MAFIA
La mafia existe. ¡Y cómo!
http://blog.ilgiornale.it/spirli/2018/08/31/la-mafia-esiste-eccome/#
Traducción: Pachira @BGSNFU
Viernes, 31 de agosto de 2018 - San Giuseppe d'Arimatea - de Casa Spirlì, en Calabria
Existe, existe ... La mafia nació y nunca murió. En realidad, ni siquiera fue herida. En el límite, ella estaba molesta, nerviosa; a veces, machucada. Golpeada, digamos. Pero nada más. La mafia es inmortal, desafortunadamente. Porque vive en muchas vidas. Demasiadas. Obvia, predecible, semi-imaginable, impensable, imposible y más allá de cualquier codificación léxica y mental. La mafia está en el aire y, vive más allá del aire. Está en la carne y en los 21 gramos del alma. En los gestos. En el sudor frío del sicario a sueldo y en el paciente silencio del capo. En las grandes palabras de los mítines. En la vulgar arrogancia del condominio. En las águilas de mármol fijadas en los pilares de las puertas y en los aviones privados que deambulan insolentes en los cielos de todos. En los contratos de guardaespaldas de los segundones y las babas de los lameculos. La mafia está en los obispos que cubren a los cerdos en la sotana y los maestros esclavizados que promueven a los asnos. En el pan reservado para aquellos que nunca vienen a recogerlo. En negros a 20 euros. En los autos de familiares dependientes. En la peluquería todos los días. En los viejos que hurgan los contenedores del mercado, muertos de hambre.
La mafia está en las masacres y en los papeles. En los documentos desaparecidos y en las pistas abandonadas. En las prostitutas estatales y en las listas para las urnas. La mafia está en pescado podrido cocinado de todos modos. En los panes enmohecidos y rallados, vendidos en las milanesas precocidas. La mafia está en el estacionamiento reservado. En agua privatizada. En la antimafia de la tarjeta de presentación. A la sombra de un subsidio inmerecido. En los amigotes de alguna institución.
La mafia está en el cemento empobrecido de puentes y edificios. En desechos tóxicos sembrados como trigo. En los banquetes groseros. En hospitales asesinos. En médicos ignorantes. En los ancianos abandonados. En el discapacitado golpeado. En adopciones pagas. En los monumentos funerarios cursis.
La mafia está en las derrotas de los buenos. En las muecas de idiotas. En las victorias de los malhechores. En trenes llenos de violentos.
La mafia está en una mujer asesinada. En un niño abandonado En un animal torturado.
La mafia es la explosión de una bomba para el destinatario. La mafia es la explosión de una bomba para el remitente.
La mafia es la mentira, el engaño, la estafa.
Son muchas cosas, la mafia. Muchas otras cosas...
Existe sí, existe la mafia. De los polos al ecuador. Habla idiomas O está en silencio. Tú lo entiendes La sientes cuando está allí. Y cuando parece que no está, hueles el hedor. Que, a menudo, huele a perfume.
Porque la mafia se está peinando, lavando, puliendo y vistiendo de gala. Se embellece e intenta una fachada. Intenta.
La mafia son ELLOS y nosotros somos los que no llenamos las plazas. No decimos NO. No gritamos ¡Basta!
La mafia es un lápiz copiativo* que se vende a cambio de un favor. O una esperanza.
La mafia es nuestra mano en el secreto de esa pequeña habitación poco secreta**.
Existe. La mafia existe.
No es cierto?
*Es un lápiz indeleble que sirve para marcar la boleta en las elecciones.
** Se refiere al cuarto oscuro
* * *