DESCRÉDITO
Autor: Juan Martín Perkins
Seguramente todos habrán visto un video del Dr. René Favaloro en el programa de Neustadt y Grondona cuando, visiblemente fastidiado, hacía un fuerte alegato contra la burocracia y la coima.
Inolvidable la cara de vaca viendo pasar un croto con que lo miraban los 2 periodistas, como si Favaloro hubiera hablado en chino mandarín.
Compartiera o no uno sus ideas, no se puede negar el prestigio que el doctor supo ganarse como profesional y como persona.
Nadie dio pelota.
Cuando alguien de nosotros se anima a desmarcarse de la manada y se juega el pellejo exponiendo verdades, lo dejamos solo… y se nos suicidó en la cara. (teléfono para Larreta).
Así es como poco a poco fuimos apagando la credibilidad y hoy tenemos muchos charlatanes a los que no les creemos… empezando por el presidente y la vice, los más mentirosos y fabuladores, no le creemos a nadie.
En Pehuajó, para no desentonar, se vota a un analfabeto gritón, rey de las chicanas, que nos manda a leer a Jauretche, mientras habla de una realidad paralela, producto de su propia imaginación y resentimiento y que no cree ni él.
Le sirve para distraernos del desastre al que nos empujaron por pura imbecilidad del relato fascista y discriminador…
Mansamente nos dejamos embretar hasta este hoyo, en cuyo fondo llevamos casi 20, 30 o 40 años (según tu preferencia política) sin poder hacer pie.
¡¡¡Cuánta angustia tendría hoy el Dr. Favaloro!!!
Está claro que están logrando quebrar la economía personal de cada uno de nosotros para hacernos esclavos dependientes de un salario universal. Lo mismo que le hicieron al doctor, para obligarlo a mendigar.
Multiplicaron la pobreza y la distribuyeron en cajas administradas por gerentes del palo político… Ellos, millonarios…nosotros, mendigantes de ventanilla en ventanilla, como el doctor.
Página 12 la emprendió contra el economista Manuel Adorni por tuitear un billete de 100 dólares con la leyenda: "Estos sí que son más de 30.000”.
Adorni cometió el sacrilegio de hacer un chiste entre tanta desgracia y angustia.
Puso en evidencia lo patéticos e inviables que son, pero se metió con el tótem de la orga, vade retro Satanás…peor que meterle el dedo en el ojo a Verbitsky.
“Son la derecha, liberales y negacionistas” acusan, para discutir gansadas y no tener que pedir perdón por pulverizar salarios y jubilaciones devaluando el peso…una vez más.
Contradiciendo el relato que dice “la emisión no produce inflación y la deuda en pesos no importa”, más que pobres, nos hicieron paupérrimos... y ahora nos llevarán al precipicio y nos mostrarán la cara del espanto y el horror de una guerra civil.
Victimizarse es su objetivo, “el campo y los especuladores” serán el enemigo conveniente.
Y nos empujarán al abismo de pobres contra pobres, con tal de que la jefa no vaya presa.
Y tanto nos buscarán, que un día, finalmente, nos van a encontrar… porque, como dijo San Martín, “cuando la patria está en peligro, todo está permitido, excepto, no defenderla”.
Juan Martín Perkins
