CARABINA
Autora: Hyspasia
Recomiendo dos lecturas imprescindibles sobre la tenencia de armas por parte de la población civil como herramienta para la defensa de la República, la Libertad, la Propiedad y el Honor:
DESARMADOS (aquí) de @Hegelianotw
PEQUEÑA GUÍA PRÁCTICA PARA PROGRES por Larry Correia. (aquí).
Acá voy a una historia personal familiar que puede parecer descolgada, pero creo que no lo es.
Está relacionada con el sometimiento del pueblo venezolano, que relaté en TIRANÍA (aquí) .
La opresión del pueblo venezolano sólo pudo ser posible porque no están armados. O no están armados los que deberían estar armados.
Todos los déspotas del mundo quisieron siempre a la población civil desarmada.
A partir del SXIX este deseo entró en conflicto con la difusión del servicio militar obligatorio en Europa (y luego en América). Y más aún con la necesidad de la población rural de estar armada para defenderse de bandidos y para defender el ganado de depredadores.
Durante el SXIX se democratiza la posesión de armas de fuego en manos de civiles en América y en Europa. Se vuelven más baratas y hay venta comercial.
Los déspotas prohibieron que la población civil tuviera armas: Stalin, Tito, Franco.
Ahora la historia de mi familia.
Mi bisabuelo era un labriego pobre - muy pobre - de Asturias. De la zona montañosa, que denominan los Picos de Europa. Mi familia tenía tres palmos de tierra, que le permitían sobrevivir con innumerables privaciones. Mi bisabuelo era una de las pocas personas de la aldea que sabía leer. Era anticlerical y se llevaba muy mal con el cura del pueblo.
Como todos los de la aldea, tenía una carabina que usaba para cazar en un bosque aledaño - era un coto de caza privado pero el guardabosques (y probablemente el dueño también) miraban para otro lado si los aldeanos cazaban con moderación. También se usaba para alejar a los lobos que amenazaban a las dos vacas de su propiedad. Los lobos eran un peligro en invierno, cuando bajaban hambrientos a donde vivían los hombres.
La mayoría de los asturianos eran republicanos, a diferencia, por ejemplo, de los gallegos, con predominancia franquista. Por lo que la Guardia Civil siempre estaba alerta cuando interactuaba con la población civil. “Jumpy” que le dicen. Se movían en grandes grupos, con cuidado.
Para ilustrar esta actitud entre una fuerza armada y una población civil hostil recomiendo enfáticamente la primera escena - estremecedora, inolvidable - de “El Viento que Agita la Cebada”, acá horriblemente traducido como “El viento que acaricia el prado”, “The Wind That Shakes the Barley” de Ken Loach.
Cuando sube al gobierno de Franco, luego del golpe de estado, prohíbe a toda la población civil poseer armas y la emplazó a entregarlas a la Guardia Civil. Mi bisabuelo no lo hizo y la escondió en el techo de paja del granero. Una noche vino la Guardia Civil, revolvió la casa, encontraron su carabina y lo sacaron a rastras, lo llevaron por un camino de montaña y lo fusilaron. A, más o menos, tres kilómetros de la casa. Dejaron el cadáver ahí tirado, a la vera del camino. Al día siguiente, el resto de los aldeanos fueron a buscar su cadáver, lo trajeron a pulso y lo enterraron en el cementerio del pueblo. Mi familia sostiene que fue denunciado a la Guardia Civil por el cura. Indemostrable.
El gobierno de Franco, además de llevar adelante una férrea dictadura, abolió la libertad de culto. Era obligatorio ir a misa y quien no lo hiciera, era castigado. En el caso de mi madre y mi tía, como mi abuela no las llevaba los domingos a misa, eran obligadas a rezar arrodilladas sobre garbanzos (crudos) toda la mañana del lunes. Las niñas tenían 6 y 11 años, para que tengan una idea.
Mi abuela decidió cambiarlas de escuela, esto es, que fueran a la escuela más cercana, en la aldea vecina, a ocho kilómetros. Ocho kilómetros de ida y ocho de vuelta todos los días. A este cuadro debe sumarse la tristeza por el asesinato del pater familiae y el hambre.
En cuanto pudieron, vinieron a la Argentina, donde mataron el hambre, no fueron perseguidos por no practicar el catolicismo, y prosperaron en Libertad.
Encontraron en la Argentina libertad para ganarse el sustento, libertad religiosa y libertad política (no que esto último les importara mucho, pero el resto sí).
En cuanto fue mayor de edad mi madre se hizo argentina por opción y siempre decía “este país me dio todo, todo”. Amaba profundamente a la Argentina.
Hay más tragedias familiares por la misma razón, que contaré otro día. Es todo muy doloroso y sólo puedo soltarlo de a poquito.
Pero si quiero contar la historia de la prima de mi madre. Tuvieron que dejar la aldea de Asturias y huir de España. Así que el matrimonio, con una niña de cinco años, mi tía Marisol, que es una persona hermosa, llena de vida y de amor, hoy con más de ochenta años, se fueron caminando desde Asturias hasta los Pirineos. Para que tengan una idea, recorrieron media Asturias, desde Cangas de Onís, y cruzaron todo el país Vasco hasta llegar a la frontera con Francia. Aproximadamente 350 km. Por el bosque, que es impenetrable (para la Guardia Civil), lejos de las carreteras. Con frío, y hambre.
Cruzaron los Pirineos caminando, con un guía. Eran varias familias y los padres le pedían encarecidamente a los hijos que no emitieran ruido alguno.
Hablé sobre esto con mi tía. Me dice que lo recuerda perfectamente, chiquitiña como era. Que eran como cuarenta personas y que la madre todo el tiempo le decía: “no hables, hija, no hagas ruido”. Hasta que pudieron llegar a Francia y de ahí vinieron para acá, donde vivía la hermana de mi abuelo.
Por eso cuando veo a los venezolanos caminar hacia Colombia o Brasil, con sus pocas pertenencias, me sangra el corazón. Literalmente.
La migración favorece a los tiranos:
- menos bocas que alimentar,
- menos tensión interna política (los opositores se van),
- con el tiempo, los que se van mandan remesas a los familiares que se quedan, lo que también usufructa el tirano [1].
Para cerrar: los tiranos no quieren a civiles armados. Los argentinos nacimos en búsqueda de la Libertad. Nuestro himno dice “Libertad, Libertad, Libertad”.
Fue la población civil armada la que repelió la invasión inglesa, en particular la segunda.
Fue la población civil armada la que se plegó a los tres ejércitos que defendieron nuestra libertad: el Ejército de los Andes, el Ejército del Norte y la Armada bajo las órdenes de Guillermo Brown, con los que finalmente vencimos a los ejércitos de Fernando VII de Borbón.
Nadie nos regaló la libertad, se conquistó con sangre y fuego.
La Patria se hizo a caballo. Sí. Pero con un fusil en la grupa.
Nuestra constitución es un canto a la Libertad.
Los socialdemócratas quieren que el pueblo esté desarmado. Son los pasos previos a instalar tiranías. De a poquito.
Lograron desarmar la población civil en Europa. No lo lograron en EEUU.
No dejemos que estos chichipíos, socialdemócratas amarillos, que ni siquiera entendieron por qué el pueblo los votó, nos quiten nuestras armas. Ni estos ni otros.
Es nuestro segundo antídoto (el primero son nuestras convicciones que llevaron a NO votar a Zannini) contra la tiranía (ver TIRANÍA).
Cuidemos nuestras armas con nuestra vida. Son nuestro talismán para la Libertad.
[1] Pregúntenle a cualquiera de la colectividad Ucraniana lo que hacían los soviéticos con las remesas que mandaban desde la Argentina: se las quedaban todas. Las familias ucranianas mandaban postales - siempre postales - a sus familiares aquí pidiendo que no enviaran nada, porque no les llegaba.
Colaboraciones a restaurar.arg@gmail.com
Imagen de los Montes Pirineos, frontera de Francia y España. |
Recomiendo dos lecturas imprescindibles sobre la tenencia de armas por parte de la población civil como herramienta para la defensa de la República, la Libertad, la Propiedad y el Honor:
DESARMADOS (aquí) de @Hegelianotw
PEQUEÑA GUÍA PRÁCTICA PARA PROGRES por Larry Correia. (aquí).
Acá voy a una historia personal familiar que puede parecer descolgada, pero creo que no lo es.
Está relacionada con el sometimiento del pueblo venezolano, que relaté en TIRANÍA (aquí) .
La opresión del pueblo venezolano sólo pudo ser posible porque no están armados. O no están armados los que deberían estar armados.
Todos los déspotas del mundo quisieron siempre a la población civil desarmada.
A partir del SXIX este deseo entró en conflicto con la difusión del servicio militar obligatorio en Europa (y luego en América). Y más aún con la necesidad de la población rural de estar armada para defenderse de bandidos y para defender el ganado de depredadores.
Durante el SXIX se democratiza la posesión de armas de fuego en manos de civiles en América y en Europa. Se vuelven más baratas y hay venta comercial.
Los déspotas prohibieron que la población civil tuviera armas: Stalin, Tito, Franco.
Ahora la historia de mi familia.
Campesino asturiano afila su guadaña, imagen del Archivo Digital de Asturias. |
Mi bisabuelo era un labriego pobre - muy pobre - de Asturias. De la zona montañosa, que denominan los Picos de Europa. Mi familia tenía tres palmos de tierra, que le permitían sobrevivir con innumerables privaciones. Mi bisabuelo era una de las pocas personas de la aldea que sabía leer. Era anticlerical y se llevaba muy mal con el cura del pueblo.
Como todos los de la aldea, tenía una carabina que usaba para cazar en un bosque aledaño - era un coto de caza privado pero el guardabosques (y probablemente el dueño también) miraban para otro lado si los aldeanos cazaban con moderación. También se usaba para alejar a los lobos que amenazaban a las dos vacas de su propiedad. Los lobos eran un peligro en invierno, cuando bajaban hambrientos a donde vivían los hombres.
La mayoría de los asturianos eran republicanos, a diferencia, por ejemplo, de los gallegos, con predominancia franquista. Por lo que la Guardia Civil siempre estaba alerta cuando interactuaba con la población civil. “Jumpy” que le dicen. Se movían en grandes grupos, con cuidado.
Para ilustrar esta actitud entre una fuerza armada y una población civil hostil recomiendo enfáticamente la primera escena - estremecedora, inolvidable - de “El Viento que Agita la Cebada”, acá horriblemente traducido como “El viento que acaricia el prado”, “The Wind That Shakes the Barley” de Ken Loach.
Cuando sube al gobierno de Franco, luego del golpe de estado, prohíbe a toda la población civil poseer armas y la emplazó a entregarlas a la Guardia Civil. Mi bisabuelo no lo hizo y la escondió en el techo de paja del granero. Una noche vino la Guardia Civil, revolvió la casa, encontraron su carabina y lo sacaron a rastras, lo llevaron por un camino de montaña y lo fusilaron. A, más o menos, tres kilómetros de la casa. Dejaron el cadáver ahí tirado, a la vera del camino. Al día siguiente, el resto de los aldeanos fueron a buscar su cadáver, lo trajeron a pulso y lo enterraron en el cementerio del pueblo. Mi familia sostiene que fue denunciado a la Guardia Civil por el cura. Indemostrable.
El gobierno de Franco, además de llevar adelante una férrea dictadura, abolió la libertad de culto. Era obligatorio ir a misa y quien no lo hiciera, era castigado. En el caso de mi madre y mi tía, como mi abuela no las llevaba los domingos a misa, eran obligadas a rezar arrodilladas sobre garbanzos (crudos) toda la mañana del lunes. Las niñas tenían 6 y 11 años, para que tengan una idea.
Mi abuela decidió cambiarlas de escuela, esto es, que fueran a la escuela más cercana, en la aldea vecina, a ocho kilómetros. Ocho kilómetros de ida y ocho de vuelta todos los días. A este cuadro debe sumarse la tristeza por el asesinato del pater familiae y el hambre.
En cuanto pudieron, vinieron a la Argentina, donde mataron el hambre, no fueron perseguidos por no practicar el catolicismo, y prosperaron en Libertad.
Encontraron en la Argentina libertad para ganarse el sustento, libertad religiosa y libertad política (no que esto último les importara mucho, pero el resto sí).
En cuanto fue mayor de edad mi madre se hizo argentina por opción y siempre decía “este país me dio todo, todo”. Amaba profundamente a la Argentina.
Hay más tragedias familiares por la misma razón, que contaré otro día. Es todo muy doloroso y sólo puedo soltarlo de a poquito.
Pero si quiero contar la historia de la prima de mi madre. Tuvieron que dejar la aldea de Asturias y huir de España. Así que el matrimonio, con una niña de cinco años, mi tía Marisol, que es una persona hermosa, llena de vida y de amor, hoy con más de ochenta años, se fueron caminando desde Asturias hasta los Pirineos. Para que tengan una idea, recorrieron media Asturias, desde Cangas de Onís, y cruzaron todo el país Vasco hasta llegar a la frontera con Francia. Aproximadamente 350 km. Por el bosque, que es impenetrable (para la Guardia Civil), lejos de las carreteras. Con frío, y hambre.
Cruzaron los Pirineos caminando, con un guía. Eran varias familias y los padres le pedían encarecidamente a los hijos que no emitieran ruido alguno.
Hablé sobre esto con mi tía. Me dice que lo recuerda perfectamente, chiquitiña como era. Que eran como cuarenta personas y que la madre todo el tiempo le decía: “no hables, hija, no hagas ruido”. Hasta que pudieron llegar a Francia y de ahí vinieron para acá, donde vivía la hermana de mi abuelo.
Por eso cuando veo a los venezolanos caminar hacia Colombia o Brasil, con sus pocas pertenencias, me sangra el corazón. Literalmente.
La migración favorece a los tiranos:
- menos bocas que alimentar,
- menos tensión interna política (los opositores se van),
- con el tiempo, los que se van mandan remesas a los familiares que se quedan, lo que también usufructa el tirano [1].
Para cerrar: los tiranos no quieren a civiles armados. Los argentinos nacimos en búsqueda de la Libertad. Nuestro himno dice “Libertad, Libertad, Libertad”.
Fue la población civil armada la que repelió la invasión inglesa, en particular la segunda.
Fue la población civil armada la que se plegó a los tres ejércitos que defendieron nuestra libertad: el Ejército de los Andes, el Ejército del Norte y la Armada bajo las órdenes de Guillermo Brown, con los que finalmente vencimos a los ejércitos de Fernando VII de Borbón.
Nadie nos regaló la libertad, se conquistó con sangre y fuego.
La Patria se hizo a caballo. Sí. Pero con un fusil en la grupa.
Nuestra constitución es un canto a la Libertad.
Los socialdemócratas quieren que el pueblo esté desarmado. Son los pasos previos a instalar tiranías. De a poquito.
Lograron desarmar la población civil en Europa. No lo lograron en EEUU.
No dejemos que estos chichipíos, socialdemócratas amarillos, que ni siquiera entendieron por qué el pueblo los votó, nos quiten nuestras armas. Ni estos ni otros.
Es nuestro segundo antídoto (el primero son nuestras convicciones que llevaron a NO votar a Zannini) contra la tiranía (ver TIRANÍA).
Cuidemos nuestras armas con nuestra vida. Son nuestro talismán para la Libertad.
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PD: pido disculpas si el texto salió demasiado emocional y poco racional. No puedo abordar el tema de otra manera. Por ahora.
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[1] Pregúntenle a cualquiera de la colectividad Ucraniana lo que hacían los soviéticos con las remesas que mandaban desde la Argentina: se las quedaban todas. Las familias ucranianas mandaban postales - siempre postales - a sus familiares aquí pidiendo que no enviaran nada, porque no les llegaba.
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