VACÍO, COSTILLAS Y ACHURAS

 


Si fuéramos un país musulmán y alguien le faltara el respeto a Alá, lo arrojarían desde la azotea del edificio Dardo Rocha.


Autor: Juan Martín Perkins  


Pido perdón por anticipado porque es imposible expresar lo que tengo que contar sin emplear las palabras que usaron los protagonistas.


Perdón por tomarme la licencia de ordinariez.


Un conocido, simpático, joven y popular locutor de una radio de mi pueblo anunció durante su programa matinal que el viernes aprovecharía el feriado para comerse un buen asado con amigos.


Vacío, costilla y achuras que tenía encargadas en la carnicería… y que no le vengan con la huevada de los ayunos y las abstinencias…  que no se puede comer carne y demás “fanatismos”, porque él decidió sacar de su vida a las “creencias” que dividen…


Pensaba para mí: ¿Por qué yo no me creo con el derecho de dar testimonio público de mi fe y este chico hace chistes irrespetuosos en días de la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo? 


Si fuéramos un país musulmán y alguien le faltara el respeto a Alá, lo arrojarían desde la azotea del edificio Dardo Rocha y nadie diría que esa es una manifestación de fanatismo… 

En cambio a Jesús se le falta el respeto gratis, nunca nadie en 2000 años lo defendió sin acabar en los leones.


Al llegar a mi casa, mientras bajaba de la camioneta, unas tres chicas no mayores de 12 años que salían de la escuela, le dicen a un compañero que caminaba unos pasos adelante:  Che, “gordo tragaleche”.


Me paré serio delante de ellas, creyendo que mi presencia las iba a cohibir. Pues no fue así.

Una de ellas dijo: "che, pobre gordo" y la otra redobló… "¿por qué pobre gordo? ¡¡Si es un gordo puto de mierda!!".


Perdón nuevamente, pero no puedo contarlo sin ser textual para que tomemos conciencia del monstruo que hemos creado. 


Tres mujeres, de entre 10 y 12 años… Una mirando un celular más grande que ella, filmando su momento sublime de lucha contra el patriarcado junto a sus compañeras, las otras dos seguras y desafiantes, todas con su pesada cruz a cuestas.


Hoy es viernes Santo. Sé que es un día para el silencio y que el silencio es la música callada de Dios que nos habla al corazón. 


Es un día de recogimiento para pensar en la Cruz del Señor pero también en la cruz nuestra y yo debo cumplir y dar mi testimonio…


¡Pobre Jesús que queda solo en la Cruz! Solo ante un mundo que es capaz de vender el alma al diablo por un minuto de fama o un poco de poder.


Y hablando de Cruz, hoy es 15 de Abril y Paula Lambruschini cumpliría 59 años. Cuando tenía 15 años, un 1ro de Agosto de 1978, una bomba asesina colocada por terroristas terminó cruentamente con su corta vida.


¿Qué tiene que ver Paula con nosotros? Tiene que ver con la cruz que llevamos y con el pecado del que no nos redimimos… porque a Paula la mató una bomba que puso Lucila Adela Révora de De Pedro, la mamá de nuestro Ministro del Interior, al que muchos argentinos votaron y todos indemnizamos con nuestros impuestos…


Es solitaria la cruz, el crucificado siempre queda solo.


Por eso a mi me gusta acompañarlos… a Paula, al locutor, a los verdugos feministas, al gordo tragaleche, a todos…., porque Jesús vive en cada uno, aunque no lo veamos.


Feliz Pascua.

Juan Martín Perkins


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