RUMANIA Y LA FANTASÍA DE LA DEMOCRACIA
Călin Georgescu fue acusado por los medios de comunicación centrales de ser prorruso
Autor: Lionel Baland
@elmanifiestocom
Así es la democracia liberal. Tan desesperados están que hasta se quitan la careta
El viernes 6 de diciembre de 2024, el Tribunal Constitucional de Rumanía anunció la anulación de los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebradas el 24 de noviembre de 2024, así como la anulación de la segunda vuelta prevista para el domingo 8 de diciembre, a pesar de que el candidato nacionalista antisistema Călin Georgescu, que quedó en primer lugar, debía enfrentarse a la aspirante liberal pro-UE y pro-OTAN Elena Lasconi. Unos días antes, el miércoles 4 de diciembre, el presidente saliente, Klaus Iohannis, había hecho públicas unas notas de los servicios de inteligencia en las que se afirmaba que, supuestamente, se había llevado a cabo una gran operación de influencia en TikTok, violando la legislación electoral y explotando los algoritmos de esta red social, a favor de Călin Georgescu.
El terremoto político de la primera vuelta —que vio cómo un candidato al que las encuestas daban en mala posición se imponía surfeando sobre la idea de rechazar el apoyo a la guerra (en un país que comparte frontera con Ucrania— no sólo impresionó, sino que alarmó al farolillo político europeo. La reacción no se hizo esperar: Călin Georgescu fue acusado por los medios de comunicación centrales de ser prorruso, o incluso de estar a sueldo de Moscú, convirtiendo el hecho de ser «pro paz» en una acusación de ser «prorruso». El Tribunal Constitucional ordenó un recuento. La aplicación TikTok ha estado en el punto de mira, tanto en Rumanía como en el Parlamento Europeo, acusada de no haber controlado suficientemente la difusión de vídeos durante la campaña electoral. Telegram, otro servicio de mensajería instantánea por Internet, también ha sido objeto de críticas.
El candidato nacionalista independiente Călin Georgescu disfrutó de un bulevar dentro de la esfera electoral nacionalista. De hecho, el muy derechista George Simion, presidente de la AUR —partido integrado en el grupo antirruso de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) en el Parlamento Europeo— puede ser moderadamente pro Unión Europea, pero defiende sin embargo posiciones pro OTAN. Por su parte, Diana Șoșoacă, líder del S.O.S. România, partido crítico con la OTAN pero partidario de la permanencia de Rumanía en la Alianza (siempre que se reforme), no pudo presentarse a las elecciones por decisión del Tribunal Constitucional rumano.
Elecciones legislativas
Si deben celebrarse nuevas elecciones presidenciales, no se anulará el resultado de las elecciones legislativas, que tuvieron lugar entre las dos vueltas de las elecciones presidenciales del domingo 1.º de diciembre de 2024. Como resultado de esta votación, los tres partidos nacionalistas AUR, S.O.S. România y POT quedaron en cabeza. En la votación para la Cámara de Diputados, obtuvieron el 17,98%, el 7,33% y el 6,43% respectivamente, es decir, casi un tercio de los votos. En las elecciones al Senado, los resultados fueron similares: 18,27%, 7,73% y 6,36%.
La AUR se impuso entre los electores rumanos residentes en el extranjero, que acudieron en masa a las urnas: 775.413 de ellos, frente a 265.490 en 2020, 106.038 en 2016 y varias decenas de miles en elecciones anteriores. En la antigua Europa del Este, este fenómeno de sobrerrepresentación del voto nacionalista en la diáspora no es nuevo. Los europeos del Este que viven en el extranjero, en países de Europa Occidental, son más conscientes de los problemas asociados a la inmigración no europea. No quieren ver sus países asolados por los inmigrantes, como han hecho las naciones de Europa Occidental. También son sensibles a las medidas propugnadas por los partidos nacionalistas de sus países de origen para animar a regresar a sus expatriados, que se vieron obligados a emigrar por las malas condiciones de vida que imperaban antes en Rumanía. De hecho, ésta es una de las ambiciones de la AUR: fomentar la emigración de los rumanos expatriados elevando el nivel de vida y acelerando el desarrollo de las infraestructuras de Rumanía, siguiendo el ejemplo de Polonia, cuyos expatriados regresaron a medida que su país se volvía más próspero.
El sistema rumano desacreditado
La anulación de las elecciones presidenciales justo antes de la segunda vuelta ensombrece el funcionamiento del sistema político rumano. Un sondeo de Sociopol daba al candidato nacionalista, Călin Georgescu, el 63% de los votos frente a la candidata pro OTAN y pro UE, Elena Lasconi, que habría obtenido el 37%.
