LO QUE LOS DUEÑOS QUIEREN Y LAS INUNDACIONES

 

Chapeau para Bercovich: muestra el cambio de proyecto dentro de la misma élite.


Autora: Iris Speroni (@SperoniIris)


Hace unos días prometí mis comentarios sobre el libro “EL PAÍS QUE QUIEREN LOS DUEÑOS”, de Alejandro Bercovich, con la participación de:


  1. Alejandro Bercovich, introducción y primer capítulo

  2. Cecilia Rikap,

  3. Lara Bersten,

  4. Juan Odisio,

  5. Gustavo García Zanotti y 

  6. Augusto Tarufoli.


Arranco.


En primer lugar, es ecuánime. En criollo, no es abiertamente sesgado o militante.


Segundo, es rico en información objetiva, lo que es siempre útil.


Tercero, está bien escrito. 


En cuanto al contenido, presenta un ángulo de análisis interesante. Sostiene que en la Argentina existen personas que son los dueños de la misma (sobre esto volveré), que existe un plan para el país diseñado o al menos instrumentado por estas personas el cual está descripto en bastante detalle. Sobre esto (introducción y capítulo 1) también volveré, por ser medular al trabajo.


Los capítulos 2 a 6 presentan información sobre segmentos de la economía argentina. Ahí es donde se separa un poco de la explicación conceptual y pasan a los datos. 


Capítulo 2, Cecilia Rikap


Presenta la estructura accionaria de los grupos económicos, los que han mudado - salvo alguna excepción - sus casas centrales de la Argentina a paraísos fiscales, con el fin de no solventar al estado argentino y así maximizar sus ganancias. Muy bien presentado y descripto. Además menciona a un gran favorito mío, Nicholas Shaxson [I]. Es una muestra cabal de cómo esa parte de la élite argentina se desentendió de nuestra suerte, dando sustento al capítulo 1 de Bercovich.




Capítulo 3, Lara Bersten


Describe el crecimiento de las empresas de comercio por internet y de desarrollos informáticos. Lo hace con saludable crudeza, lo que es bienvenido. 


Son negocios de intermediación comercial (Despegar, Mercado Libre, Rappi, Uber, etc.). Algunos de capitales nacidos acá (luego mudados a algún paraíso fiscal), otros extranjeros (ej. Uber). Se venden como innovadores, sin serlo. Simplemente, lo que antes proveía el comerciante del barrio, ahora se le paga a una empresa multinacional cuyos dividendos salen del país. Muy didáctico. 


Lo que Bersten explica no dista de lo que ha sucedido en otros países. 


Amazon dejó sin sustento a centenas de miles de familias comerciantes. El nocaut vino con la falsa pandemia. Familias que con millones de dólares invertidos en inventarios y bienes inmuebles fueron sacados del mercado por un monopolio crecido al amparo de exenciones fiscales del estado norteamericano (allá) y exenciones fiscales argentinas (acá). 


Se trató de una destrucción masiva de riqueza de familias enteras quienes dejaron de pertenecer a la clase media y explotar su propio capital para pasar a ser, en el mejor de los casos, asalariados [II]. 


Me explayé más de la cuenta en este capítulo por la simple razón de que a partir de la caída del muro de Berlín, el mundo anglosajón (que todavía gobierna Occidente) decidió que la existencia de una clase media no era necesaria para evitar el triunfo del “proletariado” y a su vez desbaratar la posibilidad de que los partidos comunistas llegaran al gobierno vía las urnas [III]. 


La autora describe con profesionalismo estos negocios de intermediación que la prensa quiere vendernos como la gran cosa y que, como bien demuestra, las ganancias obtenidas acá, fueron usadas para propiciar sus negocios en el exterior [IV].



Capítulo 4, Juan Odisio. 


Efectúa una revisión histórica de la tensión entre industria y producción agroganadera [V]. Resumido y con poco sesgo político. 


Deja en claro la diferencias dentro de la propia élite gobernante desde finales del SXIX, entre quienes solamente buscaban vender carne y cuero al exterior y quienes aspiraban a más (cumplir con el sueño del General Belgrano). 


Nombra como referentes al ministro de la provincia de Buenos Aires Rufino Varela, a Vicente Fidel López (rector de la UBA) y obviamente a Carlos Pellegrini. Creo que el autor es injusto con Nicolás Avellaneda [VI]. 


Trata de fallido o tímido o débil el intento de industrialización lo que argumenta con solvencia.


Dos divergencias con el autor. 


En primer lugar, creo que sí hubo un intento serio de hacer de Argentina un país desarrollado, si bien, reconozco, ha sido zigzagueante. Es un largo ciclo que se inicia con Avellaneda (post malones - guerra proxy con Chile - y post guerra del Paraguay) y termina en los ‘70s, cuando potencias extranjeras (anglosajonas) azuzan conflictos internos con el fin de frenar de una vez y para siempre el intento argentino de ser una potencia mundial [VII]. 


En segundo lugar, en su afán de explicar en pocas palabras un tema complejo - la pelea de dos proyectos distintos intra élite -, quedan necesariamente muchos datos afuera [VIII y IX]. 



Capítulo 5, Gustavo García Zanotti


Vaca Muerta. Dice lo que ya le adelanté a mis lectores hace varios años: Vaca Muerta es un curro monumental. Es una estafa contra los argentinos. Dicho esto, lo mío fue en el aire. El autor presenta una argumentación contundente y da ejemplo de explotaciones en otros países. Lectura más que recomendada.


Capítulo 6, Augusto Tarufoli


Es una descripción, ignoro cuán fidedigna, llena de nombres propios (“name dropping” como dice el autor), descripción de círculos concéntricos de pertenencia. Una especie de Revista Caras en prosa. Entretenida. Vende la fantasía de que los comunes podamos saber qué hacen - supuestamente - los ricos. Una especie de Downton Abbey criolla y subdesarrollada y escueta (poco detalle). Entretenida.



Substancia


Alejandro Bercovich lista a quienes él considera son los dueños. 


Se agradece su servicio a la Patria. Lo que él escribió no lo podríamos haber hecho ni Santiago González ni yo.


Dicho esto, el autor axiomáticamente determina que determinadas personas o familias o grupos empresariales son los dueños de Argentina. Pero no explica y si lo explica no lo entendí, por qué ellos son los "dueños". ¿Por qué no otros? ¿Qué rol, qué poder conservan o han ganado otros sectores de la economía y la sociedad argentina? Nunca el poder es solamente de uno o de una élite compacta. Por eso existen tensiones políticas y sociales. Dentro de la élite y de la élite con otros.


Es muy interesante y divertida la afirmación del autor según la cual los “dueños” habrían creído haber conseguido gobernar la Argentina con Macri. Que finalmente habían puesto el número uno sin tener que negociar con otros. Yo agrego: ¿quiénes serían los otros? ¿Sindicatos, Iglesia, piqueteros, productores agropecuarios, dueños de pymes, comerciantes, boy-scouts, cantantes de ópera?


Según el autor, los “dueños” creyeron que el intento de Macri falló por sus inhabilidades manifiestas. Y que ahora, con Milei, sí van a conseguir todo lo que querían hacer y que no pudieron en el interregno 2015-2019. El gran sueño de los “dueños”, su gran fantasía se volvería realidad: cumplir los deseos sin intermediarios, interferencias o limitaciones. Una irrestricta apropiación de los activos del país y del país mismo.


De todo lo que Bercovich expone, esto es, en mi consideración, lo más relevante.


En este punto es donde el autor se queda. “Ahora las cosas son así, por A, por B y por C”. Eso me llevó a pensar mucho lo que él sostiene. Acá va mi consideración. 


  1. Creo que el proyecto de los dueños está condenado al fracaso. Por diferentes razones. Porque de ser exitosos, el huésped muere. La República Argentina y el Pueblo Argentino mueren como tal. No creo que esto le quite una lágrima a los “dueños”.
    Lo que no contemplan es que una vez muerte el huésped (nosotros) su propia existencia se vuelve innecesaria [X]; les aconsejo que vean "They live". Los van a descartar como nos están descartando a nosotros.

  1. Como en cualquier partido, el otro también juega. Puede ser que se tome sorprendido a un jugador, que se encuentre grogui (“groggy”), sin capacidad de reacción y que nazca la oportunidad de un “vamos por todo”, como ha sido el caso de los “dueños” desde el 10 de diciembre de 2023 hasta hoy.
    Sin embargo, Argentina ha demostrado no estar perdida ni aún perdida. Ejemplos en nota al pie [XI]. Así que cantar victoria con nosotros antes de tiempo, me parece apresurado.

Por último y creo que es el gran hallazgo de este libro y chapeau para Bercovich, es cuando muestra el cambio de proyecto de la misma élite.


Los mismos que se jugaron por la industrialización en otras décadas, ahora, en bloque, decidieron plegarse a los planes de la WEF y la Agenda 2030. 


Entendieron o creyeron entender, que el negocio no era más producir acero o medicamentos o lo que fuera, sino cubrir el lugar que el mundo anglosajón occidental les dejó para ellos. 


Bercovich no explica las razones de su decisión. 


Yo aventuro que debe de haber habido proposiciones que no pudieron ser rechazadas del tipo “ahora así son las cosas”, pero, obviamente, no estuve ahí. 


Queda, según el autor, como único desafiante al status quo,  como un Don Diego de la Vega, la familia Madanes con Aluar y Fate. Larga vida a la familia Madanes.


Respecto a planes anti-nación y pro-nación, reitero lo escrito para La Prensa: NUESTRA VERDADERA TRAGEDIA FUE HABER CANCELADO EN 1982 EL PROYECTO DE NACIÓN  (en La Prensa; en mi portal).




Las inundaciones


El libro expone, como al pasar, que el grupo CRESUD posee más de 880.000 hectáreas [XII]. Esas hectáreas no estaban en su poder hace 50 años, por lo tanto en las últimas décadas deben de habérselas comprado a alguien.


El libro menciona que los integrantes de la UIA cuentan con más hectáreas que los miembros de la Sociedad Rural (cuando no son los mismos). Entonces uno se preguntaría ¿por qué no usan su poder para pedir la baja de los DEX?


Acá voy a uno de mis caballitos de batalla recurrentes. Los derechos de exportación no existen para recaudar para el estado. Sus ingresos pueden ser suplidos por otros (impuesto a las ganancias por ejemplo), o baja del gasto, o emisión. El objetivo, como muy bien explica Sasha Pak, es que los impuestos existen no para financiar al estado sino para determinar quiénes ganan dinero y quiénes lo pierden. 


Los derechos de exportación al sector agropecuario, impuesto que casi no existe en ningún país del mundo,  y que no aplica ningún otro país del Mercosur, existe al solo efecto de deprimir la rentabilidad de los productores agropecuarios, bajar el precio de los campos y forzarlos a vender.


Por la misma razón que no se eliminan los DEX, es que no se efectúan obras que mejoren la rentabilidad y/o la subsistencia de los sectores agropecuarios: FFCC, mantenimiento caminos rurales, riego/drenaje.


Una vez que hayan comprado todos los campos, BlackRock/Vanguard incluidos, aparecerán las obras en FFCC, caminos e hidráulica.


En este plan han sido complacientes: la Alianza, el kirchnerismo, el macrismo y un largo etcétera.



Corolario


Compren el libro y léanlo.


Lo recomiendo enfáticamente.


Saquen sus propias conclusiones y comenten, quiero saber qué opinan ustedes.



Los campos más ricos de la Argentina, anegados.
Mientras, 200.000 millones de dólares en los últimos años se han distraído de la producción y derivados a otros entuertos contrarios a sostener la propia actividad.


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Notas:

[I]

El primer capítulo de Las Islas del Tesoro de Nicholas Shaxson está dedicado a la Argentina, Gran Bretaña, los frigoríficos ingleses y el asesinato en el Honorable Senado de la Nación del Senador Enzo Bordabehere.

[II]

Murieron lo que los sajones llaman las “main streets”, calles principales y las fuentes de trabajo que proveían. El mecanismo fue el mismo que utilizó Blockbuster en la Argentina para eliminar todos los videoclubes, o tiempo después, Uber. Poner precios dumping (por debajo de los costos), desplazar a los competidores y luego quedarse con el mercado. En el proceso se enriqueció Jeff Bezos que no es más que la cara visible de capitales cuya propiedad se desconoce. 

[III]

Una vez que ese riesgo dejó de existir, la misma existencia de una clase media como estabilizador social y político dejó de ser una necesidad para las élites. A partir de ese momento, se activaron mecanismos para desposeer de capital a las familias y condenarlas a la pertenencia a un nuevo proletariado. Hoy explicitado en la Agenda 2030.

El triunfo de Trump (que auguro volverá a fracasar) es el llamado desesperado, el último estertor, de esa clase media de EEUU, que desea evitar su propia desaparición. En Argentina, el correlato es la cantidad de negocios cerrados para siempre, las estaciones de servicio que no existen, los taxistas que vieron que el valor de su licencia se desplomaba, etc., etc. acompañado de la pauperización de las tareas de clase media (médicos, paramédicos, docentes, policías, fuerzas armadas, etc.). A lo que hay que sumar las 150.000 familias productoras agropecuarias que desaparecieron.

[IV]

Los directivos de dichas compañías eligen invertir sus ganancias en el exterior porque dado que se ha decidido: a) que Argentina no crezca, b) que se limite y/o elimine la clase media, c) que el resto del país quede pauperizado, las posibilidades de crecimiento local son limitadas en el mercado doméstico. Asimismo, estos mismos directivos desestiman que Argentina pueda ser usada como Casa Central de negocios internacionales.

[V]

Que el autor extiende en la actualidad a minería y combustibles, cuando no son lo mismo, pero vale.

[VI]

Quien, más allá de las declaraciones que pudo haber hecho en su afán de sacarse a los acreedores de encima, lo cierto es que nunca dejó de construir escuelas, colegios nacionales y normales y financiar el Colegio Militar, además de gastar dinero que no tenía para que hubiera FFCC hasta Tucumán, Jujuy y Mendoza, con lo que dio el paso imprescindible para la radicación y fortalecimiento de las industrias azucarera y vitivinícola. A veces hay que fijarse en lo que las personas hacen y no tanto en lo que dicen.

[VII]

Se aplicó en Argentina el mismo método que la CIA usó en todo el mundo, cuyo últimos casos casi idénticos han sido la financiación de grupos insurgentes en Egipto (caso fallido) con la Hermandad Islámica, los grupos opositores en Libia (exitoso) y la caída de Siria vía la financiación de ISIS y el Estado Islámico. El destructor de Siria ha sido recibido con pompa en París por Macron y en Arabia por Trump  la semana pasada.

[VIII]

Al que quiera ampliar la información, sugiero la lectura de Historia del Agro Argentino, de Osvaldo Barsky y Jorge Gelman, el cual, curiosamente, explica mucho mejor que otros textos, el crecimiento industrial de nuestro país.

[IX]

Otro sí digo. Mi descripción de los 100 años de desarrollo argentino y de despliegue de un proyecto nacional que soportó diferentes administraciones: conservadoras dentro del estado de derecho, radicales, conservadoras fuera del estado de derecho (golpes de estado) sobrevive el paso del tiempo. Tal vez es hora de remozarla. Disponible aquí https://iris-speroni.blogspot.com/2021/10/enfermedades-y-cura-de-la-economia.html . Sostengo lo que dije en el INFIP: debemos volver al proyecto nacional.

[X]

Los burgueses que le dieron la bienvenida a Zelensky ahora se dan cuenta que BlackRock es dueño de toda Ucrania. Menudo negocio hicieron.

[XI]

Voy a dar ejemplos que estudiamos todos en la escuela primaria (cuando había). La misma flota británica al mando de Lord Beresford que doblegó a los boers y ganó Ciudad del Cabo, no pudo con nosotros - seis meses después - en la primera invasión inglesa. Cuando vuelve Fernando VII al Trono de España, caen uno a uno todos los bastiones emancipadores: México (Nueva España), Chile, Colombia (Nueva Granada), Alto Perú; incluso Montevideo. Excepto nosotros, como Astérix, éramos el único foco de resistencia de la Restauración. Cuando los ríos interiores de China cayeron ante la flota británica, dando inicio a los 100 años de humillación (Xi Jiping dixit) y la Emperatriz era vilipendiada, incluso incluida en Historia Universal de la Infamia por el bardo y chupamedias profesional de Jorge Luis Borges, nosotros los echamos del Paraná. Nos partieron el lomo en Malvinas. Más de cuarenta años más tarde, y a pesar del dinero que gastan en políticos, periodistas, influencers, artistas, las seguimos reclamando.

[XII]

Debe ser una de las mil familias de las que habla Guillermo Moreno, supongo.



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Notas relacionadas:

SASHA PAK

CÓMO ROMPER UNA SOCIEDAD

https://restaurarg.blogspot.com/2024/02/como-romper-una-sociedad.html


En una economía donde un Banco Central puede emitir dinero para cubrir déficit, siempre puede pensarse que el nivel y el rubro al cual se le cobran impuestos tiene un rol no exclusivamente fiscal, sino también de expansión o retracción de dicha actividad económica. 

Es común por ejemplo, la creación de Zonas Económicas Especiales dentro de un territorio, con bajos impuestos y pocas regulaciones para estimular el crecimiento. Lógicamente, el cobro de impuestos tiene el efecto inverso, y sería conveniente para el debate público perder la ingenuidad, en el sentido de que no todos los actores económicos tienen la misma capacidad de evadirlos.

Ya sea porque el Estado tiene un mayor control sobre aquello que es gravado, o porque “hace la vista gorda” ante maniobras “creativas” en el manejo del patrimonio, o porque ambas cosas son dictadas por organismos multilaterales como requisitos para acceder a préstamos o abrir mercados, éstas acciones no están exentas de una intencionalidad política que puede no ser exclusivamente de origen fiscal.



NUESTRA VERDADERA TRAGEDIA FUE HABER CANCELADO EN 1982 EL PROYECTO DE NACIÓN


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