ARGENTINA: PAÍS SIN MONEDA
Hace muchos años que Argentina se convirtió en un país sin moneda, con todo lo que eso implica
Autor: #Bajenelgastopublico (@hpititiminisky)
A la moneda se la define como:
- Reserva de valor
- Unidad de medida
- Medio de intercambio generalmente aceptado
Se deben cumplir las tres premisas al mismo tiempo para que un bien sirva de moneda.
Hace muchos años que Argentina se convirtió en un país sin moneda, con todo lo que eso implica. Se lo puede ver en la compra y venta de inmuebles.
¿Como llegamos hasta aquí?
El Banco Central nació en la década de 1930 y fue estatizado en la década de 1940. A partir de allí, nacía la inflación en Argentina.
De tanta inflación, la moneda argentina colapsó en 1975 con el Rodrigazo. Nunca más se recuperó.
La dictadura militar pudo maquillar este problema, por un tiempo, tomando deuda en dólares en el exterior.
Ese crédito un día se agotó, cuando EEUU subió los tipos de interés, y la moneda volvió a colapsar (1981).
Durante toda la década de 1980 Argentina arrastró problemas de alta inflación y alta deuda, hasta el colapso de 1989, la hiperinflación de Alfonsín.
Luego vino la Ley de Convertibilidad, en la que Argentina reconoció que no tenía moneda, y por una década hubo estabilidad de precios y cambiaria.
Lamentablemente no se acompañó esa solución con disciplina fiscal (el estado emitió bonos de deuda mayoritariamente en dólares para financiar sus crecientes gastos) ni con un mercado laboral con una ley más flexible y con menos costos laborales, que alentara la contratación por parte de las Pymes.
El atraso cambiario resultante hizo lo propio, haciendo que Argentina en 1995 conociera el desempleo record, que luego volvería a subir en 2001 y 2002.
Elevado desempleo que generó la irrupción del Frepaso, que volvió al poder aliado con los radicales primero, en 1999 y de la mano de Duhalde, a partir de 2002, con el nacimiento del kirchnerismo.
El 2002 fue un año de destrucción del ahorro en el sistema financiero argentino. Duhalde, Mendiguren, Verbitksy, Clarín y el kirchnerimsmo lograron voltear a la corte suprema para que una nueva corte convalidara la pesificación asimétrica de los ahorros en dólares.
El default de 2002 generó el retorno de la inflación. En veinte años, el peso frente al dólar pasó del 1 a 1, al 150 a 1, y va por más.
Según cómo se midan las reservas, el dólar convertible de mediados de 2021 se encontraría entre los 500 y los 1000 pesos por dólar, con festival de bonos en el Banco Central funcionando como una bomba de tiempo a punto de estallar.
Al mismo tiempo, el gasto público es el doble que veinte años atrás y la carga tributaria alcanza niveles récord, con 170 impuestos que se llevan la mitad de todo precio final.
Es posible que un próximo gobierno deba apelar a la dolarizacion para que la economía vuelva a recuperar el crecimiento, previa reforma del estado con baja del gasto público y eliminación de impuestos, al mismo tiempo.
Incluso, es posible que deban aceptar que la gente ahorre en bancos del exterior y pueda hacer transferencias desde y hacia el país sin costos extras ni trampas cambiarias.
La moneda argentina como herramienta, ya se perdió.