NUEVO ORDEN MUNDIAL VERDE: LA FAMILIA REAL BRITÁNICA ES CÓMPLICE DEL FRAUDE

Londres, Inglaterra, 17 de octubre 2021, príncipe Guillermo, Duque de Cambridge y Catherine, duquesa de Cambridge concurren al Earthshot Prize 2021 en Alexandra Palace. Foto Alberto Pezzali, WPA, Getty Images.


Autor: James Delingpole (@jamesdelinpole)

Nota original: https://www.breitbart.com/europe/2021/10/19/delingpole-now-the-royal-family-are-just-shills-for-the-green-new-world-order/

Traducción: @Hyspasia


El circo climático organizado por las Naciones Unidas llega al Reino Unido y nadie, ni siquiera el íncubo embrujado del primer ministro Boris Johnson, ha sido más cómplice de los engaños del próximo COP26 que la propia Familia Real Británica (FRB).

No pasa un solo día sin que los medios de comunicación masivos pasen artículos de propaganda a favor del Complejo Industrial Climático, con algún miembro de la FRB diciendo o haciendo algo "verde" en los preparativos para el COP26.

Hoy, una vez más, es el turno del Príncipe Carlos. El Loco del Cambio Climático real, nos enteramos por un artículo del Daily Mail, ha estado ocupado en indoctrinar a su nieto Jorge con su usual eco-hinchada-de-huevos. 

El Príncipe Carlos ha revelado cómo su nieto, el príncipe Jorge, está aprendiendo sobre el cambio climático a través de un documental sobre COP26.

El príncipe de Gales, 72, apareció en un documental COP26, "The Sky Kids Original" [Niños del Cielo original], y explicó que su nieto mayor, de ocho años, aprende que el calentamiento global causa grandes tormentas, inundaciones, sequías, fuegos y faltantes de alimentos en todo el mundo.

Durante el video, Carlos agregó "Cuando yo tenía su edad, la gente no tenía ni idea del daño que causaba, pero cuando llegué a la adolescencia, empecé a ver que si no parábamos de polucionar el planeta, tendríamos un futuro peligroso por delante".

Antes de eso, en el fin de semana, fue el turno del superaburrido príncipe Guillermo de enarbolar la bandera ecofacista con un estúpido e inservible nuevo premio lanzado para promover la "sustentabilidad" en un "planeta condenado" o algo por el estilo.

Londres, Inglaterra, 17 de octubre 2021, un mensaje grabado de John Kerry, enviado especial del presidente de EEUU por el Cambio Climático, se muestra en la ceremonia del Earthshot Prize Prize 2021 en Alexandra Palace. Foto Yui Mok, WPA, Getty Images.


Se lo llamó Premio Earthshot y para un espectador cínico, pareciera algo que hubiera armado el Presidente Snow en los Juegos del Hambre para entretener a los privilegiados, ostentosos anormales en la Capital, mientras la gente del común, en los diferentes Distritos, pasa hambre hasta morir.

Apareció el desagradable cantante Ed Sheeran, vestido como una calabaza y habló de la virtuosa niña que impersonaba a Hermione en las películas de Harry Potter.

El príncipe Guillermo apareció vestido como un villano de James Bond. Pero no adrede, uno presume; meramente porque él no tiene ningún sentido de la elegancia o tal vez porque algún alcahuete de los que lo rodean le puso en la cabeza que si se ponía una vieja chaqueta de terciopelo con una vieja remera, se vería como que "reciclaba" y enviaría un mensaje importante al proletariado; que si se usa la ropa más de una vez se hace algo realmente importante por el planeta.

El abrazador de gorilas, el maltusiano con voz de susurros, Sir David Attengorough apareció vestido de pingüino y dio su discurso habitual sobre cómo estamos todos condenados pero en especial las generaciones jóvenes porque aparentemente no se ha hecho lo suficiente sobre el cambio climático, algo sobre lo que nadie habla...


Espere un momento, ¿Qué? ¿Cómo?

El príncipe británico Guillermo, duque de Cambridgne y su esposa, conversan con el conductor televisivo David Attenborough al arribar a la ceremonia inaugural del Premio Earthshot celebrada en el Alexandra Palace, Londres, Octubre 17, 2021. Foto de Alberto Pezzali / POOL / AFP). 

Londres, Inglaterra, 17 de octubre 2021, intendente de Londres Sadiq Kahn concurre a la ceremonia inaugural del Premio Earthshot celebrada en el Alexandra Palace. Foto Alberto Pezzali – WPA Pool / Getty Images.

Pero yo no creo que el público compre esta basura. Cuando uno escucha a los lectores comentar estas historias, los comentarios son siempre negativos. Acá, por ejemplo, se ven algunos bajo la historia del príncipe Carlos y su nieto al cual le lavaron el cerebro.

  • Lavarle el cerebro a los niños nunca es una buena idea.
  • Bueno, no debería. Él debería estar jugando con autos, legos, aeroplanos, etc. Es un niño, déjenle disfrutar su niños, paren con este mamarracho verde. El mundo va a seguir girando cuando Jorge no sea otra cosa que polvo.
  • ¿Alguien le cuenta al príncipe Jorge que su tío viaja por todo el mundo en un jet privado para sermonear sobre el cambio climático?

y

  • La [Familia Real] descarriló desde que el príncipe Felipe falleció. Hablemos de un campo minado político.

El último punto es claro. La reina y su esposo Felipe son los últimos de una generación que ha mantenido cierta perspectiva sobre los temas de medioambiente.

El príncipe Felipe, ciertamente, era un ardiente escéptico del cambio climático que se peleaba con frecuencia con su hijo, abrazador de vegetales, Carlos.

Aunque el príncipe Felipe era un conservacionista, ciertamente no era un "verde". es más, se lo dijo a Christopher Booker, en una carta, en respuesta a su libro (también escéptico del c.c.) "The Real Global Warming Disaster" ["El verdadero desastre del calentamiento global"].

Booker escribió:

Me sorprendí gratamente de recibir una larga y compasiva carta del príncipe Felipe, quien quería corregir un erro de mi libro. Yo había escrito que él era un partícipe del World Wildlife Fund, del cual fue cofundador en 1961. De hecho, me dijo, se había retirado del WWF después de que este cambiar el foco, del originario de salvar especies en peligro, a uno nuevo de campaña incansable por el calentamiento global.

La reina, sospecho, comparte el escepticismo de su esposo. Y aún si así no fuera el caso, está totalmente al tanto de los peligros de públicamente apoyar una causa política, razón por la cual es muy cuidadosa de fijarse dónde pisa.

Por eso es particularmente desagradable que el Mail intentara insinuar la semana pasada que la reina estaba a pleno de acuerdo con la agenda verde.

Publicó una historia tendenciosa "La furia verde de la reina: la monarca dice estar 'irritada' con los líderes mundiales, que 'hablan pero no hacen' en una rara intervención antes de la cumbre de cambio climático...

Continúa el Mail:

Esta frase es una rareza en la políticamente neutral - y muy circunspecta - monarca.

Casi me creo lo que leí. Pero en realidad, el artículo no estaba fundado en hechos.

Acá es lo que se le escuchó decir a la reina en la apertura del Parlamento de Gales.

"No es extraordinario...He escuchado sobre el COP26...todavía no sé quién va a venir..ni idea".

"Sólo sabemos qué personas no vienen...es irritante que hablen pero que no hagan...".

No son palabras de alguien frutado por la falta de combatividad por el cambio climático. Son las palabras de un anfitrión de clase alta, irritada porque sus huéspedes no han RSVP su invitación a la fiesta. (No confirmaron que vendrían).

Sugerir otra cosa es imponer una interpretación de las palabras de la reina que no corresponde. Claramente, aún cuando hablaba en privado - o eso ella creía - a funcionarios del evento, la reina no entra en la controversia.

El Daily Mail depende de la cantidad de centímetros que le dedica a la FRB. No puede permitirse el lujo de enojar a la oficina de prensa del palacio porque entonces le bloquearían el acceso a los miembros de la familia, acceso que imperiosamente necesita. ¿Entonces por qué delirante razón puso un artículo tendencioso que retuerce los hechos para convertir a la reina en una ecofanática?

Sólo podemos especular. Pero sospecho que la base del viejo orden, representado por la reina, está siendo erosionada al punto de que ya no tiene demasiada influencia. El príncipe Carlos y sus ayudantes saben que no falta mucho para que asuma el trono y comiencen a hacerse las cosas a su gusto.

Para algunos de nosotros, dentro de los cuales me incluyo, el fallecimiento de la reina acabará con cualquier lealtad que pueda sentir por la corona.

La posición ecofacista promovida por el príncipe Carlos, asistente habitual al World Economic Forum [Foro Económico Mundial, Davos], que pareciera siguen también sus hijos y su nieto, no tiene absolutamente nada que ver con los intereses de los llamados "súbditos".

Una vez que la reina se vaya, estaremos mejor si nos libramos de esos hipócritas eco-evangélicos, paseadores en jet; sería ideal que vuelen a un bunker situado en una remota isla volcánica y nos dejen en paz a nosotros. 


 



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Delingpole: Now the Royal Family Are Just Shills for the Green New World Order

LONDON, ENGLAND - OCTOBER 17: Prince William, Duke of Cambridge and Catherine, Duchess of Cambridge attend the Earthshot Prize 2021 at Alexandra Palace on October 17, 2021 in London, England. (Photo by Alberto Pezzali - WPA Pool / Getty Images)
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7:24

The United Nations climate circus is coming to the United Kingdom and no one, not even green-succubus-bewitched Prime Minister Boris Johnson, has been shilling harder for the upcoming COP26 shenanigans than the Royal Family.

Not a day goes by without the uncritical mainstream media running yet another Climate Industrial Complex propaganda piece about a member of the Royal Family saying or doing something ‘green’ in the run-up to COP26.

Today, yet again, it’s Prince Charles’s turn. The royal Climate Loon, we learn from another Daily Mail puff piece, has been busily indoctrinating his young grandson George with the usual eco-bollox.

Prince Charles has revealed told how his grandson Prince George is learning about climate change as he introduced a documentary ahead of Cop26.

The Prince of Wales, 72, appeared in the new The Sky Kids Original documentary Cop26: In Your Hands, and explained his eldest grandson, eight, has been learning global warming is causing ‘the big storms, and floods, the droughts, fires and food shortages’ around the world.

During the clip, Charles added: ‘When I was his age, people had no idea about the damage they were doing, but by the time I was a teenager I started to see that if we didn’t stop polluting our planet, we would face a very dangerous future indeed.’

Before that, at the weekend, it was the turn of the achingly dull Prince William to fly the eco-fascist flag with some stupid and pointless new prize he has launched to do with ‘sustainability’ or the ‘doomed planet’ or something.

LONDON, ENGLAND – OCTOBER 17: A pre-recorded message from John Kerry, U.S. Special Presidential Envoy for Climate, is shown on stage during the first Earthshot Prize awards ceremony at Alexandra Palace on October 17, 2021 in London, England. (Photo by Yui Mok – WPA Pool/Getty Images)

It was called the Earthshot Prize and to this cynical viewer it looked very much like the kind of event President Snow might have staged in the Hunger Games to entertain the pampered, glitzy freaks in the Capital, while the ordinary folk in the various Districts slowly starved to death.

Annoying singer Ed Sheeran turned up, dressed like a pumpkin and spoke to the worthy girl who used to play Hermione in the Harry Potter movies.

Prince William turned up dressed like a Bond villain. But not deliberately, one assumes; merely because he has zero dress sense or perhaps because some drooling minion put into his head the crap idea that if he wore an old velvet jacket with an old polo neck it would count as ‘upcycling’ and it would send very important messages to the proles that if you wear your outfits more than once it’s really good for the planet.

Whispery-voiced, gorilla-hugging Malthusian Sir David Attenborough turned up in a penguin suit and gave his usual speech about how we’re all doomed but especially the younger generation because apparently not nearly enough has been done about climate change, a subject which hardly anyone ever talks about…

Wait? What??

Britain’s Prince William, Duke of Cambridge, (2L) and Britain’s Catherine, Duchess of Cambridge, (L) talk with British broadcaster David Attenborough as they arrive to attend the inaugural Earthshot Prize awards ceremony at Alexandra Palace in London on October 17, 2021. -(Photo by Alberto Pezzali / POOL / AFP) (Photo by ALBERTO PEZZALI/POOL/AFP via Getty Images)

LONDON, ENGLAND – OCTOBER 17: Mayor of London Sadiq Kahn attends the Earthshot Prize 2021 at Alexandra Palace on October 17, 2021 in London, England. (Photo by Alberto Pezzali – WPA Pool / Getty Images)

But I don’t think the public are buying this crap. When you look at the reader comments on these stories they are invariably negative. Here, for example, are some of the ones below the Mail‘s story about Prince Charles and his brainwashed green grandson George.

Brainwashing kids is never a good idea

Well he shouldn’t be, he should be playing with cars and planes and lego etc. He’s a baby let him enjoy his childhood, stop with all this ludicrous green fakery, the worldbr will still be turning even when George is but dust.

Did anyone tell Prince George that his uncle travels by private jet to preach about climate change?

and

The [Royal Family] has really gone off the rails since Prince Philip has departed. Talk about leaping headlong into a political minefield.

That last point is well made. The Queen and her late consort Prince Philip are the last generation of Royals to have kept any kind of perspective on environmental issues.

Prince Philip, certainly, was an ardent climate sceptic who often found himself at loggerheads with his drippy, vegetable-hugging son Charles.

Though Prince Philip was himself a conservationist, he was definitely not a greenie. Indeed he told the late Christopher Booker in a letter, written in response to his climate-sceptical book The Real Global Warming Disaster.

Booker wrote:

I was startled and delighted to have a long, thoughtful and sympathetic letter from [Prince Philip], who also wanted to correct a mistake in my book. I had said he was still a supporter of the World Wildlife Fund, which he co-founded in 1961. In fact, he said, he had withdrawn from the WWF after it switched from its original focus on saving endangered species to relentless campaigning against global warming.

The Queen, I suspect, may well share her late husband’s scepticism. And even if she doesn’t, she is fully aware of the dangers of publicly endorsing so political a cause, which is why she treads so very cautiously on the issue.

Which is what made it so particularly disgusting when the Mail tried to insinuate last week that the Queen was fully on board with the green agenda.

It ran a tendentious story headlined ‘Queen’s green fury: Monarch says she is ‘irritated’ by world leaders who ‘talk but don’t DO’ in rare public intervention ahead of climate change summit…’

It went on to claim:

Remarks are a rare public insight into the politically neutral – and tight-lipped – monarch’s personal views

I was almost taken in by this drivel myself. Indeed, I dashed off a piece saying how disappointed I was with Her Maj for breaking the rule that, even by accident, the reigning monarch does not express views that might alienate half her subjects.

But actually, the piece’s claims were threadbare indeed.

Here is what the Queen had been overheard saying at the opening of the Welsh parliament.

‘Extraordinary isn’t it… I’ve been hearing all about Cop… still don’t know who is coming… no idea.

‘We only know about people who are not coming… It’s really irritating when they talk, but they don’t do.’

These are not the words of someone frustrated that more isn’t being done to ‘combat’ climate change. They’re the words of an irritated, upper class host who is irked that her guests haven’t RSVP-ed her party invitation.

To suggest otherwise is to impose an interpretation on the Queen’s words they simply cannot bear. Clearly, even though she is speaking in private – or thinks she is – to officials at an event, the Queen is resolutely steering away from controversy.

The Daily Mail is hugely dependent on royal tittle-tattle. It cannot afford to annoy the Buckingham Palace press office because then it wouldn’t get the access it craves to the various royal family members. So how on earth was it able to get away with running so tendentious a piece which twists the facts in order to misrepresent the Queen as some kind of eco-fanatic?

We can only speculate. But what I suspect is happening here is that the power base of the old order, represented by the Queen, is being eroded to the point where it no longer has much influence. Prince Charles and his aides know that it cannot be too long before he takes over the throne and are beginning to throw their weight around.

For quite a few of us, definitely me included, the passing of the Queen will bring to an end any loyalty we may feel towards the monarchy.

The kind of eco-fascist world view being championed by World Economic Forum regular Prince Charles, and apparently destined to be inherited both by his sons and grandson, has absolutely nothing to do with the interests of the royal family’s so-called ‘subjects.’

Once the Queen goes, we’ll be better off if these jet-setting, eco-evangelical hypocrites fly off to some remote island with a bunker inside a volcano and leave us all well alone.

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