EI LUNA PARK DE TREJO
Autor: Juan Martín Perkins
Una amable lectora de cada sábado me sugiere que no incursione tanto en la actualidad nacional… Ella sostiene que de esa cloaca ya se ocupan demasiado los medios y que cada vez que me refiero a mi pago chico con alguna historia local, le resulta muy interesante.
Podría contarle a mi lectora que pasan grandes y pequeñas cosas por mi pueblo. En realidad, a escala más pequeña, todo es muy parecido a la cloaca nacional.
Tenemos almas buenas que se van, como Susana Aguilar... y otras buenas que, gracias a Dios, se quedan un rato más con nosotros, como Pablo Amezcua.
Pero también tenemos almas atormentadas que andan a las trompadas.
Somos un pueblo común que se debate palmo a palmo con los problemas y las incoherencias de la generalidad. Nuestra dirigencia también cultiva el habitual “mal de muchos, consuelo de tontos''. La pandemia le sirve de herramienta para la opresión… esto está tan hablado que es perder el tiempo insistir.
La cuestión es que tenemos a los padres dando vueltas a la plaza, mendigando la presencialidad en las escuelas… no sólo entregamos la educación, también entregamos a nuestros “infectados”, abandonándonos en la soledad de una internación deshumanizada, sin compañía familiar… y si se nos mueren, nada de velorio, responso, ni acompañamiento al cementerio.
El protocolo cumplido a full de relato, sin dejar un solo derecho humano sin violar. En esto estamos todos de acuerdo, nación, provincia y municipio.
¿Qué puedo hacer para diferenciar mi columna de la cloaca habitual? Podría escribir sobre la luz del alma que siempre irradiaron los ojos de Susana Aguilar, pero yo no califico para eso, no tengo vuelo poético.
Vengo de un pueblo donde el intendente cree que sus funciones pueden gestionarse a trompadas. Donde las cosas se arreglan a cachetadas sin explicar nada, aunque haya testigos y estén en juego 8.000.000 de pesos que podrían invertirse en paliar la crisis…
Pehuajó, pago Nac&Pop si los hay, donde hasta los gliptodontes, velociraptores y tiranosaurios son hijos del rigor, agachan la cabeza y respetan el protocolo populista. Por más deshumanizado que sea.
Pehuajó pago Hernandiano, origen del Martín Fierro y la genialidad de sus versos…
“Ave de pico encorvado le tiene al robo afición. Pero el hombre de razón no roba jamás un cobre, pues no es vergüenza ser pobre. Es vergüenza ser ladrón”.
¿Quién nos inspira estos hábitos y modales?
Tenemos que cambiar.
Pehuajó no es así.
Juan Martin Perkins
