ESTRATEGIA
· ¿Cuál es la estrategia de la Argentina?
· ¿Qué queremos ser?
· ¿Qué se debe hacer para llegar a ese punto?
· ¿Cuáles son los objetivos del país?
· ¿La conducta y las decisiones de los gobernantes son coherentes con los objetivos explicitados?
· ¿Nuestra casta política ha explicitado algún objetivo?
Objetivos
La República Argentina, a lo largo de su historia, hizo públicos sus objetivos colectivos, a veces claros, a veces confusos, a veces contradictorios entre distintos grupos que la integran.
En 1816, la élite que gobernaba o que pretendía gobernar, en nombre de todos, sostuvo que quería “investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey”, a lo que 10 días después agregó “...y toda otra dominación extranjera”. Para empezar, no está mal.
Las décadas siguientes se consumieron en mantener la unidad de la nación frente a las luchas intestinas y repeler incesantes malones de indios más los ataques de potencias extranjeras al Río de la Plata.
La segunda mitad del SXIX se destinó a tratar de organizar al país, ver cómo crecer y prosperar (“los beneficios de la libertad”), mantener la integridad territorial (dentro de esa lógica se explican la Guerra del Paraguay, la guerra contra el indio hacia el sur y en el Chaco); más la inversión en infraestructura (puertos y ferrocarriles) y en intangibles como educación y salud.
Los discursos presidenciales de Avellaneda o de la primera presidencia de Roca son concretos al respecto. (*). Un país lleno de expectativas con energía y vitalidad para llevar adelante sus sueños.
Fragmento del discurso del Presidente Nicolás Avellaneda a la Asamblea Legislativa el 8 de mayo de 1875. |
No sólo es el estado el que apuesta a cambiar la realidad.
Los privados van a la par o unos pasos adelante. Se construyen fábricas, comercios, se labra tierra virgen, se importan ejemplares ovinos y bovinos para mejorar las razas. No todo es obra pública. La mayoría no es obra pública. Se inauguran universidades, bibliotecas, laboratorios. La Sociedad Rural posee la mejor biblioteca científica de la Argentina en ese momento.
La clase dirigente entendió que la educación era clave para ese país que imaginaba, con lo que no escatimaron recursos para formar maestros, ingenieros, médicos, científicos. Al fin de siglo casi no había analfabetos (**). La inmigración se volvió una política de estado.
Punto de inflexión
La segunda presidencia de Roca es distinta. Ya no es un país que quiere ser, y que tiene a los indios a 300 km al sur y con territorio tomado de la mitad de Santa Fe al Norte, sino una nación que ya es. La propuesta del presidente es ser una de las potencias del mundo.
Roca fue uno de los grandes estrategas geopolíticos de nuestro país (no el único, aunque es un club pequeño).
Entendió todo y actuó en consecuencia.
Tuvo la habilidad de aunar voluntades para llevar adelante su programa. Con ese criterio - y con un país totalmente ocupado y en relativa paz - procedió a instalar la Argentina en el planeta. Poseer una de las mayores flotas de guerra del mundo (nótese que la Argentina tuvo una marina de guerra antes de una marina mercante de consideraciones), ocupar la Antártida, consolidar todos los rincones del país, modernizar infraestructura, formar un ejército fuerte y profesional, continuar con la inversión en educación, fortalecer la política inmigratoria, destinar recursos considerables a la salud se volvieron las prioridades para generar las bases de una potencia mundial.
Es paradójico. El país tenía una fuerte relación económica con Gran Bretaña (destino de la mitad de nuestras exportaciones de alimentos) al mismo tiempo que comienza una etapa de pretensiones de atisbos de potencia política.
Suele presentarse el gobierno del General Perón 1946-1955 como disruptivo. Sin embargo la mayoría de las instituciones que aplicó son prolongación de las instauradas en 1930, la política internacional 1946-1955 es la diseñada por Roca-Quintana, el comercio exterior siguió los parámetros anteriores. Perón no le reclamó a Inglaterra el oro que nos birló. Esto respecto a sus predecesores. Lo que hizo fue mejorar el nivel de vida de la población en concordancia con los aires de postguerra que cruzaban EEUU y la Europa Occidental; invirtió fuertemente en educación y salud (más que nadie), pero eso no deja de ser un perfeccionamiento de tendencias previas, en particular el plan de Fresco.
Luego del golpe de estado (1955) se prosiguió con los estudios en energía nuclear, cohetería, las bases en la Antártida y las exploraciones petroleras. El gobierno de facto le cambió el nombre al CONICET y al Instituto Balseiro, expulsaron a todos los profesores nacionalistas de las universidades, le pusieron Universidad Tecnológica a la Universidad Obrera. Tras esos maquillajes todo siguió más o menos igual. Las grandes inversiones en acerías, Aluar (aluminio), represas hídricas, así como el Polo Petroquímico de Bahía Blanca se hicieron luego de 1955. Por lo que hay una gigantesca divergencia entre lo lucha sectaria (manifestaciones, bombardeos, fusilamientos, encarcelamientos) y las políticas de fondo de una nación; por un lado peleas mortales -literalmente-, por otro un proyecto que prosigue sin pausas.
La diferencia entre la superficie y lo profundo merece ser estudiada.
¿Qué atacan del gobierno 1946-1955 sus detractores? ¿La mejora de vida de los más humildes o que siguiera los planes de convertir a la Argentina en una potencia mundial según el mandato Roca-Quintana? Porque lo primero es un simple problema de distribución del ingreso entre trabajadores y patronal, vigente en todo Occidente en la segunda mitad del SXX. Lo segundo es otro cantar.
Desde 1900 a 1975, se dan en etapas procesos para consolidar el sueño de Roca de ser una potencia económica y política. Ese proyecto atraviesa todas las presidencias, todas las formas de gobierno, a pesar de presentar formatos y discursos diferentes. En lo económico los distintos gobiernos buscan el autoabastecimiento de energía (primero petróleo, luego hidroeléctrica, nuclear en la segunda mitad del SXX), desarrollan la industria de base (química, de acero), tanto privada como por Fabricaciones Militares. Prosiguen con la fuerte inversión en educación, salud y ocupación del territorio, incluida la Antártida. Durante 80 años se pertrecharon las FFAA sin descanso.
¿Ahora?
Desde 1983 a hoy tenemos un ciclo económico largo. Se caracteriza por la creciente pauperización, precarización laboral y la caída del PBI per cápita, la destrucción sostenida de la educación, salud, las fuerzas armadas, el abandono de territorios, el incremento de los crímenes comunes, la desindustrialización sistemática y premeditada y la extranjerización creciente (hoy casi absoluta) de eslabones enteros de la producción y comercialización. Hoy no tenemos flota, el comercio exterior está casi en su totalidad en manos extranjeras, al igual que gran parte del comercio doméstico. El principal exportador de cereales y oleaginosas es el estado chino. La minería y la pesca están en manos extranjeras. Excepto YPF y alguna más, el petróleo también lo está.
No poseemos el control (ni privado ni público) de los resortes de valor de lo que producimos.
Los productores agropecuarios tienen predeterminado tanto el precio de sus insumos como el de venta del producido. Toda diferencia que puedan lograr se la lleva el estado.
¿Qué dice el presidente Alberto Fernández a la Asamblea Legislativa? Lo mismo que su antecesor y ambos lo mismo que Cristina Fernández.
Las prioridades de Fernández son los hidrocarburos (casi todos en manos extranjeras), la minería (100% extranjera) y la pesca (ídem). No hablemos de la cantidad de dinero que el estado le da a la banca. El campo (léase los productores agropecuarios) sólo está para pagar la cuenta del resto del país. (***).
Entonces, ¿Qué plan tiene la élite que gobierna para todos nosotros? ¿Dónde se quiere ubicar en el mundo? ¿De qué pretende que vivamos todos?
¿Cómo van a lograr algún tipo de estabilidad en un plano inclinado?
Hace dos años atrás sostuve que la Argentina tendría que haber comprado Nidera (****). Ya sea el estado argentino o privados. Con eso se hubieran adquirido patentes de semillas, puertos en todo el mundo, un trader. Eso hubiera permitido ser dueños de nuestro negocio (la exportación de cereales y oleaginosas). Si además tuviéramos barcos, seríamos dueños de otro eslabón de nuestra cadena de valor. Si manejáramos los FFCC de cargas, nos quedaríamos con lo producido por otro eslabón más (*****).
Eso es ser dueños de nuestro negocio: controlar la mayor cantidad posible de variables.
Hoy no existe un proyecto de país. O al menos la casta dirigente no lo tiene. No sabe qué producir, qué profesionales e infraestructura requiere, cuánta gente puede ocupar. Privilegian lo que les da dinero ya y ahora: pesca, minería, petróleo, gas, los puertos de Rosario y Bahía Blanca. Todo el resto es costo, todo el resto les molesta.
La posición internacional es de subordinación acrítica y sumisa a los organismos internacionales, bajar la agenda que les ordenen, lo que implica implementar cuanto experimento social inventen en las universidades de EEUU y Europa.
Supimos ser distintos.
Continuará.
(*)
Todos los discursos presidenciales aquí:
https://www.hcdn.gob.ar/secparl/dgral_info_parlamentaria/dip/documentos/mensajes_presidenciales.html
(**)
Un chascarrillo para las pseudofeministas contemporáneas. Para 1900, en Argentina, el índice de analfabetismo en la mujer era inferior que en el hombre, en ambos casos tendiente a cero. Para comparar, en la misma època en España el analfabetismo era del 64%, de más del 80% para las mujeres.
(***)
LA PARTICIPACIÓN DEL CAMPO EN LA VIDA PÚBLICA ARGENTINA
(*****)
Publicado el 10 de marzo de 2019 en La Prensa.
EL ESTADO LE QUITÓ A LOS PRODUCTORES 15 NIDERAS
(******)
Macri le cedió al gobierno chino el FFCC San Martín cargas.