MUZZARELLA
Autor: Juan Martín Perkins
En Pizza Cero de Tagle y Libertador, una de muzza, provolone y rúcula sale 12 lucas y si pedís que te la manden a casa 14.
La misma pizza en el barrio donde viven mi hijas cuesta 7.000 pesos, pero el problema en la conciencia de los argentinos es que la carne afecta “la mesa de los argentinos”.
A los productores ganaderos nos pagan 900 pesos el kilo.
En la carnicería cuesta unos 3.000, más o menos según dónde, pero el problema siempre es la carne, aunque con un kilo de milanesas se come mucho más barato, rico y mejor que con una grande de rúcula. ¿No?
El problema es que con las milangas hay que cocinar y eso no entra en el relato nac&pop.
Es más cómodo pedir delivery.
No tiene mucho que ver, pero ya que estamos en tema, aprovecho para recordar que para un gran proveedor de mozzarella de muchas pizzerías de Buenos Aires y conurbano, como lo es “Lácteos Vidal”, todavía no hay solución y su dueña sigue luchando contra el abuso y la extorsión de Atilra.
El gremio, con todo el apoyo del gobierno kircho, sigue presionando para hacer colapsar la fábrica de Moctezuma.
Mientras, la justicia bien gracias, esperando a ver quien gana las elecciones.
La política es siempre la misma, demonizar, difamar, bloquear, amenazar… ¿el objetivo?, como con la carne y la agricultura, romper el negocio, hacerlo inviable para apropiarse de todo y robar sin límites.
Las discusiones y debates ridículos se dan en un marco vertiginoso donde todo sube menos nosotros, los ciudadanos que mansamente nos internamos en el inframundo para poder trabajar y producir.
Todos los precios suben menos el nuestro. Nosotros bajamos.
Nuestro precio ciudadano baja y cada vez valemos menos. Es más, nos compran y nos adormecen para que aceptemos la humillación. Cualquiera, hasta la de comer insectos.
Si no somos capaces de defender la Patria, tu casa, tu mujer, familia, propiedad… entonces no te mereces ni tu casa, ni la Patria, ni la familia, ni ser libre.
Porque la libertad es para los valientes que la defienden y se hacen respetar demostrando que la merecen. No es para cobardes.
¿Y qué es la LIBERTAD?
La libertad es tu Fe, tu Dios, tu mujer, tus hijos, tus nietos, tu casa, tu terreno, tu quinta o tu campo, tu negocio, tu propiedad, tu auto, tu moto, tu bici, tus herramientas, tu profesión, TU PATRIA…
Todo eso y más es tu libertad… y tal vez no la estás defendiendo adecuadamente. Si es así, no la estás mereciendo.
Cuando se publique esta nota, estaré en el casamiento de Juana.
Juanita, la que vive en San Antonio de Areco, donde es maestra de grado.
Para ella, la salida no fue Ezeiza.
Sí lo fue el amor, la familia, el campo, la tradición, andar a caballo, los perros, la peña, bailar folclore, levantarse al alba, tomar mate, sus amigas, sus alumnos, ir a trabajar en bicicleta, estar siempre alegre, humilde y servicial, leer, leer y leer…
Ella sí que merece la libertad. Juana tiene muy claro cuál es el precio que hay que pagar por ella… y lo paga cada día. Es su manera de amar.
Soy su papá y estoy muy orgulloso.
Juan Martín Perkins