El mercado humano del ISIS
Niñas yazidíes a 60 dólares
Autor: Arturo García
El Estado Islámico ha encontrado en este tipo de mercado una buena fuente de financiación diaria. Los más pequeños alcanzan hasta los 500 dólares en las pujas.
Cientos de relatos han narrado el horror humano que han sufrido aquellas personas que viven bajo el yugo del Estado Islámico. Desde que el líder de la organización terrorista proclamara el califato islámico, Occidente ha contemplado impasible decenas de ejecuciones, violentos castigos y la aplicación de la sharia con todas sus horribles consecuencias.
Con la pérdida de territorios del califato han salido a luz los mercados humanos organizados por el Estado Islámico, donde los esclavos y los niños cotizaban al alza. La variedad de precios iba desde los 40 dólares por un esclavo “enfermo” hasta los 60 por las niñas más mayores.
‘Necesitamos protección’
Los yazidíes, una minoría religiosa asentada en el norte de Irak que fue víctima de genocidio a manos del ISIS, necesitan “protección internacional” para sobrevivir, ha advertido este miércoles la destacada activista de este grupo Lamiya Aji Bashar.
“Pido al mundo un Tribunal Penal Internacional (TPI) y protección para mi pueblo, ayuda a los refugiados y a los que han huido de la esclavitud del EI, que necesitan tratamiento psicológico, la única manera de superar esto”, dijo Bachar en Madrid, a donde ha viajado para dar a conocer el sufrimiento de su pueblo.
Al menos 3.200 hombres fueron asesinados y unas 6.800 mujeres fueron secuestradas por el EI, que el tres de agosto de 2014 arrasó la comarca de Sinyar, de la que huyeron otras 200.000 personas, miles de las cuales -en su mayoría niños- murieron de hambre y sed cercados por los yihadistas en un monte cercano.
La activista, de 19 años y que vive como refugiada en Alemania, permaneció secuestrada por el EI 20 meses, tiempo durante el cual fue vendida en cinco ocasiones como esclava sexual.
‘El EI no se va a acabar con una guerra’
Durante su cautiverio intentó suicidarse, pero finalmente logró sobrevivir a esa terrible experiencia porque quería “contar al mundo los crímenes más atroces de la Humanidad” y que se juzgara a los culpables para que no volvieran a repetirse.
“El EI no se va a acabar con una guerra, es más, sigue creciendo y extendiéndose más y más por todo el mundo. Es un ideal de fanatismo que no puede ser derrotado con bombas”, dijo, mostrando así su poca confianza en que una victoria militar en Siria e Irak acabe con los yihadistas.
“La manera de luchar contra ellos es que todos los países se pongan de acuerdo y se cree un tribunal que juzgue a los criminales que han cometido un genocidio contra el pueblo yazidí”, ha señalado.
‘Los que volvieron tras el genocidio acabaron en fosas comunes’
De etnia kurda, la minoría religiosa yazidí, heredera del zoroastrismo persa y adoradora del fuego y cuyas raíces se remontan a 2.000 años antes de Cristo, lleva siglos sufriendo la opresión de otras religiones.
La posibilidad de que los más de 400.000 yazidíes que viven en campamentos en el Kurdistán iraquí, Turquía y Grecia vuelvan a Sinyar una vez derrotado el EI, Bashar la considera “muy complicada” mientras “el mundo no proteja a mi pueblo”.
“La gente tiene miedo. Los que se atrevieron a volver tras el genocidio acabaron en fosas comunes“, dijo la activista al explicar que la persecución al pueblo yazidí se debe a que son considerados “infieles adoradores del diablo”.
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