MANDARINAS
El poder es nuestro,
la responsabilidad también.
Autor: Juan Martín Perkins
El sábado fui a San Antonio de Areco cargado con donaciones de los pehuajenses para las familias inundadas.
Durante el viaje pensaba en el caos que estaríamos padeciendo en Pehuajó sí, sumados a los 800 mm que llovieron en 2 meses, nos hubieran caído 390 mm en una noche.
Todas las ciudades del noreste de la provincia de Buenos Aires, pertenecen a cuencas abiertas y tienen campos quebrados con cañadas, arroyos y ríos que escurren el agua.
Sabemos que en Pehuajó vivimos dentro de una palangana enlozada.
Somos una cuenca cerrada que solo cuenta con la evaporación del verano y el canal Jauretche, que saca agua más o menos como una cuchara de postre.
El agua se nos ha quedado hasta 3 o 4 años, pero no hacemos nada… ni mantenimiento al canal.
Cuando sobreviene la emergencia y la tragedia, salimos corriendo a activar los mecanismos de la asistencia y nos ponemos super solidarios. Por suerte somos campeones en darnos cuenta de que el estado no hace el trabajo, que estamos solos y tenemos que hacernos cargo de algo que pudo y debió ser evitado con acciones previas.
Que bueno sería acudir con la asistencia al necesitado, llegar con bienes y servicios, pero además poder explicarle, y que entienda, que las carencias en la emergencia tienen origen en la desidia y la falta de previsión de los políticos y de la ciudadanía que paga sin exigir.
Todos somos testigos, y por lo tanto partícipes responsables, si durante los períodos de seca no exigimos que se hagan las obras correspondientes.
Tenemos memoria genética de inundaciones y sabemos a lo que estamos expuestos.
Vemos que lo poco público estatal que se construye se construye mal, de forma precaria, en lugares inadecuados y con evidente pérdida de estética y calidad.
Hay que aprender a unir causa con efecto para entender porque llegamos a esta situación.
Por estos días el intendente circuló unos videos donde declama todo lo que trabaja mientras baila la cumbia patética con una pala en el cordón de la vereda. Así nos cuida el estado.
Mientras no puso desagües ni cloacas… mientras bajó la cota de los caminos rurales, mientras no se hicieron alteos ni se pusieron alcantarillas, ni se erradicaron acacios negros, ni se mantuvieron compuertas del canal… Gracias a Dios no nos llovieron los 390.
Todos sabemos en qué estado de vulnerabilidad estamos.
Está bien bardear a Milei porque la empresa concesionaria no corta el pasto en la ruta, pero ¿por casa cómo andamos?
Ya no sirve echar culpas.
Si como ciudadanos vemos que las cosas no se hacen, deberíamos formar consorcios, hacerlas nosotros y dejar de pagar las tasas… así descubriremos cómo nos estafan.
Nos educan dependientes del estado, como le gusta al poder pehuajense, cuanto más idiotizados y cretinizados mejor. No les demos el gusto.
Ahora se viene la reelección indefinida para los intendentes… vamos a ver cómo votamos.
Como dije antes, no sirve echar culpas, el poder es nuestro, la responsabilidad también.
Estuvo el gobernador Kicillof en Salazar y habló como recién bajado de una nave proveniente del espacio interestelar, libre de culpa y cargo.
Como si no hiciera 70 años que sus gobiernos provocan el caos y nos empujan a la tragedia, tuvo la caradurez de afirmar sin ponerse colorado que la culpa de todo es de Milei.
En política, nunca nadie se jubila y todos hablan y obran como si no tuvieran archivo...
¡Cómo les gusta la mandarina!
Juan Martín Perkins.
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