2 DE ABRIL
El relato desmalvinizador deconstruye al soldado argentino para rebajarlo a la categoría de víctima y despojarlo de toda gloria.
Autor: Juan Martín Perkins
Buscando columnas sobre Malvinas me pierdo entre patéticos títulos habituales…
La madre de un ladrón muerto reclama justicia. “Mi hijo salió a robar como todos los días y me lo mataron”.
El gobierno planea intervenir las redes sociales para desintoxicar la democracia.
Detuvieron a las víctimas de un robo que fueron denunciados por los delincuentes por maltrato.
Denunciaron a una jefa comunal en Córdoba por decir que los desaparecidos no fueron 30.000 sino 6.415.
Video de la reacción viral del Embajador de los EEUU al probar el fernet.
Daniel Arroyo: “si no baja la inflación, la gente no va a aguantar”
Massa advierte que podría abandonar el Frente de Todos si no frenan la interna.
Desde La Nación hasta Página 12, en todos los pasquines panfletarios puede apreciarse cómo la guerra continúa y la zurda hace su trabajo siempre funcional a los mismos intereses desmalvinizadores.
Un amigo sostiene que todos los países hacen sus movidas en defensa de sus intereses nacionales, pero que, en esta Argentina de cerebro lavado, en manos de gobiernos con funcionarios apátridas especialmente después de 2004, se dinamitó el último resto de orgullo e interés nacional que quedaba. Así venimos desde el '83.
Hoy, cualquiera nos toca la cola, especialmente desde y con la colaboración de los de adentro.
No extrañan las columnas de Página 12, dirigido por “el perro” y su pacto con Néstor. Todo es negocio para ellos y la política del Kurro de los DDHH, que precisa “victimizar'' a los “chicos de la guerra” para que nunca sean soldados y menos puedan ser héroes de la patria que combatieron por valores superiores y trascendentes.
El relato desmalvinizador deconstruye al soldado argentino para rebajarlo a la categoría de víctima y despojarlo de toda gloria.
La Nación no se quedó atrás… con su cronista estrella Alconada Mon y una zaga de notas iniciada con una denuncia de pedido de coimas en la compra de aviones caza a Israel.
Arteras y oportunas notas, sobre miserias sin nombres ni precisiones que dejaron bien claro que los miserables de teclado pueden ser expertos en miseria, especialmente la propia.
Una amiga me pregunta si puedo escribir algo sobre el 2 de abril. Creo que he leído, reflexionado, dicho y escrito todo. Podría apelar a algún archivo de hace tiempo… pero no sería honesto de mi parte. Ya no puedo agregar más a lo dicho sobre los vuelos rasantes sobre el mar buscando a la flota enemiga en el horizonte, sobre el coraje y la consagración absoluta de esos hombres con mayúscula a su destino… atados a la suerte y defensa de la patria en el campo de batalla.
¿Qué más puedo agregar que no esté dicho en estos 40 años?
Corresponde pedir disculpas hasta en arameo. Disculpas por habernos permitido consumir la versión Malvinas de Tristán Bauer y faltarles el respeto a nuestros soldados.
Orwell dijo que la historia la escriben siempre los que ganan y es muy cierto.
Con el cese del fuego en Malvinas, se puso en evidencia que hay más enemigos internos que entre las tropas de la armada inglesa, incluidos los míticos Gurkas.
El afán por repetir que eran "pibes", inocentes correntinos carne de cañón, maltratados por oficiales y suboficiales que no estuvieron a la altura de la circunstancia… es el argumento más vil que tienen los vencedores de posguerra que escriben la historia.
Los que desfilan por cócteles en la embajada británica y le chupan las medias a Mark Kent, siempre atentos y obedientes a la bajada de línea del Foreign Office, gustan de repetir como loritos que Galtieri era un borracho trasnochado que provocó un despropósito solo por ambición personal. Hábil y efectiva forma de traicionar una causa justa. Cipayos traidores de hoy y de la historia. De 1806 y 1807.. y de 1880 en que Roca les arrió las banderas e integró al país la Patagonia entera que se estaban apropiando.
Todo esto y más, cada 2 de abril, nos recuerda lo que está en juego. El fuego cesó en Malvinas, pero la guerra continúa.
No son solo 2 islas, los ingleses lo saben, los argentinos no. Deberían preguntarles a los nuevos okupas que avanzan desde chile… muy orondos, como panchos por su casa.
Juan Martín Perkins