UCRANIA SANGRIENTA
Autor: Curtis Yarvin
Nota original: https://graymirror.substack.com/p/gory-to-ukraine
En inglés al pie.
Traducción: @Hyspasia
Solía pensar que empezar by proxy una guerra civil en Rusia era insano. Era insano. Pero hubiera tirado una jarra de agua fría sobre la idea de que cualquiera en Washington DC iniciara la idea de incitar un conflicto directo entre OTAN y Rusia - que es lo que parece ser la cosa con Lituania. Ciertamente, si el Departamento de Estado no quisiera que Lituania bloqueara Kaliningrado, Lituania no bloquearía Kaliningrado.
Esto es "pateemos al perro hasta que muerda" (tal vez el corazón de la doctrina de Relaciones Exteriores de los EEUU) llevado a un verdaderamente increíble nivel: el nivel de un conflicto militar directo entre la OTAN y Rusia. Vamos por un penique, vamos por una libra. Los EEUU de junio del 2022 están tan en guerra con Rusia como lo estaba con Alemania en junio de 1941.
La tentación para Putin es, como lo fue para Hitler (que lo llevó a su estrategia suicida de declarar la guerra en contra de los EEUU), reconocer la realidad de la guerra al responder con acción militar directa. Tras lo cual, la escalada nuclear es sólo cuestión de tiempo. ¿Han mostrado los rusos algún prurito en bombardear ciudades?
Sería irónico pero bien típico si la misma prestigiosa agencia, cuyas decisiones provocan siempre el mismo predecible y a menudo predecido resultado (empezando con la totalmente inútil decisión de expandir la OTAN hacia el este; casi tan inútil como recolectar todos los virus corona de los murciélagos y luego hacer ingeniería genética) de la guerra; en este caso podría traer sobre sus cabezas la dura mano de la guerra que doblegaría a los EEUU. Gracias a la prestigiosa agencia.
Pero este desenlace parece de pronto mucho menos probable de lo que lo fuera cuando yo era un niño en las épocas de la Guerra Fría. Esta estupidez de Lituania tiene que ser frenada ahora. Absolutamente. No parece absolutamente implausible que Putin pueda morder la carnada - y así entonces facilis descensus Averno.
Si bien mi conjetura es que va a ser lo suficientemente inteligente como para evitarlo, no me gusta Putin y no me gusta que la suerte del mundo dependa de su sabiduría. Esperaba algo mejor de mi Departamento de Estado [de EEUU], el cual existe para servir los intereses del pueblo norteamericano - no a Navalny, Zelensky o Pussy Riot - como tampoco al pueblo ruso o al ucraniano.
De todas formas, nosotros los norteamericanos debemos estar avergonzados de nosotros mismos por lo que hemos hecho a Ucrania. Es exactamente lo mismo que le hicimos a Polonia al principio de la Segunda Guerra Mundial - pusimos como cebo a nuestro propio perro en la pelea, siempre un truco sencillo, después veíamos cómo se convertía en comida de otro. ¡Buen perrito! Slava Ukrani!
Piensen en todas las personas alrededor del mundo que han ido al restaurant dejando que Ucrania pagara la cuenta - quienes han disfrutado oportunidades profesionales que no existirían sin esta guerra. Pasé la semana pasada en Setubal, Portugal - territorio del PCP [Partido Comunista de Portugal], me dijeron - había una bandera amarilla y celeste como un pasacalle en la casa de gobierno, con la leyenda "¡Paren la guerra! ¡Paren a Putin!". Realmente. La mejor manera de terminar una guerra es ganarla.
Y de esa encantadora e inocente forma, el kitsch oficial del nacionalismo ucraniano está por todo el mundo. ¡Imaginen ser capaz de notar la diferencia entre el buen nacionalismo (ucraniano) y el mal nacionalismo (húngaro)! Cualquiera que tenga esa capacidad de percepción puede pasarse horas contando la cantidad de ángeles que se encuentran en la cabeza de un alfiler.
Sobre el nacionalismo
El nacionalismo no es ni bueno ni malo. Es sólo un sabor de narrativa. Esta narrativa puede ser usada de forma sincera, o hipócrita. Las narrativas espurias no son necesariamente malas, pero uno debe aproximarse a ellas con cautela.
El gobierno de Hungría, un gobierno nacionalista, quiere que Hungría sea menos parecida a otros países del mundo. El gobierno de Ucrania, un gobierno nacionalista, quiere hacer a Ucrania más parecida a otros países del mundo. Sinn Fein, un partido nacionalista de Irlanda, cuyo nombre significa "Nosotros mismos" quiere gobernar Irlanda exactamente como (la parte "linda" de) Connecticut. Esto no hace a unos buenos y otros malos - sólo despierta curiosidad orwelliana sobre el uso de las palabras.
Esta curiosidad se resuelve cuando encontramos que el "buen" nacionalismo, por los últimos 250 años, siempre correspondió a la conexión social con la clase alta angloamericana, y por lo tanto con sus instituciones gubernamentales (como el Departamento de Estado); mientras que el "mal" nacionalismo corresponde a la desconexión de esa clase y esas instituciones.
La causa revolucionaria irlandesa se alineó con la izquierda aristocrática angloamericana desde que Gladstone era un niño. Para que esa tendencia prosperara, a este nivel de absurdo histórico, luego de dos siglos, es la clase de broma que a los historiadores les gusta hacer.
Nuevamente, "nacionalismo" es sólo propaganda para la tropa. Es tan significativo como el color de tu sable de luz ["La Guerra de las Galaxias"]. Luke igual sería el muchachito bueno si hubiera elegido el sable rojo de Vader, y Vader igual le cortaría el brazo a Luke con el sable azul de Luke. Es hora de abandonar estas formalidades vacías y focalizarse en las realidad del poder que las subyacen.
Pateen al perro hasta que les muerda. Luego dispárenle.
El mecanismo destructivo de la política exterior de los EEUU es aliarse con las clases altas de los países e incitarlos a la revolución - o, aún más, azuzarlos contra sus enemigos. En el pasado esto casi siempre funcionó, ya que casi siempre los amigos piolas de los EEUU ganaban. Mirando para atrás, apostar por los EEUU era una apuesta riesgosa pero clarividente.
Pero ahora la "Current Thing" está perdiendo la guerra. América nunca perdió una guerra en la que la élite verdaderamente creyera. Y los ucranianos lo sabían. Ahora van a tener que comer tierra - porque, para conservar sus trabajos, ninguno de esos norteamericanos necesita siquiera ganar. De hecho, si ganan, pierden sus empleos.
El resultado en el cual Rusia derrota a Ucrania, y luego la guerra termina, no coincide con ninguna de las descripciones de tareas de ninguno de los implicados. Los diplomáticos de EEUU, los medios de comunicación de EEUU, luego todos los iluminados mismos de EEUU, se sentirán como perdedores. No podemos tener eso. Bueno...tuvimos algo de eso con la Primavera Árabe. Pero la cosa ucraniana...
Carnada y anzuelo
La cosa ucraniana fue diez veces más "current" que la Primavera Árabe. Concedo, la Primavera Árabe mató mucha más gente, pero tuvo más tiempo para hacerlo. Acá estoy adivinando pero creo que la guerra mató sólo 50.000 personas más o menos. Pero no terminó, ¿no?
Imaginen una decisión entre A y B, cuando recibe una premonición de que si elige A, 50.000 personas morirán. ¿Que pasará si elijo B? No sabemos. Pero usted elige A. Usted es tipo: "B podría ser algo peor".
¿Qué podría ser peor? Puedo imaginar el peor escenario de B si no armamos a Ucrania: millones de eslavos en buzos deportivos, de cuclillas, gobernados por una banda completamente diferente de oligarcas con relojes caros. Nuestros oligarcas probablemente hablan mejor y están más educados, y generalmente son más inteligentes. Por supuesto, luego de que mueren 50.000 personas, los feos, aburridos, malhablados oligarcas igualmente ganan.
Pero a nosotros nos gustan nuestros oligarcas. Obviamente, cuanto mejor dicen "nacionalismo", mejor. Slava Ukraini! ¡Gloria a Ucrania! Y lo que Ucrania obtiene es una sangría. Como suele decirse "la Segunda Guerra Mundial, ¿fue buena para los judíos?".
¡Ciertamente no fue buena para los polacos! El Flautista de Hamelin no tiene nada que envidiarle a Foggy Bottom [n. de t.: un barrio paquete en Washington DC cercano a la Casa Blanca donde se ubica el Departamento de Estado]. La diplomacia de los EEUU se ha dedicado simplemente a acosar y corromper a las naciones.
Le he marcado esto a los norteamericanos, a los norteamericanos amantes de la dulce gloria y he oído: "Pero esto es lo que quieren. ¡No sólo la gloria sino la posibilidad de obtener la gloria!". Similarmente si usted alimenta a su perro con salchichas con un anzuelo escondido dentro, el querrá comerlo. Es injusto caracterizar a los humanos como animales; Ucrania es más como nuestro hermano pequeño.
De alguna manera, en un mundo que se norteamericaniza cada día, en donde "global" no es más que un eufemismo por "norteamericano", los norteamericanos bien intencionados no se dan cuenta de cómo la moda de los EEUU dicta las modas de nuestro pequeño hermano. Si le decimos al pequeño Stepan que vamos a saltar de un acantilado, ¡él va a saltar primero! Y saltó. Luego sus cosas no anduvieron muy bien con su paracaídas. Pero al menos logró la gloria.
El comiquísimo final
Veo venir el final de esto y no me gusta.
El final es que Washington, como no le gusta perder, dobla la apuesta buscando pelea directa con Rusia, por ejemplo, haciendo exactamente lo que hace con Lituania. Y Putin, estúpidamente, muerde el anzuelo. Compañeros, odio exagerar, pero este es un camino realista a la Tercera Guerra Mundial.
¿Por qué es gracioso? Lo es en el mismo sentido que lo es un elefante que huye de los gladiadores con lanzas, escapa a la arena y sale al galope por las tribunas. Por un cuarto de un milenio, la política exterior angloamericana ha sido conducida con el mismo espíritu del Coliseo o tal vez, de los aztecas. Ciertamente ha sido sangrienta. Y ahora...
¿No nos explicó Maistre que la Revolución Francesa era el castigo de Dios sobre las cabezas de los filósofos liberales anglófilos que hicieron posible la Revolución? Pero el Iluminismo en Francia era sólo un cuarto de centuria viejo, no un cuarto de un milenio. La paciencia de Dios es larga...y su sentido del humor es infinito. E infinitamente cruel. Guarde su bolsito presto, y asegúrese que tiene un lugar a donde ir.
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Gory to Ukraine
"He wanted to eat that frank."
I used to think that starting a proxy civil war in Russia was insane. It was insane. But I would have poured cold water on the idea that anyone in DC would invent the idea of inciting a direct conflict between NATO and Russia—which appears to be what this Lithuania thing is. Certainly, if the State Department did not want Lithuania to be blockading Kaliningrad, Lithuania would not be blockading Kaliningrad.
This is “kick the dog until it bites” (perhaps the core weapon of US foreign policy) at a truly incredible level: the level of direct military conflict between NATO and Russia. In for a penny, in for a pound. The US in June 2022 is every bit as much at war with Russia as, in June 1941, it was with Germany.
The temptation of Putin is, like the temptation of Hitler (which brought about his strategically suicidal declaration of war against the US), to recognize the reality of war by responding with direct military action. After which, nuclear escalation is already a matter of time—have the Russians shown much compunction in strikes against cities?
It would be ironic but typical if the same prestigious agency, the predictable and often predicted result of whose decisions (starting with the completely pointless decision, really as bad as the decision to collect all the bat coronaviruses then try to engineer them to be more dangerous, to expand NATO to the east) was this war, would in the end bring the hard hand of war down on America itself.
But this outcome suddenly feels much less unlikely than it has since I was a child in the Cold War. This Lithuania foolishness absolutely has to be stopped. It does not seem utterly implausible that Putin might take the bait—and then facilis descensus Averno.
While my guess is that he is wise enough to avoid it, I don’t like Putin and I don’t like the fate of the world resting on his wisdom. I expect better of my State Department, which exists to serve the interests of the American people—not of Navalny, Zelensky and Pussy Riot—not of Russians, and not of Ukrainians.
However, we as Americans must be ashamed of what we have done to the Ukraine. It is exactly what we did to Poland at the start of WWII—we baited our own dog into a fight, always an easy enough trick, then watched as it got ground into inevitable meat. Good doggie! Slava Ukraini!
Think about how many people across the world have had lunch on Ukraine’s tab—had enjoyed professional opportunities which would not exist without this war. When I stayed in Setubal, Portugal last week—PCP territory, they told me—there was a blue and yellow banner on the overpass over the little N10, “Stop War! Stop Putin!”—indeed. The best way to stop a war is to win it.
And in this endearingly innocent manner, official Ukrainian nationalist kitsch is all over the world. Imagine being able to tell the difference between good (Ukrainian) and bad (Hungarian) nationalism! Anyone who takes the party line literally is in for long hours counting the angels on the head of a pin.
On nationalism
Nationalism is not good or bad. It is just a flavor of narrative. This narrative can be used in a sincere way, or an insincere way. Insincere narratives are not necessarily bad, but they need to be approached with great caution.
The government of Hungary, a nationalist government, wants to make Hungary less like other countries in the world. The government of Ukraine, a nationalist government, wants to make Ukraine more like other countries in the world. Sinn Fein, a nationalist party in Ireland, whose name means “Ourselves Alone,” wants to govern Ireland exactly like (a “nice” part of) Connecticut. This does not make one of these things good and the other bad—it arouses Orwellian curiosity about the use of words.
This curiosity is resolved when we find that “good” nationalism, for the last 250 years, always corresponds to social connectivity with the Anglo-American upper class, and therefore its institutions of government (such as the State Department); whereas “bad” nationalism corresponds to disconnection from this class and its institutions.
The Irish revolutionary cause has been aligned with the aristocratic Anglo-American left since Gladstone was a little boy. For this tendency to come to fruition, at this level of historical absurdity, after two centuries, is just the kind of joke history likes to play.
Again, “nationalism” is just a propaganda trope. It is about as meaningful as the color of your lightsaber. Luke would still be a good guy if he picked up Vader’s red saber, and Vader would still be able to cut Luke’s arm off with Luke’s blue saber. It is best to abandon these empty formalities and focus on the realities of power beneath.
Kick the dog until it bites, then shoot it
The destructive mechanism of US foreign policy is to ally with the enlightened upper class, and incite them to revolution—or even to aggression against its enemies. In the past this almost always worked out, since America’s cool friends almost always won. Looking backwards, betting on America looked like a daring but prescient bet.
But now, the Current Thing is a losing war. America has never lost a war that her elite really believed in. And the Ukrainians knew it. Now they are getting ground into meat—because, to keep their jobs, none of these Americans even needs to win. In fact, if they won, a lot of their jobs would go away.
The outcome in which Russia defeats the Ukraine, and then the war ends, does not fit any script that anyone has. Then America’s diplomats—then America’s media—then all of enlightened America itself—would feel like losers. We can’t have that. Well… we got a bit of it with the Arab Spring. But this Ukraine thing…
Bait and hook
The Ukraine thing was ten times more Current than the Arab Spring. Granted, the Arab Spring killed a lot more people—but it had a lot more time to do it. I’m guessing that the Ukraine war has only killed 50,000 people or so. But it ain’t over yet, is it?
Imagine making a decision between A and B, when you receive a premonition that if you choose A, 50,000 people will die. What will happen if you choose B? You don’t know. But you choose A. You are like: B could be something worse.
What would have been worse? I can imagine the worst-case scenario of B, not arming the Ukraine: millions of tracksuited, squatting Slavs, ruled by a completely different gang of oligarchs with expensive watches. Our oligarchs are probably better spoken and better educated, and generally more intelligent. Of course, if after 50,000 people die, the nasty, boring, ill-spoken oligarchs win anyway…
But we like our oligarchs. Obviously, the better they speak “nationalism,” the better. Slava Ukraini! Glory to Ukraine! And what Ukraine gets is glory… without the L. As they used to say: “World War II… was it good for the Jews?”
It was certainly not good for the Poles! The Pied Piper of Hamelin had nothing on Foggy Bottom. US diplomacy in the last century is simply the grooming of nations.
I have pointed this out to Americans, very sweet glory-loving Americans, and heard: but this is what they want. Not even glory but the chance at glory! Similarly, if you feed your dog a hotdog with a treble-hooked Rapala lure inside, he wanted to eat that frank. It is unfair to characterize humans as animals; Ukraine is more like our little brother.
Somehow, in a world which gets more American every year, in which “global” is no more than a euphemism for “American,” well-meaning Americans are unaware of how completely American fashion dictates the fashions of all our little brother. If we tell little Stepan we are going to jump off a cliff, he will jump off first! And off he jumped. Then, things didn’t go so well with his parachute. But at least we got the story.
The hilarious ending
I can sense an ending coming on and I don’t like it.
The ending is that Washington, not liking to lose, doubles down by picking a direct fight with Russia—for example, by doing exactly what it is doing now with Lithuania. And Putin, foolishly, takes the bait. Folks, I hate to exaggerate, but this is actually kind of a realistic pathway to World War III.
Why is this hilarious? It is hilarious in the same sense that it is hilarious when the elephant, fleeing the spear-wielding gladiators, escapes the arena and goes rampaging through the stands. For a quarter-millennium, Anglo-American foreign policy has been conducted in the spirit of the Colosseum—possibly, even, the Aztecs. It has certainly been gory! And now…
Did not Maistre explain that the French Revolution was God’s punishment on the head of the liberal Anglophile philosophes who made the Revolution happen? But the Enlightenment in France was only a quarter-century old, not a quarter-millennium. God’s patience is long… and his sense of humor is infinite. And infinitely cruel. Keep your “go bag” packed—and make sure you have somewhere to go.