NUBE DE PEDOS

La corriente política anti casta dice que los partidos políticos mayoritarios no tienen plan. Error, lo tienen y funciona a la perfección.



Autor: Juan Martín Perkins  



A juzgar por la situación en la que estamos, la economía no es nuestro fuerte.

Vos podrás decir… “¿Y yo que tengo que ver? La mala administración es cosa de los políticos irresponsables”. 


Solo en parte es cierto.


Los políticos tienen organizada una estafa que los ciudadanos convalidamos una y otra vez con nuestra ignorancia, indiferencia, cobardía y complicidad.


Votamos a gente que miente, roba y estafa justificándose y poniendo culpas  en el Fondo Monetario, en la pandemia de la sopa de murciélago, en la guerra entre Rusia y la OTAN, en el rejuvenecimiento vaginal de Jesica Cirio, en la tilinguería del Gato… o en lo que sea, con tal de no hacernos cargo y tener a quien culpar.


Todos sabemos lo que pasa en nuestros hogares cuando la plata no alcanza. 


En la vida real, nos sentamos ante la familia, contamos los porotos, hacemos nuestro presupuesto y lo ejecutamos ajustando según la situación particular de cada familia.


En la realidad de la vida privada hacemos los ajustes necesarios, en cambio en el mundo de Narnia de los políticos argentinos, permitimos que todo sea virtual y la palabra ajuste sea desterrada del vocabulario.

Atenerse a un presupuesto, respetar contratos y honrar la palabra empeñada no está en la agenda progresista heterodoxa. Creemos que solo es propio de la ortodoxia de derecha liberal anti derechos, como les gusta adjetivar a los integrantes y beneficiarios de la casta.


“Todos chorros, del primero al último” dijo un presidente uruguayo hace pocos años en un rapto de sinceridad. Y no se equivocaba. La prueba está en nuestros países limítrofes.


Los vecinos Brasil, Uruguay, Paraguay, Bolivia o Chile, con diversos gobiernos, crecen y tienen su inflación en un promedio de 3,5% anual. Nosotros 140%. 


¿Ellos no tuvieron una pandemia y son inmunes al FMI y a la guerra?


Solo nosotros no podemos ajustar y vivir acorde a nuestra realidad.


La pregunta es ¿hasta cuándo podremos vivir en una nube de pedos?


Si llegara a cambiar el gobierno (¡ojalá!), ¿el cambio se limitará a poner a Carolina Stanley a duplicar la asistencia y a Lacunza a prometer más gradualismo? 


La corriente política anti casta dice que los partidos políticos mayoritarios no tienen plan.


Error, lo tienen y funciona a la perfección. Se llama “Vivir del que trabaja y produce riqueza”.


El plan económico es el mismo de hace 40 años. Consiste en robarle al que exporta e ingresa divisas para repartirlas a mitad de precio entre todos los beneficiarios del sistema y socios del capitalismo de amigos del gobierno. 


Todos chorros, desde el círculo rojo empresarial hasta la legión de Francisco, Grabois y sus organizaciones de asalto a la vía pública en sociedad con el gobierno.


Y al final, no es cierto que no haya ajuste en la Argentina, hay del más salvaje… Se llama inflación del 140% y pobreza del 50% que sólo puede ser tutelada hasta fin de mandato por un gobierno peronista.


La complicidad del pueblo argentino radica en su mansedumbre ante la estafa.


Es increíble que un ministro de economía con este curriculum, fabulador, mentiroso y traidor, con esta gestión y resultados al frente de su ministerio, todavía sea candidato a presidente con posibilidades reales de serlo para que sobreviva la banda. 


Patológico, patético e increíble.


No hacemos más que confirmar los dichos del ex presidente Batlle. 


Por acción u omisión… “Todos chorros del primero al último”.


Juan Martín Perkins 

Agradecemos la difusión del presente artículo:  

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