OTROS CUATRO AÑOS MÁS DE RODRÍGUEZ LARRETA - UNA PESADILLA




Autor: #Bajenelgastopublico @hpititiminisky

¿4 años más de Larreta? ¡Por favor, no!

Durante el gobierno de Aníbal Ibarra creía que Buenos Aires no podría caer más bajo, sin embargo, años después llegó al gobierno Horacio Rodríguez Larreta y la situación decadente empeoró. 

La decadencia de Buenos Aires es infernal, y se puede percibir a través de todos los sentidos. 

Basta caminar la ciudad para toparse con gente durmiendo en la calle, y prácticamente, tener que pedir permiso para poder avanzar. Según estadísticas oficiales hay más de mil linyeras y según las opositoras, alrededor de 4 mil. 

Como sea, algunas veredas de Buenos Aires tienen un olor muy desagradable, mezcla de orina y suciedad.

A esto se suma, el comportamiento de algunos dueños de perros, que depositan alrededor de 70 mil kilos de deposiciones caninas en las veredas, plazas y parques, y no las limpian. Es una verdadera aventura caminar esquivando esos adefesios.

Al continuar, puede apreciar la gran cantidad de basura en las calles, producto de diversos factores, el mal comportamiento de los peatones, automovilistas y motociclistas, que arrojan basura en cualquier lado, sumado a los cartoneros, que al revolver la basura, van depositando en la vereda todo lo que encuentran en los tachos a su paso.

Si pretende cruzar la calle, tiene que dejar pasar a colectiveros, taxistas, automovilistas, motociclistas y ciclistas que no dudarán en atropellarlo, aunque vaya por la senda peatonal.

Si va en auto y pretende avanzar, tendrá que enfrentar algún corte de calle, por parte de algún grupo piquetero patrocinado por el presupuesto del Ministerio de Desarrollo Social. 

Si pretende estacionar, tendrá que pagarle a algún trapito, y si pretende detenerse en un semáforo, tendrá que pagarle a algún limpiavidrio. 

Además, tendrá que cuidarse de no atropellar a algún peatón que cruce por mitad de cuadra. Y tendrá que armarse de paciencia frente a los carritos de los cartoneros que circulan por el medio de la calle.

Si tiene suerte en la travesía, ningún motochorro le romperá el vidrio del auto para quitarle el celular o el bolso, o no romperá los amortiguadores de su auto atravesando algún bache. 


Pero, nada de esto lo hará salvarse de pagar por la VTV, el Grabado de Autopartes, los peajes o, en algunos barrios más céntricos, el estacionamiento medido y las grúas. Todos negocios arreglados entre la política y los "emprendedores exitosos" que pululan cerca de los despachos oficiales.

Si opta por el subte, cuya red es diminuta, 60 kms de Buenos Aires contra 294 kms de Madrid, tendrá que rogar que los metrovagos no hayan hecho paro, que el mismo circule sin atraso, que en el mismo corra algo de aire, que no lo empujen, y que los pungas no le quiten el celular o la billetera.

La red de subtes de la ciudad está decadente porque la clase política privilegió los negocios de las empresas de transporte de colectivos, a estas, además, se le dieron carriles exclusivos en las avenidas (metrobús). 

Los colectivos tienen unidades cada vez más viejas, muchos no pasarían una VTV. Si tiene suerte, podrá subirse a un colectivo y que este no se quede parado en cualquier parte por problemas en el motor. Además del ruido y el smog que generan.

Si opta por un taxi, tendrá que rogar que no le den billetes falsos de cambio, que el reloj no esté alterado para cobrarle demás, si es que no lo asaltan en el camino, como la mafia de los taxis que opera en Aeroparque. 

Si opta por un Uber o por ser trasladado por un familiar o amigo, que no lo ataquen un grupo de taxistas caza-Uber.

Si opta por acercarse a la orilla del río, para buscar un poco de relajación, notará la elevada contaminación de los arroyos que atraviesan la ciudad y desembocan en el Río de la Plata. Por ejemplo, la cuenca Matanza-Riachuelo está entre las 10 más contaminadas del mundo. 

Si busca un parque, encontrará que deberá atravesar grandes distancias hasta encontrar uno. Buenos Aires tiene apenas 1800 hectáreas de espacios verdes (de los cuales 200 son canteros inutilizables) mientras que Madrid, tiene 6200 hectáreas. Ambas ciudades con poblaciones similares.

Salvando la diferencia que Buenos Aires tiene la mitad de superficie que Madrid, Madrid incorporó en los últimos años 2 mil hectáreas verdes nuevas, mientras que Buenos Aires perdió alrededor de 100 hectáreas de parques, además de varias hectáreas de tierra pública para negocio inmobiliario de IRSA, TGLT y Consultatio.

El cemento le viene ganando al verde en la ciudad, y eso lleva a una población mayoritariamente sedentaria, a falta de árboles, al efecto isla de calor, y a la mala calidad del aire. 

A esto último, hay que agregarle la contaminación auditiva de la ciudad de Buenos Aires, configurando un verdadero infierno. 

Además, el gasto público de la ciudad vuela por los aires, en proyectos que nadie pidió, en gastos innecesarios: pauta publicitaria, recitales, veredas destruidas y vueltas a hacer, autopistas cambiadas de lugar, JJOO de la Juventud, caniles, cajas para relajación (sic), estudios de consultorías varias, etc. 

Para llevar a cabo estos proyectos cuestionables, la deuda y los impuestos no paran de subir.

En definitiva, la ciudad todavía puede recuperar el terreno perdido frente a ciudades como Madrid, pero actualmente está acelerando su camino a la decadencia de la mano de Rodríguez Larreta. Les ruego que abran los ojos y no lo voten 4 años más. Muchas gracias.
  

Fuente:
https://www.infobae.com/sociedad/2017/08/12/buenos-aires-una-ciudad-que-no-duerme-por-el-ruido/
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