EL DERROTERO DE EEUU
¿Hacia dónde va EE.UU.?
No todo lo que reluce es oro, dice el dicho. En política económica suele haber una enorme distancia entre la retórica y los hechos. La comodidad lleva a mucha gente encantada con la retórica de un gobernante a no querer ver los hechos.
Es sabido lo impopular que resulta decir la verdad. Lo hemos vivido durante el kirchnerismo y lo vivimos durante el macrismo, más cuando los fanáticos se aferran a la retórica por sentimientos, necesidad o conveniencia. Nada muy diferente sucede en sociedades más avanzadas como EE.UU.
Al momento que la deuda pública argentina (USD 380 mil millones) cobró vida propia con su monumental carga de intereses en dólares (que elevan su carga en pesos ante cada devaluación), la deuda pública de EE.UU. también está tomando vida propia (USD 21,5 billones).
De ese monto adeudado (USD 21,5 billones), se estima que alrededor de USD 5 billones corresponden al costo de las guerras de Irak, Afganistan y otros países. Esto incluye los gastos directos de la guerra y los indirectos, como el pago de pensiones a veteranos de guerra, heridos, etc.
EE.UU. se está endeudando a razón de USD 1 billón por año, producto de su monumental déficit fiscal. Si bien el presidente Donald Trump bajó los impuestos y el gasto social, subió el gasto militar a niveles muy elevados para su economía, por eso la suba del déficit fiscal durante su gobierno.
El déficit fiscal subió 21% en 2018 respecto al año anterior, explicado 4,4% por suba de gasto público y el resto por la baja de impuestos.
Esta masiva salida a los mercados de deuda funciona como una aspiradora de dólares pero también eleva los tipos de interés que paga la deuda americana. La tasa del bono a 10 años ya paga más del 3% anual.
Cada suba del 1% de la tasa de interés de referencia, hace que las erogaciones por pago de intereses de la deuda se incremente en USD 215.000 millones adicionales, agravando el problema del déficit en un 21,5% adicional.
Es tal la magnitud del problema fiscal que llevará a la economía de EE.UU. a hacer algo similar a lo que Argentina hizo con la bomba de las LEBACS, una gran licuación.
Esto lleva a varios inversores cautelosos a diversificar sus portafolios, invirtiendo en activos de otros países, oro (una moneda que sobrevivió miles de años a eventos como la caída del Imperio Romano), metales preciosos, propiedades, commodities, etc.
Los principales acreedores de EE.UU. son estados:
China USD 1,1 billones
Japón USD 1 billón
Irlanda USD 260.000 millones
Brasil USD 252.000 millones
Y este monumental déficit fiscal tiene su correlato en su gemelo, el déficit de cuenta corriente, que a EE.UU. le da deficitario en su intercambio con el resto del mundo.
Pese a la retórica proteccionista y las subas en las tarifas al comercio con China y otros países, el déficit de cuenta corriente también se viene ampliando.
Si bien, al incrementarse el costo de los bienes, EE.UU importará relativamente menos de China, esto lleva a la depreciación de la moneda de China y a que los turistas chinos consigan menos dólares para ir a vacacionar a EE.UU. (o importar bienes de ese país).
Con lo cual la medida proteccionista termina resultando neutra en su objetivo de equilibrar el déficit en el intercambio.
Como argentinos, nuestra experiencia nos lleva a la siguiente reflexión:
Si Argentina, siendo un país mucho más chico y débil que EE.UU., tardó 70 años en hacerse añicos, y todavía tiene fuertes rebotes que siguen a cada una de sus monumentales caídas. ¿Cuánto podría tardar EE.UU. en tomar la misma dirección?
No lo sabemos, seguramente muchísimo más tiempo, y más en un contexto en que la UE, Japón, China y otros países actúan con cierta coordinación en la misma dirección que EE.UU., hacia la licuación de sus deudas. Con una tasa de inflación anual inferior o equivalente a la tasa de inflación que tenemos en un mes en Argentina.
Lo único que podemos saber, y que hermana a EE.UU. con Argentina, es que la pérdida de peso relativo, en el comercio mundial y en PIB mundial, ya es un hecho, y se irá profundizando con el paso del tiempo.
Y más habiendo tantos países adoptando políticas fiscales y monetarias responsables, que permiten a sus empresas competir en un marco de respeto a la propiedad privada y a las libertades individuales, con acceso al crédito de largo plazo, a recursos humanos formados para la ciencias duras, a envidiable infraestructura logística, con poca burocracia, bajos impuestos, baja inflación y acuerdos comerciales de libre comercio con una gran cantidad de países.
Los ciudadanos de Qatar, Luxemburgo y Singapur, ya viven en los países más ricos del planeta. Otros tantos van detrás pero creciendo a más velocidad.
Fuente:
https://www.cbsnews.com/news/u-s-budget-deficit-this-year-already-21-higher-than-last-year/
http://ticdata.treasury.gov/Publish/shla2017r.pdf
https://www.treasury.gov/resource-center/data-chart-center/interest-rates/Pages/TextView.aspx?data=yield
http://www.usdebtclock.org/
https://blog.bea.gov/2018/03/21/u-s-current-account-deficit-increases-in-fourth-quarter-2017/
https://blog.bea.gov/2018/03/21/u-s-current-account-deficit-increases-in-fourth-quarter-2017/
http://fortune.com/2017/11/17/richest-country-in-the-world/
https://www.cato.org/human-freedom-index
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