SUPER-RECONTRA-UNITARIO

diciembre 14, 2024

SUPER-RECONTRA-UNITARIO

Simplemente quiero que las provincias prosperen.

Autora: Iris Speroni (@SperoniIris)

Esta semana de diciembre 2024, a la noche después de llegar a casa, escuché a un senador puntualizar - una vez más - cómo su provincia podría ser rica si no fuera por el expolio a la que la somete el gobierno central.

A esta altura del siglo XXI, queda claro que es un problema estructural. Diría que es más político que económico.

Las razones son variadas. La principal es que un estado unitario es conveniente para ser manipulado por pocos grupos económicos.

Este argumento sirve para la Argentina, pero también para EEUU o la Unión Europea. EEUU, como bien describe Curtis Yarvin aquí, a partir de 1935 ese país comenzó un proceso de centralización de presupuesto (dinero), leyes y decisiones políticas, hasta llegar a la actualidad, donde los libros de la escuela primaria los decide un burócrata en Washington DC. La principal herramienta de sometimiento al resto del país fue y es, obviamente, la Reserva Federal (el Banco Central de allá).

Argentina, soportó un proceso de concentración de poder político y económico simultáneo al norteamericano mediante más o menos las mismas herramientas: banco central emisor de moneda fiduciaria, generación de una política federal centralizada de energía (YPF, YCF, AyE, etc.), concentración del presupuesto de educación en las universidades nacionales, política nacional de salud, Vialidad Nacional, grandes obras (Chocón, Yacyretá), y - lo más importante - convertir a la agencia federal de recaudación (acá AFIP/ARCA, allá IRS) en la principal recaudadora de todo el país.

Nada de todo esto está pensado en la constitución nacional. Por el contrario, el diseño original del país es contrario a esta concentración de decisiones.

Sucede que este sistema es funcional a la concentración de poder y dinero. Un estado con muchos recursos, asigna muchos recursos.

Por lo tanto, le permite comprar favores políticos, pero lo más interesante es que arbitra ingentes sumas de dinero a los proveedores estatales: banca (principal proveedor público argentino, pero también norteamericano), complejo militar (frenado acá desde 1983 pero vigente en EEUU), constructoras (rutas, puentes, represas hidroeléctricas, aeropuertos, obras civiles en general) y proveedores varios (insumos médicos y farmacéuticos, uniformes, papel, en las últimas décadas “desarrollos informático” y un largo etcétera).

Sólo veamos cuánto gastaron los gobiernos en falsas vacunas e innecesarios respiradores con la falsa pandemia. Aquí y allá.

Estos sectores obtienen grandes ganancias que resultan en grandes dividendos para sus accionistas los cuales a su vez se consolidan en grandes fortunas. El listado de los hombres (las familias) más ricas del país está plagado de proveedores del estado o concesionarios estatales o explotadores de alguna franquicia estatal y pocos “productores” ya sean industriales, agropecuarios o de servicios. Las supuestas “1000 familias” brillan por su ausencia.

Este sistema centralizado que tiene como gran ganador a la banca y luego a los mismos de siempre, es sólido. Forma un acuerdo compacto entre los dueños de todo y los políticos, el cual les permite surfear los cambios circunstanciales de las caras que ocupan los puestos de gobierno. Gane quien gane, se garantizan que el sistema continúe. Si en algún momento existe algún desequilibrio, es producido por los ganadores y no por los sometidos. Intenté explicarlo aquí.

Luego el sistema inventa formas de retroalimentar las bases que lo soportan. Una de ellas es la concentración de personas en centros urbanos y generar una dependencia del poder central de numerosas familias. Se da en Capital Federal y Gran Buenos Aires, con amplia cantidad de empleados públicos o empleados de sistemas federales (salud y educación privada) o de la seguridad social. El mismo fenómeno - de donde tal vez fue copiado - se produce en los EEUU. Se puede apreciar en las elecciones (2016, 2024) donde las urbes votan al partido de gobierno (demócrata, el partido de los empleados federales y de las “estampillas de alimentos” [food stamps], nuestro plan “ALIMENTAR”), y las poblaciones del interior votan al partido opositor.

Son las dos grandes corrientes que tensionan: los que quieren más poder en el gobierno federal (banca, contratistas del estado de todo tipo, agencias federales de lo que sea - tanto sus burócratas como los empleados rasos) y el resto del país que se siente, con razón, paganini y controlado.

Lo más emblemático y que ejemplifica mejor que nada este fenómeno, son los resultados electorales de la capital federal de los EEUU, donde viven todos los burócratas de agencias federales y sus proveedores (comerciantes, empleados de los comerciantes, locadores). En el año 2024 el partido gobernante obtuvo el 92,5%.

Un sistema unitario se retroalimenta y fortalece. Genera grandes corporaciones que a su vez apoyan a los políticos que se acoplan al esquema. Luego - mientras se mantenga el sistema de voto - se crean formas de compra de los mismos. Una de las principales comunidades que votó a Macron fueron las islámicas que habitan los alrededores de París, por ejemplo. Esta situación evoluciona tarde o temprano, primero en el fraude y luego en la eliminación de las elecciones. La Unión Europea ya comenzó a deslizarse por ese plano inclinado enjabonado.

Un punto más y con esto termino la presentación del status quo con una frase de @sashapak_ quien magistralmente define el problema:

“En una economía donde un Banco Central puede emitir dinero para cubrir déficit, siempre puede pensarse que el nivel y el rubro al cual se le cobran impuestos tiene un rol no exclusivamente fiscal, sino también de expansión o retracción de dicha actividad económica”.

Traducido al criollo: ¿para qué se molestan en cobrar impuestos si podrían financiar el estado con emisión monetaria? Justamente, para definir ganadores y perdedores: los que pagan impuestos y los que están exentos (minería, industria automotriz, petroleras, y un largo etcétera).

El sistema federal de gobierno

Constitución Nacional, artículo 1, “Artículo 1º.- La Nación Argentina adopta para su gobierno la forma representativa republicana federal, según la establece la presente Constitución”.

Ahora bien, ya vimos que desde la revolución bancaria/capitalista de 1930, los estados modernos confluyeron a una progresiva “unitarización”, en clara desobediencia a las constituciones redactadas en el SXIX o fines del SXVIII.

Vuelvo a los dichos del senador. Las provincias argentinas no son pobres: están empobrecidas por un gobierno central que activamente despoja a las poblaciones y estados provinciales. No es al azar, no “pasaron cosas”, ni es una acumulación anárquica de capas de leyes, decretos, disposiciones. Es el efecto buscado.

AFIP = (G)ARCA

En Argentina es para alimentar el insaciable Minotauro que es la banca y la deuda pública, en EEUU la CIA/FBI/NSA y su complejo militar, en Reino Unido las farmacéuticos y el resto sabrá a cuál Minotauro lleva a morir a sus jóvenes núbeles doncellas y efebos. EEUU alimenta la maquinaria militar con varones de las granjas del sur y medio oeste norteamericano.

"Minotauro con niña pequeña", ilustración de Pablo Picasso.

En Argentina, un país exportador de alimentos, tenemos niños cartoneando y ancianos al hueso para poder cumplir puntualmente con las incomprensibles acreencias de la banca.

Como dije, cada uno tiene su Minotauro.

Como dar vuelta esta injusticia

Mi posición pro-federal es política.

No sé si es mejor económicamente o no.

Simplemente quiero que las economías de las provincias crezcan, que la población de las provincias prosperen, que los burócratas estén embozalados y que - como sucedió desde finales del SXIX hasta la primera mitad del SXX -, las familias puedan hacerse se casa, comprarse un palmo de tierra, armar su galpón, taller o local comercial, ejercer su arte, ahorrar en oro, tener su propio medio de locomoción (caballo, auto analógico, bicicleta) y construir su propio capital al resguardo de los gobiernos. Más o menos lo que decía Alberdi, Avellaneda, Roca o Perón. Y pocos más.

Para hacer eso hay que tomar medidas de desguace del gobierno federal. Darle más poder a las provincias. Todo resumido en 168 HORAS.

Recaudación impositiva.

Que las provincias recauden 10% de ganancias, solamente a las empresas y no a las personas físicas. Esto permitiría la acumulación de ahorros de las familias.
Que se elimine el impuesto a las ganancias federal.
Eliminar la recaudación federal del impuesto a los bienes personales. Ya existe el impuesto inmobiliario provincial.
Bajar el IVA al 10% (como en Paraguay) de recaudación federal exclusivamente.
Eliminar impuestos a los combustibles, bebidas, y todos los impuestos internos.
Eliminar los impuestos sobre energía, combustibles, comunicaciones, etc.
Eliminar las DEX, al igual que todos los países del Mercosur ¿somos una unión aduanera o no?
Que el estado federal se financie con la recaudación aduanera a las importaciones solamente.
Eliminar las exenciones impositivas. Bajos impuestos para todos.

Banco Central

El jefe/dueño del BCRA es el Congreso. Que determine cuánto puede emitir en el año (puede ser cero; deseo que sea cero).
Evitar la moneda digital que da el dinero fiduciario a los bancos y por lo tanto ellos se benefician del señoreaje, y propiciar el uso del dinero papel - curso legal - que le devuelve el beneficio por señoreaje al estado federal.
Propiciar el ahorro en oro de las familias.

Agencias Federales y Facultades Nacionales

Que sobrevivan únicamente las que ameritan su existencia en el fortalecimiento y supervivencia de la Argentina. El resto, al cementerio.

Institucional

Propiciar el acceso a la propiedad por parte de las familias.
Invertir en infraestructura que brinde prosperidad a las familias.
Eliminar obligaciones regulatorias de la población (vacunas, registro de armas, registros de vehículos, limitar los requerimientos de documento de identidad y bancarización).

Hace un año escribí sobre el voto 2023. El pueblo del interior votó a la fórmula Milei-Villarruel en un claro repudio a la propuesta unitaria de Sergio Massa y el partido justicialista de la provincia de Buenos Aires fuertemente unitario. El Presidente, como candidato, prometió baja de impuestos, eliminación de regulaciones, tipo de cambio libre y sin DEX, lo que equivale a enriquecer a las provincias; y eliminar la práctica asesina del aborto. Aquí.

Usted evaluará si cumplió, no cumplió pero sí lo hará o, no, no cumplirá jamás.

Mientras, nosotros, tenemos la obligación de pensar una país federal y soberano, para felicidad del Pueblo y la grandeza de la Patria.

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Notas relacionadas

De @sashapak_

CÓMO ROMPER UNA SOCIEDAD

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De Curtis Yarvin

A PARTIR DE AHORA NADA SERÁ FÁCIL

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