SE ENOJÓ MAMÁ

 


¿Cómo puedo hacer para que se oiga mi voz?

“Basta! No me van a robar mi última esperanza”.

- “No se puede abandonar el país en manos siempre de lo peor de su gente, ¿acaso no saben que ni Bariloche ni la Patagonia serían Argentina sino fuera por Julio Roca?”


- “Están cancelando nuestra historia bajando de los monumentos a los que hicieron, a caballo, nuestro gran país… ¿y no vamos a hacer nada?” estalló indignada mi madre.


- “Nunca en mi vida vi tanto despropósito e injusticia…  y lo peor, es que la perversidad de la agenda es deliberada y adrede”.


Me senté a su lado en silencio y tomé nota del clamor de sus reflexiones.


- “Tenía 17 años cuando llegué al campo. Sin agua, sin luz, sin otra calefacción que el fuego de la estufa hogar, sin árboles, sin sombra ni reparo para los vientos, sin teléfono, sin internet, sin TV ni nada del confort que hay hoy día … Vine con tu padre a ser feliz y trabajar llena de esperanza en mi país, donde construímos todo y además, criamos 8 hijos”. 


-“A los 30 años ya tenía 7 hijos”. 


-“Enfrentamos sequías e inundaciones devastadoras, siempre salimos adelante sin llorar y teniendo claro que el clima es un gaje del oficio”.


-“¿Te imaginas lo que costó lograr cada árbol de los que disfrutamos hoy?”


-“Y ahora me tengo que aguantar a la idiotez y prepotencia ambientalista que me hace cargo del calentamiento global por hacer agricultura, por los gases de las vacas o por cortarle una rama a un árbol que planté con mis propias manos”.


-“¿Cómo puedo hacer para que se oiga mi voz? Quiero que los dirigentes sepan que no me representan y hacen que no pueda sentir respeto por la institución. Quiero que sepan que me siento humillada cuando los veo abrazados y muertos de risa con los que nos saquean y demonizan”.


-“¿Qué es lo que les hace tanta gracia de faltarnos el respeto?”. 


-“Por más que el sábado Nico Pino haga un discurso encendido con palabras altisonantes, serán huecas y merecerán la silbatina de los productores”.


-“Lo que yo veo desde el campo, es como pituquitos de Recoleta y caudillitos provinciales que hablan con tonadita, se disputan a los gritos <la guita de las retenciones>, patético”.


-“Los políticos no disimulan su apetito saqueador, pero nuestros dirigentes gremiales solo reclaman reglas claras y previsibilidad. Solo hasta ahí les da el coraje, para reclamar justo lo que sobra, certeza de que nos van a saquear ¿por culpa y vergüenza?”.


-“Me gustaría tener voz para avisarles que me fastidia que me soben el lomo con que somos el motor de la economía y que le damos de comer a 400 millones de personas, mientras me cobran en la municipalidad casi 70.000$ por una guía de traslado, la tasa de red vial es la más cara de la galaxia aunque la máquina pasa cada muerte de obispo, junto con el inmobiliario y todo el saqueo en impuestos que hay que pagar, además de las retenciones y el desdoblamiento cambiario”.


-“¿Qué es lo que les causa tanta gracia y los pone mimosos? ¿No les da vergüenza comparar su estatura política con la talla del gral. Julio Roca que quieren cancelar?”


-“Parece que prefieren asociarse a los burócratas ladrones antes que defender el orden, la paz, el trabajo, la libertad y la competencia”.


-“Nosotros viajamos y transportamos la producción a los saltos por caminos de tierra y rutas de 7 metros de ancho… Claro que no les importa, porque andan en avión y helicóptero”.


-“Vine con 17 años llena de fuerza y optimismo. Llegué en 6 horas en un tren con camarote, coche comedor y guarda de saco y corbata. Hoy, cuando llega, tarda 9 horas… o más”.


-“Mi país era aún el de Julio Roca y debe volver a serlo. Argentinos, a las cosas”.


-“Hay que hacerse cargo y echar a los oportunistas. mediocres, ladrones, figuretis e ineptos”.


Quedate tranquila mamá, tu voz y tus reflexiones les van a llegar



Juan Martín Perkins


Agradecemos la difusión del presente artículo:  

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