ASIMETRÍA INFORMATIVA: INFIERNO FISCAL => PARAÍSO FEUDAL
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| En el ojo del fisco. |
Quienes reciben ese dinero recaudado por la AFIP para gastarlo, lo toman como si fuese de su propiedad
Autor: #Bajenelgastopublico (@hpititiminisky)
Asimetria Informativa: Infierno Fiscal === Paraiso Feudal
Joseph Stiglitz ganó el Premio Nobel de Economía con un trabajo sobre una falla de mercado, la asimetría informativa, que se da en el mercado de autos usados. Analizando cómo esta falla influye en los precios de venta en ese mercado.
Esta asimetría informativa al día de hoy se ve bastante reducida por la gran cantidad de información y opiniones que hay en internet sobre productos, vendedores, etc.
En Argentina, la mayor asimetría informativa se da entre los ciudadanos y los gobernantes.
En este sitio venimos alertando a los lectores sobre la pesada carga tributaria que pesa sobre cualquier tipo de intercambio ejercido por las industrias lícitas en la República Argentina, desde comprar bienes y servicios, contratar personal, hasta importar o exportar.
Esa voracidad fiscal es acompañada por adelantos impositivos de todo tipo de imposible recupero por parte de Pymes, por su elevada carga de tarea administrativa.
A lo que hay que sumar la asimetría informativa entre los ciudadanos y el Fisco (los gobernantes).
La AFIP es una especie de Gran Hermano que sabe casi todo sobre nosotros. Nuestros movimientos bancarios, nuestras propiedades inmuebles y vehículos, nuestras sociedades, nuestros ingresos, nuestros egresos, nuestros viajes y consumos en tarjeta de crédito. Todo lo tienen registrado. Si detectan alguna inconsistencia, aunque sea menor, no dudan en intimarnos.
Tengo un conocido que al casarse, recibió regalos en efectivo en su cuenta bancaria, y por esa razón, fue intimado por AFIP para justificar esos ingresos extras, so pena de ser cambiado de categoría de facto, con la penalidad impositiva resultante.
Afortunadamente, supo defenderse, mostrar todas las pruebas y salir indemne de esa situación. Aunque el tiempo perdido es irrecuperable. Uno se ve obligado a demostrar su inocencia en este Infierno Fiscal.
Las economías regionales, los comerciantes, las Pymes, los productores agropecuarios, los empleados, la gente de a pie, casi todos son perjudicados.
Por otro lado, quienes reciben ese dinero recaudado por la AFIP para gastarlo, lo toman como si fuese de su propiedad. Un derecho adquirido. El derecho de gastar en ellos, sus allegados, amigos, parientes, amantes, etc. Como si los ciudadanos no tuvieran derecho a saber en qué se gasta y cómo.
Según un relevamiento, 7 de cada 10 municipios bonaerenses no informan sobre sus gastos, de todos los partidos políticos. Para colmo, los que sí lo hacen, lo informan como un hecho consumado.
Contrataciones directas por doquier, licitaciones amañadas, dependencias estatales enteras que no brindan servicio alguno a la población, etc.
Se perdió la elemental educación cívica que "daba a cada uno lo suyo", definiendo funciones indelegables del estado nacional, provincial y municipal. Para poder priorizar y eliminar los gastos superfluos.
Hoy el gasto público es el reino de lo superfluo. Se ve reflejado en cuánto gana un militar o un policía, frente a lo que gana Victoria Donda.
Toda una gama de gente disfruta el Paraíso Feudal: directores de bancos estatales como Claudio Lozano, Ignacio de Mendiguren o Galmarini, dándose la gran vida, empresas de software al servicio del estado, empresas de barrido, limpieza y poda como Salvatori, secretarías y ministerios de la mujer, de género, de la juventud, artistas, músicos, empresas de recolección de residuos, periodistas, medios de comunicación, agencias de marketing digital, influencers, revistas, dueños de Registros del Automotor o Talleres de VTV, proveedores de Aerolíneas Argentinas, YPF y Aysa, diarios, canales de TV y actores, todos subidos al presupuesto público.
Como así también, todo tipo de empresas disfrutan el Paraíso Feudal, industrias que acceden al dólar oficial o a prebendas contra la competencia de productos importados, créditos subsidiados, tarifas de gas y luz subsidiadas, etc. Entidades financieras, ensambladores de celulares, empresas de colectivos, laboratorios, ¡Hasta nos damos el lujo de tener petroleras subsidiadas!
En conclusión, el estado sabe todo sobre nuestro gasto privado, y nosotros no tenemos derecho a saber en que se va el inmenso gasto del estado. La mayor asimetría informativa se da entre los ciudadanos y los gobernantes.
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