NAPOLEÓN


A nosotros, como a los franceses, también nos escriben el guión y nos hacen la película.



Autor: Juan Martín Perkins  


“Napoleón” de Ridley Scott llegó a las carteleras de los cines de Argentina.


Los críticos la destrozan, así que a mí me va a gustar.


El genial Ridley, antes que guionista y director de cine fue publicista, o sea, sabe contar historias y también crearlas.


Los críticos franceses están furiosos porque Scott no tuvo mucho rigor histórico a la hora de componer su versión del héroe militar galo y lo acusan de tendencioso, por no disimular su “parcialidad” británica.


¿Y yo que soy? se defendió el cineasta inglés.


-Ya estoy grande y me ha llegado la hora de expresar mi arte sin hipocresías.


-Soy inglés, ¿qué mirada de Napoleón quieren que tenga?


-Ustedes tuvieron más de 200 años para hacer la película de su emperador y no la hicieron porque como buenos franceses, no se quieren a sí mismos.


Es cierto que la historia que prevalece siempre es la que escriben los que ganan y los ingleses tienen un talento especial, por el cual, son un gran imperio cultural.


Los cuentos de nuestra abuela, seguro son la adaptación de una historia infantil inglesa. Las películas que más recordamos, los libros entrañables, la música que tarareamos desde los 15 años, las obras de teatro clásicas más populares… casi todo tiene origen inglés. Te guste o no reconocerlo, es la verdad.


Y claro que, como Ridley Scott, plasman su propia visión de la historia.


Tom Cruise, en su “Top Gun”, también aplica toda la potencia cultural y pinta una épica de la armada norteamericana que provoca enlistamientos masivos de jóvenes con el ideal y orgullo de ser Marines de los EEUU. Admirable, el arte al servicio de la patria.


Argentina se parece a Francia, usa el talento al revés y después, cuando un relato le reemplaza la historia, se queja con resentimiento.


Nuestros pilotos no tienen su versión de Top Gun, ni siquiera pueden dar charlas contando sus experiencias en el cumplimiento del deber defendiendo la Patria en Las Malvinas.


Lindo ejemplo es Napoleón, su significado histórico, el relato inglés de Scott y la relación e influencia que tiene sobre nosotros.


Al margen de cómo se cuenta la historia, cuando Napoleón invade España se inicia el proceso de nuestra independencia. Obvio que esa, Ridley seguro que no te la va a contar porque a los ingleses los corrimos en cola 2 veces y no la pudieron aprovechar.


Lo que sí es cierto, como dice Scott, es que nosotros como los franceses, salvo en el fútbol, no nos queremos y por eso nos reemplazan la historia por relatos que nunca son fieles a la verdad y a nuestros intereses.


Así es como nuestros Halcones de Malvinas están en el baúl del olvido como muchos veteranos que le pusieron el pecho a las balas de la armada mas poderosa del mundo entero…


Así es cómo tenemos héroes veteranos bajo el escarnio, la calumnia y el descrédito luego de haber evitado que hoy seamos Cuba… y muchos Napoleones muriendo en cautiverio sin condena o con edad de domiciliaria.


A nosotros, como a los franceses, también nos escriben el guión y nos hacen la película.


¿Saben por qué? Scott diría que porque no nos queremos a nosotros mismos y nos puede la culpa y la vergüenza.


Espero que la renovada libertad nos ayude a redimir nuestro pecado original y asumir nuestra historia con justicia y verdad completa.


¡¡Viva la libertad!!


Juan Martín Perkins.


Agradecemos la difusión del presente artículo:  

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