EL PUS Y EL APOCALIPSIS
Nuestra justicia actual: verdadera casta psicópata que dictamina con sentencias suecas en una realidad somalí
Autor: GONZALO IRASTORZA (@eamondevalera) [*]
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El PUS (Partido Único Socialista) y el apocalipsis de la Argentina (30may21)
No viene al caso a estas alturas, abundar sobre cuándo la Argentina empieza su ciclo de decadencia. En términos de PBI per cápita, sin dudas desde 1950. No obstante, nuestro país, hasta fines de los ’70, inicios de los ’80, y más allá de una palpable caída en niveles macro, ostentaba números socio – económicos razonables, discretos al menos, desde los cuáles se podía proyectar algún tipo de futuro más o menos promisorio. Pobreza menor al 10%, mayoría de empleo formal, clase media robusta, movilidad social, presión fiscal sostenible, índices educativos aceptables, inseguridad marginal, etc. En síntesis, se debían sentar bases de crecimiento sustentable y profundas reformas que dieran estabilidad macroeconómica, pero el país era vivible y tolerable.
1983
La casta política (PUS, Partido Único Socialista) interviene la Nación
Las dos fuerzas políticas mayoritarias (PJ y UCR), paulatinamente, más allá de diferencias cosméticas, comienzan a alinear sus discursos y prácticas; su esencia socialdemócrata resulta ser la misma. Alfonsín (que en paz NO descanse) y la Coordinadora dan riendas sueltas a los prolegómenos del sistemático plan de apocalipsis nacional: desmalvinización, juicios – parodia de DD. HH., ruina e ignominia para las FF. AA., pérdida de soberanía en el Canal de Beagle. Geopolíticamente, la Argentina empieza a quedar desamparada. Se suma, por supuesto, el quebranto en los valores virtuosos y cívicos de la educación: la pedagogía socialdemócrata del “vale todo” empieza a imperar y se apodera de las escuelas y de los Institutos de Formación Docente: imposible esperar nada bueno en adelante. En promedio, nuestros maestros - profesores están deformados ideológicamente con un progresismo enfermizo, que inhabilita cualquier mejora de calidad educativa. La inseguridad real y jurídica, se establece como doctrina en los claustros del Derecho: el garantismo y abolicionismo penal inundan las cátedras de Abogacía. Nuestra justicia actual: verdadera casta psicópata que dictamina con sentencias suecas en una realidad somalí. Como si fuera poco, el legado socio – económico alfonsinista fue atroz: inicio del asistencialismo perverso (caja PAN), cuasi récord de híper – inflación mundial e histórica, colapso de la deuda pública y detonación de la pobreza.
Los ‘90
Vuelve el PJ al poder. Más allá de las circunstanciales variables de crecimiento macro que trajeron los primeros años de la Convertibilidad, los principales dramas estratégicos seguían sin resolverse y en muchos casos, aún empeoraban. Se consolida la famosa pobreza estructural: generaciones de pobres que seguirán siendo irremediablemente pobres: bomba de tiempo activada en nuestros días. Desempleo campante. Liquidación final de las FF. AA., en cuanto a presupuesto y equipamiento, y lo más grave, en lo espiritual: ya no goza de status social vestir el uniforme de la Patria. La Argentina toda se paraliza en sus potestades cardinales de Estado Nacional: no brinda seguridad, no controla sus fronteras y deja inermes sus riquezas marítimas a ser depredadas sin control. Vacío geopolítico en ciernes.
Los 2000
Tras el festival de corrupción menemista – PJ, la casta política ahora pasa la posta a la Alianza Radical y demás fuerzas progresistas. Quiebre inminente y la mega – crisis 2001. Nace entonces, la Argentina africana que persiste y se acentúa hoy en día. A la inestabilidad institucional, sucede la época de gloria del kirchnerato, que tras años de precios altísimos para nuestro sector agro-industrial exportador, logra devolver índices de crecimiento importantes en el PBI. ¿Destino? Creación de un gigantesco Estado “presente” inútil, repleto de empleados públicos aún más inútiles en nación, provincias y municipios, aumento del gasto público y oficialización del más absoluto asistencialismo prebendario a cambio de nada (AUH, etc.). Se afianza la idea – fuerza en toda la casta política, que la dádiva estatal llega para quedarse por siempre. Se demuele a larguísimo plazo (nunca tendremos jubilaciones dignas) el sistema jubilatorio, imposibilitando la formación de un mercado de capitales digno. Se incorporan cerca de 5 millones de jubilados sin aportes, tornándose la caja previsional en una mera arca política. La Argentina desaprovecha un ciclo inigualable de crecimiento de los términos de intercambio. Se confisca con impuestos y retenciones al único sector dinámico y eficiente de la economía argentina: el complejo agro-industrial. Todo lo que viene en adelante, es historia de aceleración de la catástrofe nacional. Desde 2009 la Argentina no genera empleo privado, siendo 2011 el último año de crecimiento real de su economía. En PBI per cápita, estamos a valores de 1974: más de 45 años en estrepitoso retroceso. No se registra en la historia económica un fenómeno de devastación de estas características. Con relación a la seguridad y lo social, surge el flagelo de un nuevo actor en connivencia con el poder, el narcotráfico internacional, que asola al país y su estilo de vida.
Kambiemos y la continuidad de la intervención global socialdemócrata
Ante el hartazgo de la inconmensurable corrupción K y el severo deterioro económico desde 2011, se lanza a la escena nacional al experimento PRO – UCR. Las expectativas se vieron defraudadas a la brevedad. Macri y su gobierno, vinieron a continuar e incluso avanzar en la agenda globalista de hecatombe nacional: endeudamiento público, nuevos impuestos, mayor asistencialismo social y más jubilados sin aportes, más ideología de género y políticas de aniquilación de natalidad, renovación de la farsa de los DD. HH., migración y multiculturalismo, y paralización total del complejo de defensa nacional. Macri y Macron, tan cercanos en su relación como jefes de estados (bien vale la imagen de los dos mandatarios homenajeando a la subversión terrorista en la ESMA), se parecen en lo semántico y cosmovisional: gobiernos de maricones de aniquilación de las raíces nacionales. El corolario económico de Kambiemos (hoy Juntos por el Cargo) fue lapidario: explosión cambiaria que cimenta las bases del total cataclismo monetario que estamos profundizando en estos días, caída de la actividad y aumento de la pobreza (40%).
La actualidad acuciante
Con la vuelta al poder del modelo K – PJ (Frente de Todos), se agudizan todos los dramas socio – económicos preexistentes: inflación galopante, pobreza que ya se estima en 50%, sueldos de los más bajos de Latinoamérica, caída brutal del valor de todos los activos financieros y reales, desaparición total de la inversión, y récord tras récord de presión fiscal y nuevas tributaciones para sostener a la casta política y al Estado “presente” inservible. Plandemia mediante y las excusas – justificaciones del caso, el confinamiento y desplome de la actividad económica, el millón y medio en pérdida de puestos de trabajo, alrededor de 150.000 PyMES desaparecidas y la salida de grandes empresas del país, entre tantas desventuras, terminan de configurar el combo incendiario.
No sólo estamos ante un escenario de implosión de proporciones bíblicas, sino que probablemente asistimos a la mismísima supervivencia de la Argentina como Estado – Nación. Ante la ausencia de autoridad por desidia, ineptitud e ilegitimidad, la anomia reinante se vuelve apremiante. Sólo Dios sabe si nuestro destino es coexistir en un estado de permanente agonía, de estallidos constantes y/o incluso de libanización del país.
Ante esta tragedia épica que vivimos, la casta política, el Partido Único Socialista, PJ – Frente de Todos y Juntos por El Cambio, sólo administran para su entero beneficio los restos de una nación colapsada, acoplándose ciegamente a los mandatos de la agenda híper globalista: confinamientos, pérdida de libertades individuales, destrucción de la iniciativa privada, ideología de género y despoblamiento, cierre educativo y planes de migración multiculturales. Al amparo del oficialismo y la oposición, que son intrínsecamente lo mismo, socialdemócratas siniestros, la Argentina se transforma en el gran laboratorio latinoamericano de los intereses del globalismo.
Los sectores independientes de la sociedad argentina, léase aquellos que no están envenenados y/o descerebrados en el apoyo al PJ – K o a Kambiemos, monstruo bicéfalo socialista demoledor de la Nación, deberán tomar conciencia de los límites insospechados hacia los que nos encaminamos.
O construimos una ciudadanía activa, sólida, capaz de defender nuestros ideales fundacionales y de devolver la Patria a los argentinos, o estaremos edificando, por incapacidad, impotencia y comportamiento de mansos borregos, nuestro propio sendero a la desintegración.
José Antonio nos alecciona: “Y queremos, por último, que si esto ha de lograrse en algún caso por la violencia, no nos detengamos ante la violencia. Porque, ¿quién ha dicho –al hablar de "todo menos la violencia"– que la suprema jerarquía de los valores morales reside en la amabilidad? ¿Quién ha dicho que cuando insultan nuestros sentimientos, antes que reaccionar como hombres, estamos obligados a ser amables? Bien está, sí, la dialéctica como primer instrumento de comunicación. Pero no hay más dialéctica admisible que la dialéctica de los puños y de las pistolas cuando se ofende a la justicia o a la Patria".