CÁRCEL VIP

 

Todo pega la vuelta y vuelve.


Autor: Juan Martín Perkins   


Esta semana leí un artículo firmado por Luciana Bertoia linkeado en un grupo de wasap.


Con el resentimiento de siempre y cargado de adjetivaciones y prejuicios de valor a los que nos tiene acostumbrados, la firmante de Página 12, denuncia que el Servicio Penitenciario Federal tiene la intención de vaciar el complejo de Ezeiza donde están presos los militares que combatieron a la subversión.


El título reza que la ministro Bullrich apura el envío de Astiz y otros “represores genocidas” a la cárcel VIP de Campo de Mayo.


Conozco a Astiz y a los otros “represores genocidas”, como los califica Pág. 12. He visitado tanto a los que están en Ezeiza como a los de la Unidad 34 de Campo de Mayo.


Si me pidieran mi opinión, diría que cuando los conocí sentí gratitud por el servicio que prestaron y vergüenza por pertenecer a una sociedad desagradecida e indiferente con la injusticia que padecen. 


No voy a caer en el mismo vicio de Página 12 enumerando un listado de adjetivos calificativos y juicios de valor para referirme al curro de DDHH. Me niego a ser resentido.


Solo digo que deseo de corazón que a los mentirosos autores del relato, a los continuadores que no hacen nada por desmentir (incluido el actual gobierno) y a los jueces prevaricadores que continúan con semejante injusticia, les llegue el momento de rendir cuentas. 


Todo pega la vuelta y vuelve… y ese momento llegará finalmente, tarde o temprano.


Esta semana también se publicó un recordatorio del aniversario del asesinato salvaje del juez de la Nación Jorge Vicente Quiroga. El terrorismo no hizo una Traviata sólo del compañero Rucci. Al juez de cámara que tuvo el coraje de meter presos a los terroristas también le hicieron 14 agujeros.


Se intentó con la ley, y así le fue al juez Quiroga y a todos los que se tuvieron que exiliar.


El relato, que tiene presos muriendo en la mazmorra a los soldados, ocupó los cargos políticos de todo el país con funcionarios mentirosos y fabuladores como Zurro, que ocultan que Cámpora y Righi abrieron las cárceles y soltaron a todos los terroristas juzgados y condenados para matarnos entre hermanos. Como Alberto Fernández en la pandemia.


Los camporistas hacen como que olvidan la amnistía.


Se quejó el General Perón de que le llenaron el gobierno de “putos y marxistas” (textual), todavía están ellos y su descendencia, a pesar de haber saciado su sed de venganza a sangre y fuego, allí están, con cargos públicos e indemnizados con nuestros impuestos.

QEPD el valiente juez Quiroga que el 28 de abril de 1974 recibió 14 balazos en la calle Viamonte casi esquina Paraná cuando se dirigía a ver un partido de fútbol con amigos.


Condenados por la Cámara Federal y liberados por la amnistía camporista, lo acribillaron en la calle como a un perro. Fue en tiempos de un gobierno constitucional.


Su pecado fue aplicar la ley e impartir justicia, tarea imposible en el reino de putos y marxistas.

Que lindo sería poder mirar hacia adelante compartiendo la historia real de los argentinos, en vez de estar siempre mirando hacia atrás con la ingrata tarea de exponerme para tratar de evitar que nos sigan engañando y estafando.


Todo lo que proviene del relato no es verdad, es una adaptación conveniente, sólo cobardía, especulación y curro que pagamos muy caro.



Juan Martín Perkins.


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