemy. According to Trump, the raid was “unannounced.” He decried it as evidence of the “weaponization of the Justice System, and an attack by Radical Left Democrats who desperately don’t want me to run for President in 2024.”
Anton posits that the reason “the people who really run the United States” fanatically oppose Trump has less to do with the former president and more to do with “who his followers are.” He suggests that Trump’s followers are so aggressively denied representation because they are out of step with the ideological consensus of the managerial elite who pull the strings and turn the gears of the federal government.
He writes, “Complaints about the nature of Trump are just proxies for objections to the nature of his base. It doesn’t help stabilize our already twitchy situation that those who bleat the loudest about democracy are also audibly and visibly determined to deny a real choice to half the country.”
In the current era, Trump has been the only prominent individual on the national stage to resist the neo-liberal consensus by prioritizing and empowering the American people and the American nation.
Short of outright removing him from this plane of existence, leftists and their associates in the federal government have to use every tool at their disposal to keep Trump off of the ballot, should he choose to run for president once more. As the regime grows increasingly authoritarian, the “people who really run the United States” will continue to try and delegitimize Trump through a series of wanton political hit jobs and straight-up denying him equal protection under the law.
If Trump becomes the forty-seventh president of the United States, he will bring with him an ambition to root out the people who wronged and waylaid him and his voters, most of whom are apparatchiks of the federal bureaucracy. If he is able to reform and reshape the government by removing these entrenched figures and subsequently hands control of the government back to the public by restoring the federal balance of power, he will delegitimize the rule of faceless bureaucrats and largely invalidate the left’s stranglehold on national politics.
Therefore, Trump cannot be allowed to win, let alone run for, the presidency.
