TEDEUM



¿Debe la Iglesia ser sólo una gran ONG de asistencia material al necesitado? 





Autor: Juan Martín Perkins  



Hay vida eterna y hay perdón, pero tiene que haber conversión. 

Esta es la “Buena Noticia” que significa El Evangelio… y que los apóstoles tenían que ir a predicar a todos los pueblos.


Predicar el amor de Dios. Predicar que Dios existe y es Amor, que hay Vida Eterna y que vamos a estar en ella gracias a Su perdón. Esa es la mejor noticia.


Si te quitan una enfermedad, mañana sobrevendrá otra. Si te solucionan un problema, mañana se creará otro, en cambio, si te dicen que la vida no termina con la muerte porque ese no es el final, ¡esa es la mejor noticia! Lo dice Jesús… “pero debes recibir el perdón de tus faltas” y para ello hay que arrepentirse.


¿Merece la pena predicar la Buena Noticia como Jesucristo pidió? ¿O tenemos que limitarnos a la asistencia social, al hermano necesitado, al enfermo, al débil y al pobre?


Sabemos, que en épocas de los apóstoles, esas “obras sociales” se llevaban a cabo. De hecho, la figura del diácono se creó para ayudar a las mujeres viudas, a los huérfanos, a los que no tenían para comer dentro de cada comunidad, en tiempos de una gran persecución a los cristianos.


Hoy son otros tiempos, pero las preguntas son las mismas.


¿Debe la Iglesia ser sólo una gran ONG de asistencia material al necesitado? 


No está en discusión la caridad ni tampoco si la Iglesia deba tener colegios, asilos de ancianos, centros para recibir refugiados, etc. Eso TAMBIÉN debe hacer la Iglesia y ahí están los santos fundadores de tantísimas instituciones de ayuda al que sufre, en buena hora, pero no debemos sacar de foco lo que mandó nuestro Señor.


Está escrito: “El mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre, se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos comenzando por Jerusalén, vosotros sois testigos de esto”. Lc. 24,46.


Evangelizar, predicar con alegría la verdad a los hombres, decirles que hay Vida Eterna y que Dios es Amor y Perdona, es la mejor obra social que atiende a la primera necesidad. 


Evangelizar es la primera responsabilidad de los apóstoles actuales hay que ayudarlos a que no se aparten y distraigan de la fe.


El Señor no nos ha abandonado y se ha quedado entre nosotros en la Eucaristía, pero ahora la tarea es nuestra.


Hay que rezar por los sacerdotes, para que no se aparten de la fe y prediquen el Evangelio.


Sin culpas ni vergüenzas, sin adaptaciones, sin reformas ni modernidades, sin especulación política de Tedeum ecuménico o mateada en Unidad Básica, sin cambalaches globalistas ideados por el poder para relativizar la verdad.


Predicar el Evangelio es lo más útil y eficaz que podemos hacer, por nuestros hermanos.

Respetar las legítimas diferencias para lograr la unidad en la VERDAD.


La unidad sólo puede existir basada en la Verdad esencial, respetando las diferencias legítimas. 


Por más proclama ecuménica y Tedeum neutral que se haga, no podemos tener un credo hecho a medida, gusto y conveniencia. 


La Verdad es lo esencial y cuando nuestros pastores se vuelven ambiguos o contradictorios, como su la Iglesia fuera de ellos y no de Cristo, nos apartamos de ella y sobrevienen las confusiones y la angustia.


El reciente nombramiento del arzobispo de Buenos Aires, la polémica que suscitó, la homilía política en el tedeum del obispo de La Plata, más la indisimulada alineación permanente del episcopado argentino con la política partidaria del gobierno, debe convocarnos a orar, por la fe de la Iglesia y por la patria. 


Hay que rezar, predicar y vivir la fe.


Juan Martin Perkins.



Agradecemos la difusión del presente artículo:  

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