TODO TIENE QUE VER CON TODO - A PROPÓSITO DEL "TRACTORAZO" DEL 23-A


¿Cómo puede ser que alguien que dice ser "amigo del campo" sea, en realidad, "enemigo del campo"?


Autor: Germán Masserdotti [1] (@GermanMasser)


El filósofo argentino Juan Francisco Ibáñez Echeverría, es decir, Pancho Ibáñez, había forjado una frase que repetía en el programa semanal "El deporte y el hombre". La misma rezaba: "Todo tiene que ver con todo".

El aforismo bañeciano viene a cuento debido al "tractorazo" del 23-A en la Ciudad de Buenos Aires. Ahorro espacio respecto de qué se trata y cómo se explica esta justa manifestación del sector agropecuario argentino.

La reflexión va, en realidad, por otro lado y, a primera vista, podría parecer bastante arbitraria la relación que voy a apuntar. Uno de los que se hizo presente en el "tractorazo" fue Horacio Rodríguez Larreta, actual jefe de gobierno en la Ciudad de Buenos Aires. Haber aclarado que su participación era de "apoyo", de lo cual se seguiría que no buscaba un rédito electoralista, es tratar de giles a los argentinos de a pie.

Dicho lo anterior, lo que me interesa argumentar es que HRL, no obstante ir al "tractorazo", es otro de los enemigos del campo argentino, y no solamente el actual oficialismo.

¿Cómo puede ser que alguien que dice ser "amigo del campo" sea, en realidad, "enemigo del campo"? No hace falta ser economista para advertir que una de las cosas que fortalece las economías nacionales -la argentina es una de ellas-, es un mercado interno robusto. Un mercado interno de este tipo -resultado, a su vez, de la feliz coordinación de la producción/comercialización, del consumo y del rol subsidiario del Estado-, requiere gente para funcionar. Básico: sin gente, no hay productores, no hay consumidores ni dirigencia política.

El problema -y de ahí se dispara nuestra reflexión- es que tanto HRL como otros dirigentes de su sello partidario -del mismo modo, también debe decirse, que otros "espacios"- tienen instalado el chip antinatalista en su mente. ¿Cómo puede un partidócrata decir que está "a favor del campo" -o del sector económico que fuera- cuando su forma mentis responde a evitar nacimientos, o sea, futuros productores, consumidores y dirigentes políticos? ¿Cómo puede decir que apoya al campo alguien que adopta, una y otra vez, medidas contrarias a fortalecer a la familia como núcleo básico de la sociedad? ¿Acaso el campo argentino, del mismo modo que otros sectores productivos/comerciales, no hace pie en las familias por motivos culturales, históricos y, por cierto, económicos?

Por eso, querido lector, no se deje engañar por los partidócratas que van a las "marchas" diciendo "apoyar" a los argentinos de a pie. Y no olvide que usted, como cada uno de los argentinos habilitados a hacerlo, tiene un voto en su mano.


LA PARTIDOCRACIA FAGOCITADORA DE LA REPÚBLICA, NUEVAMENTE, ENGAÑA A LOS ARGENTINOS DE A PIE CON APOYOS Y PROPUESTAS INORGÁNICAS.


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Referencia:

[1] Profesor universitario (Universidad del Salvador, Argentina). Magister en Estudios Humanísticos y Sociales (Universitat Abat Oliba CEU, España).


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Agradecemos la difusión del presente artículo:  

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