HISTORIA DEL PATA DE FIERRO


Autor: Juan Martín Perkins (@JuanMPerkins)

Hoy te cuento algunos datos sobre el “Expreso de la decadencia” que pudimos apreciar en Pehuajó hace un par de semanas, cuando la política lo sacó a hacer demagogia.
Alberdi y Sarmiento discutían el país que seríamos y compartían el criterio de que el ferrocarril innova, reforma y cambia las cosas más difíciles. ¡¡¡Ellos sabían que el tren sería la unidad de la República Argentina. Mucho más que 1000 congresos!!!

En 1854, apenas sancionada la Constitución, se formó la sociedad que iba a construir 24.000 varas de ferrocarril con el nombre de “camino de fierro de Buenos Aires” al oeste. Se hizo por suscripción de acciones. Al principio, la gente resistía el avance de esa “oruga de fierro increíble”, como la llamaban, pero su desarrollo fue imparable. Para 1860, el tendido de vías llegaba a Chivilcoy y Argentina comenzaba a inspirar una confianza inversora que pronto se volvió arrolladora.

En 1861 Edward Lamb solicitó permiso en la legislatura de Bs. As. para tender una línea hacia los pagos de Alfonsín y así se llegó a Chascomús. Argentina bostezaba durmientes. Y todo gracias a la iniciativa privada. Argentinos haciendo la Argentina.
La ciudad de Buenos Aires contaba con solo 95.000 habitantes.
El 27 de mayo de 1862, el Poder Ejecutivo provincial suscribió el contrato y en 1865 ya inauguraban los primeros 100 kilómetros. Las primeras 8 locomotoras del “Gran ferrocarril del Sur de Buenos Aires” se llamaron: Colón, Garay, Buenos Aires, Bolívar, Chascomús, Mitre, Saavedra y Riestra.

El tren a Chascomús desató el vértigo empresarial y la inversión se volvió arrolladora. En un pestañeo llegaron a Dolores y luego desde Las Flores a Azul. Para 1875 todo el sur tenia su servicio funcionando.
Hacia el Norte fue parecido. Se comenzó en el 57 desde Retiro. Las primeras formaciones que corrían entre las estaciones de Belgrano, Rivadavia, Olivos, San Fernando eran arrastradas por caballos hasta que fueron reemplazados por locomotoras a vapor.

El ingeniero Wheelwright, que representaba a un complejo accionario, se encargó de unir Rosario y Córdoba, los pagos del pobre De La Sota. Atendé este dato, en solo 7 años se finalizó la obra, uniendo la soledad y el aislamiento del interior con las posibilidades de conexión y expansión socioeconómica de la apertura al comercio.
La Mesopotamia tuvo su primer ferrocarril también gracias a la iniciativa de un grupo de vecinos de Gualeguay, que obtuvo la primera autorización para tender vías férreas.
¿Vas entendiendo? El Estado autorizaba pero los “privados” eran los que avanzaban y desarrollaban.

El 9 de Julio de 1866 la Mesopotamia estrenaba su ferrocarril que en el primer año trasladó 5.540 toneladas de carga y 8.850 pasajeros.
Te doy un dato adicional, fijate los apellidos de los desarrolladores y los inversores… detalle como para no quedarnos en el furor revisionista de algunos pseudo historiadores que hacen un relato de “La Vuelta de Obligado” para focalizar en que resistíamos una invasión Anglo-Normanda. ¿Era una invasión? Más vale parece también la lucha de un interior queriendo abrirse al mundo con su productos y cultura.

Visionarios, llevaron las líneas férreas desde 61 kms con Sarmiento a 5.836 con Roca.
Con Avellaneda, ese “don nadie” que bajamos de nuestro acceso a la ciudad para poner a Néstor, es que comenzaron a llamarnos “el granero del mundo“.
El ferrocarril llevaba en sus ruedas el progreso y hacía brotar ciudades en el desierto.
Para 1890, la generación del 80, tan denostada por el “relato cambia nombres,” era una revolución progresista que dejaba 10.000 kms de extensión de vías y un capital invertido de 320 millones de pesos oro. Ya se llegaba a Catamarca y Santiago del Estero, al sur hasta Bahía Blanca; al oeste llegaba a Mendoza y Neuquén.
En 1891se habilitó Mendoza-Uspallata y luego se cruzó la cordillera para llegar al Pacífico.
Podría escribir mil carillas sobre la gloria que fue el tren. Sobre la decadencia, prefiero no hacerlo.

Prefiero dejarte con el dato duro de que para los años 1965 teníamos 41.224 kms de vías, 2.567 estaciones, 82.000 vagones de carga y 4.773 de pasajeros con mas de 3.600 locomotoras diésel eléctricas y vapor, además de 884 coches eléctricos…. Para pensar ¿no? Siendo que ahora venimos de nuestro mas largo período democrático.
¿Entendés ahora por qué le llamo tren fantasma a la formación que apareció de incógnito en Pehuajó?

Vos me puteas a mi porque soy un oligarca, inútil, indolente y todo lo que quieras…. Es mas fácil llenarme de adjetivos que reconocer que te digo la verdad sin demagogia.
Te robaron hermano, aunque no lo quieras ver.
Me gustaría que tuvieras la oportunidad de viajar en auto entre Zaragoza y Barcelona, por ejemplo, y distraído miraras hacia el valle donde, de repente, se te apareciera el AVE a toda velocidad.
Se te escaparía un grito de admiración!!.
Nos robaron hermano!! Nos robaron las autopistas, los trenes, los barcos, los puertos, los puentes y la autoestima… nos robaron el presente y el futuro de ese pasado que vos aborreces cuando ves que los ferrocarriles se llaman San Martín, Belgrano, Mitre, Urquiza, Sarmiento y Roca…..
Deberíamos pedirles perdón.
70 años de decadencia en la que pareciera que estamos muy cómodos, ¿donde la única idea que se les cae a los muy democráticos, es pedir que cierren Radio Mágica y acallen una voz por el solo hecho de decir una verdad incómoda?.
De esos 70 años no te voy a hablar, esos los conocemos bien. Son los años en los que nos fallaron los frenos, nos llevamos por delante los andenes y nos matamos de a 54… los años de los bolsos y el tren bala imaginario.
¿Los años de chatarra de fin de semana por la obra, gracia y “bondad” de Cargill?.
Mucha conferencia de prensa, pero el poncho no aparece.

Juan Martín Perkins


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Nota relacionada: EL TREN DEL MISTERIO


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