¡ALELUYA! ROE HA CAÍDO
¡Gracias, Donald Trump, por hacer posible este día!
Nota original: https://www.theamericanconservative.com/dreher/hallelujah-roe-has-fallen/
En inglés al pie.
Autor: Rod Dreher (@roddreher)
Traducción: @Hyspasia
Nunca pensé que iba a vivir para ver este día:
La Corte Suprema [de EEUU] dio vuelta el fallo de Roe vs. Wade, eliminando el derecho constitucional al aborto luego de casi 50 años en que esta decisión transformara la vida de Norteamérica, reformulara las políticas de la nación y lleva a que se prohibirá en casi la totalidad de os casos el procedimiento en la mitad de los estados [de la Unión].
Este nuevo fallo pondrá a prueba la legitimidad de la Corte y reinvindica un proyecto republicano que lleva más de una década, en la que han instalado jueces conservadores en la preparación de rechazar este precedente [Roe vs Wade], que ha sido tomado en cuenta repetidamente en los tribunales inferiores. Será uno de los mayores legados del Presidente Donald J. Trump, que juró nombrar miembros en la CS que se comprometieran a dar vuelta el fallo Roe. Los tres jueces nombrados en su administración conformaron la mayoría que permití este fallo por 6 votos contra 3.
El Presidente de la Corte, Dr. John Roberts votó con la mayoría para dar lugar a la vigencia de la ley de Mississippi pero sostuvo que no rechazaría Roe. Más:
Dos años atrás, en junio del 2020, la Corte Suprema rechazó una ley de Lousiana que restringía el aborto por 5 contra 4 votos, con el Presidente de la Corte Roberts proveyendo el voto decisivo. Su opinión concurrente expresaba respeto por el precedente pero proponía un standard más relajado para evaluar las restricción, lo que significó una aproximación a recortar los derechos al aborto.
Pero esto sucedió antes de que la jueza Ruth Bader Ginsburg falleciera. Fue reemplazada por la jueza Amy Coney Barrett, una conservadora con una firme posición en contra de "los abortos a pedido" [on demand], lo que cambió la dinámica de la corte y disminuyó el margen de maniobra de su presidente para guiar el ritmo de los cambios
Leía las noticias mientras viajaba en un tren hacia Londres. Cuando arribé, fui directo a la Catedral de Westminster (católica) a rezar un Te Deum para dar las gracias por este fallo. Y para rogar por la seguridad de los miembros de la Corte quienes eligieron la vida y la justicia por sobre la muerte.
¡Qué Día! Por supuesto esto sólo significa que las políticas sobre el aborto dependerán de la regulación que cada estado crea más apropiada. Queda un montón de trabajo por hacer a favor del no nato.
Agradezcamos a todos los hombres, mujeres y niños de fe que han marchado, rezado, donado y sacrificado durante estos 49 años para hacer realidad este día de hoy [por el viernes 24-06-2022]. Agradezcamos por su coraje a los jueces Alito, Thomas, Gorsuch, FAvanaugh e incluso Roberts, a pesar de su zaraza.
Agradezcamos a Donald Trump; no lo voté en parte porque nunca creí que fuera a hacer algo en tribunales en contra del aborto; no puedo estar más feliz en admitir que me equivoqué. Esto jamás hubiera pasado sin su presidencia. ¡Y gracias, Federalist Society!
No soy católico, pero quiero darle especial gracias a la Iglesia Católica de los EEUU, que nunca flaqueó en luchar por la vida. Gracias a todas las iglesias y los líderes de las iglesias [protestantes] que públicamente defendieron la vida. En los EEUU, los católicos siempre estuvieron, sin fallar jamás. Gracias, National Right To Life [Derecho Nacional a la Vida] y a todos los lobbistas pro vida. También quiero darles las gracias a Pro-Life Alliance of Gays and Lesbians [Alianza de Gays y Lesbianas por la Vida], que han tenido una posición valiente en las últimas tres décadas.
En este día recuerdo con cariño al fallecido Nat Hentoff, un judío ateo que siempre creyó en el derecho a la vida del no nato, y lo dijo en un momento y lugar en que eso le costaba. Acá está la columna que Hentoff escribió para un acto organizado por el gobernador de Pennsylvania Bob Casey (demócrata). [Pretendió dar un discurso provida en un congreso del Partido Demócrata; con abucheos le impidieron hablar. El autor, Sr. Dreher aconseja leerlo completo].
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Hoy, por todo la Unión, veremos iglesias y centros para embarazas comidos por las llamas. Los radicales pro aborto lo prometieron. Sé que las fuerzas de seguridad federales han prevenido a jueces, clérigos y otros a estar alertas. Espero que los fieles cristianos, en particular los católicos guarden la vigilia esta noche para prevenir que activistas vandalicen o quemen los templos. Esto ya ha venido sucediendo en los últimos tiempos:
En Charlotte, Carolina del Norte, el mensaje no podía ser más explícito: "Si los abortos no van a ser seguros, ustedes tampoco lo estarán", se leí en los graffitis pintados en los muros exteriores de un centro, al que también le rompieron los vidrios de las ventanas.
El mismo mensaje se encontró en las paredes de centros para embarazadas en Texas y Wiscosin en mayo, y otro ataque se realizó contra una institución similar en Washington. Los ataques a estos centros, que existen para disuadir a las mujeres de que se practiquen abortos, se cree que están relacionados con un grupo denominado "Jane's Revenge" [La Venganza de Juana], un grupo extremista militante a favor del aborto.
Nadie ha sido lastimado en estos ataques, pero los métodos han sido extremos; vándalos lanzaron bombas molotov, prendieron fuego, dañaron propiedad y profirieron amenazas. A medida que suban las restricciones al aborto en todo el país, más la actual decisión que implica tácitamente la aplicación prohibición parcial o total del aborto en 26 estados ¿podemos esperar más violencia?
Luego del ataque en Wisconsin, una carta firmada por "Jane's Revenge" fue enviada a un periodista con una especie de declaración de su misión y amenazaba con un paso a la acción. "Esto no es una mera diferencia de opiniones, como algunos quieren hacer creer", decía la carta, "Literalmente estamos peleando por nuestras vidas. No nos quedaremos sentadas mientras nos matan y nos reducen a servidumbre".
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"Wisconsin es sólo el primer paso"....
La guerra espiritual se manifestará en forma violenta. El aborto es una piedra basal de la Revolución Sexual. Esto se va a poner espeso. Recen, manténganse atentos. Y consideren donar a sus centros de atención de embarazadas para ayudar a aquellas mujeres que eligen tener a sus bebés.
Sobre el Autor
Rod Dreher es editor en jefe de The American Conservative. Un veterano de tres décadas de periodismo de prensa escrita, también escribió tres bestsellers: "Live Not By Lies", "The Benedict Option", y "The Little Way of Ruthie Leming"- así como "Crunchy Cons" y "How Dante Can Save Your Life". Dreher vive en Baton Rouge, La.
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Hallelujah, Roe Has Fallen
Inever thought I would live to see the day:
The Supreme Court on Friday overruled Roe v. Wade, eliminating the constitutional right to abortion after almost 50 years in a decision that will transform American life, reshape the nation’s politics and lead to all but total bans on the procedure in about half of the states.
The ruling will test the legitimacy of the court and vindicate a decades-long Republican project of installing conservative justices prepared to reject the precedent, which had been repeatedly reaffirmed by earlier courts. It will also be one of the signal legacies of President Donald J. Trump, who vowed to name justices who would overrule Roe. All three of his appointees were in the majority in the 6-to-3 ruling.
Chief Justice Roberts voted with the majority to uphold the Mississippi law, but said that he would not have overturned Roe. More:
Two years ago, in June 2020, the Supreme Court struck down a restrictive Louisiana abortion law by a 5-to-4 margin, with Chief Justice John G. Roberts Jr. providing the decisive vote. His concurring opinion, which expressed respect for precedent but proposed a relatively relaxed standard for evaluating restrictions, signaled an incremental approach to cutting back on abortion rights.
But that was before Justice Ruth Bader Ginsburg died that September. Her replacement by Justice Amy Coney Barrett, a conservative who has spoken out against “abortion on demand,” changed the dynamic at the court, diminishing the chief justice’s power to guide the pace of change.
I got the news on a train to London. When I arrived, I went to the Westminster Cathedral (Catholic) to pray a Te Deum in thanksgiving for this ruling. And to pray for the safety of the justices who chose life, and justice, over death.
What a day! Of course this only means that abortion policy is now up to each state to regulate as it sees fit. There’s lots of work left to be done for the unborn.
Let us be thankful for all the faithful men and women and even children who marched, who prayed, who donated, and who sacrificed over the past 49 years to make this day a reality. Let us be thankful for the courage of Justices Alito, Thomas, Gorsuch, Kavanaugh, and even Roberts, despite his waffling.
Let us be thankful for Donald Trump; I didn’t vote for him in part because I didn’t think he would do anything on abortion in the courts; I have scarcely been happier to admit I was wrong. This would not have happened without his presidency. And thank you, Federalist Society!
I am not a Catholic, but I want to give special thanks to the Catholic Church in the United States, for never once failing to fight for life. Thanks to to all the churches and church leaders who stood publicly for life. In America, the Catholics were always there, without fail. Thank you, National Right To Life and all other pro-life lobbyists. I also want to give thanks to the Pro-Life Alliance of Gays and Lesbians, which has been taking an especially courageous stand for over three decades.
On this day, I remember with fondness the late Nat Hentoff, a Jewish atheist who nevertheless believed in the right to life of the unborn, and said so in a time and place where that cost him something. Here is a column Hentoff wrote after he hosted pro-life liberal Pennsylvania Democratic Gov. Bob Casey at Cooper Union in downtown Manhattan. Hentoff wanted the governor to be able to give the speech he had been denied the chance to give at the Democratic National Convention: Excerpt:
As moderator, I started what would have been the discussion by pointing out that this was an evening about free speech — not only that of the governor of Pennsylvania but also that of anyone in the audience who wanted to challenge him.
The hooting, screaming, pounding and whistle blowing began. Strategically located at both sides of the hall — disruption by stereo — a preening array of hooligans made all speech except their own inaudible. They reminded me of the domestic brown shirts breaking up Jewish meetings in my youth, but these were howling soldiers of the left. (There is no difference, of course, between right and left when it comes to silencing the bearers of uncomfortable ideas.)
Among the opponents of any free exchange of ideas were ACT UP and various pro-choice (sic) cadres, among them: WHAM (Women’s Health Action Mobilization); and NYU Students for Pro-Choice.
At least 80 percent of the audience wanted to hear Casey and said so, as best they could, by applauding his attempts to get started. But they were no match for the speech muggers.
After several tries, Gov. Casey yielded. “The Democratic Convention suspended the First Amendment,” he tried to say, “and tonight you did the same thing.” Casey walked off the stage as the shouters congratulated each other.
Tonight across America, we may see churches and pro-life crisis pregnancy centers burning. Pro-abortion radicals have promised it. I know that federal law enforcement officials have warned judges, clerics, and others to be vigilant. I hope that faithful Christians, especially Catholics, will keep vigil tonight around their churches to prevent hateful activists from defacing or burning them. This has already been happening lately:
In Charlotte, North Carolina, the message was more explicit: “If abortions aren’t safe then you aren’t either,” read the words scrawled in red paint across another center, which also had its windows broken.
The same message was found on the walls of “pregnancy crisis centers” in Texas and Wisconsin in May, and another attack took place on a similar institution in Washington, also in May. The attacks on these centers – which try to dissuade women from seeking abortions – are believed to be linked to Jane’s Revenge, an extremist, militant pro-choice group.
No one has been injured during these attacks, but the methods have been extreme: vandals have thrown molotov cocktails, committed arson, damaged property and made threats. At a time of rapidly increasing abortion restrictions in the US – and an upcoming supreme court decision this summer that is expected to result in total abortion bans in as many as 26 states – can more violence be expected?
After the attack in Wisconsin, a letter signed by “Jane’s Revenge” was sent to a Bellingcat journalist laying out a kind of mission statement, and threatening further action. “This is not a mere ‘difference of opinion’ as some have framed it,” the letter said. “We are literally fighting for our lives. We will not sit still while we are killed and forced into servitude.”
The letter also demanded that “anti-choice establishments” – institutions that have a reputation for trying to lure women into unwanted pregnancies and spreading misinformation about the impacts of abortion – to disband within 30 days, or else face more violence.
“Wisconsin is the first flashpoint,” the letter said. “But we are all over the US, and we will issue no further warnings … We will not stop until … the inalienable right to manage our own health is returned to us.”
The spiritual war is about to make itself manifest in a violent way. Abortion is the keystone of the Sexual Revolution. It’s going to get very ugly. Pray, fast, keep vigil. And consider giving to your local Crisis Pregnancy Center, to help women who choose to have their babies.
UPDATE: Woke Capitalism, showing itself to be the enemy: