LA INMINENTE CAÍDA DE LA UNIÓN EUROPEA

Al igual que con la Unión Soviética, el colapso de la UE es una cuestión de 'cuándo', no 'si' ...


Traducción: Pachira (@cuabiapellarolo y @BGSNAFU)



Si quiere comprender casi todo lo que está mal en el mundo en este momento, un buen lugar para comenzar es el estacionamiento subterráneo debajo del edificio del Parlamento Europeo en Bruselas.
Allí encontrará rango en las limusinas negras brillantes - Mercedes y Volvos, en su mayoría híbridos porque el "cambio climático" - esperando con sus empleados educados, elegantemente vestidos y sin duda bien remunerados para transportar a los 751 miembros del Parlamento Europeo [MEPs] Dondequiera que lo deseen en cualquier momento, sin cargo.
"¡Buen trabajo si puedes conseguirlo!", Pensarás para ti mismo. Sume el salario básico y la asignación diaria que recibe por solo presentarse, y su salario se aproxima a £ 140,000. Además de eso, tiene sus costosos gastos y el presupuesto aún más generoso que obtiene para el personal de su oficina. Ah, y la enorme pensión, cerrada por encima de eso.
Se puede ver totalmente por qué las personas pueden ser nativas en este entorno. Incluso si te presentas como un ferviente euroescéptico, conocedor de los desperdicios, la corrupción y la inutilidad entrometida que son la esencia misma de la UE, creo que sería muy tentador después de unos meses de todo esto gratis para persuadirte de que en realidad, lo que hacen los eurodiputados es realmente importante y que los contribuyentes de Europa están mucho mejor pagando miles de millones de euros por el privilegio de ser miembros de esta institución vital.


Verificación de la realidad: no, no lo son.
Lo que John Bolton dijo una vez sobre el edificio de la Secretaría de las Naciones Unidas: "si perdiera 10 pisos, no haría ninguna diferencia", se aplica a la Unión Europea. Aunque, francamente, ¿por qué detenerse en 10 pisos?

La UE es la encarnación de acero y vidrio de una mentalidad decadente, una ideología desacreditada, un imperio en ruinas más en sintonía con la era soviética que con la presente.

Esta idea de que la gente no sabe lo que es bueno para ellos, que hasta el último detalle de su vida privada, sus prácticas comerciales, sus gastos, su tiempo libre, incluso lo que dicen y piensan, debe ser microgestionado por burócratas y tecnócratas "expertos". : ha sido probado para su destrucción. La UE, al igual que la Unión Soviética, al igual que Venezuela, al igual que Cuba, al igual que muchos experimentos políticos idealistas que salieron mal, está del lado perdedor de la historia.

Entonces, ¿por qué el  Establisment británico está tan decidido a permanecer encadenado a este cuerpo podrido?

Bueno, he mencionado antes la mentalidad del Antiguo Régimen de la clase política británica, también conocida como la "burbuja de Westminster", y su determinación de aferrarse a toda costa de su poder.

Pero otra forma de verlo es la división que se describe recientemente en una pieza brillante en el  Telegraph  de Allister Heath.
El mundo, argumenta, ahora está dividido en dos campos opuestos: los Nuevos Conservadores y los Nuevos Radicales.
Si estás leyendo esto, casi seguro eres, como yo, un Nuevo Radical.
Aquí está Heath, capturando nuestras preocupaciones con bastante precisión 
Apenas pasa un día sin que la agenda de noticias active a los Nuevos Radicales y convencerlos de que estamos decayendo a un ritmo cada vez más rápido. Su crítica esencial es que el establecimiento de Gran Bretaña (en política, en cultura, en el sector público, en algunas grandes empresas) es decadente: continúa festejando mientras Roma arde; que es patológicamente auto-absorbido; que se comporta como si el mundo le debiera un favor, como si mereciera todos sus privilegios, como si el orden actual continuara para siempre, aunque está claro que se está deshaciendo rápidamente.
(Hmm. Parece que Allister también ha experimentado la UE de primera mano).
Nuestros oponentes son los Nuevos Conservadores, personas que son:
"... casados ​​con el status quo, quienes realmente no creen que hay mucho de malo en nuestra sociedad que algunos ajustes no pueden abordar. Hasta el referéndum sobre el Brexit , estas personas generalmente pensaban que estábamos avanzando en la dirección correcta; hoy, se encuentran en estado de shock, sorprendidos de que el progreso, tal como lo definen, no sea inevitable, y que muchos quieran alterar la aplicación ".
Estos nuevos conservadores (que creo que  acá es donde el nombre cae ligeramente) aún se adhieren a la narrativa de Whig de la historia como un proceso de mejora continua conocido como "progreso".

Esta es en gran medida la visión de la UE: que si solo podemos seguir afinando el mundo con regulaciones cada vez más detalladas, eventualmente podremos lograr el nirvana.
El problema es que, como estamos viendo, muchas personas, si no la mayoría, piensan que la versión de nirvana de la UE, el tipo de PC paraíso que alguna vez satirizó South Park en su episodio del "Campo de la Muerte de la Tolerancia", fue "Gente de todos los colores y credos". ¡Manos debajo de un arco iris! ”- apesta.
De ahí la marcha de los nuevos radicales en todo el mundo: Trump; Bolsonaro; Orban; Salvini; etc. - además, por supuesto, el voto Brexit en el referéndum de la UE.
Como Robyn una vez lo puso tan elocuentemente en esta canción , no nos gusta que nos digan qué hacer. Especialmente cuando no tenemos respeto por los burócratas mimados que imponen las reglas.
Pero de todos modos, volviendo a mi introducción y todas esas limusinas negras debajo del edificio del Parlamento de la UE. Apuesto a que si hubieras ido a Moscú, incluso en la década de 1980, habrías encontrado en el aparcamiento subterráneo del Kremlin una espectacular flota de Zils negros que esperaban para transportar a los principales aparatos del Partido a donde quisieran.
Y espero que si hubieras visto a todos esos Zils, habrías sido engañado por esa demostración de opulencia y poder y por la uniformidad organizada para imaginar que la Unión Soviética estaba allí para quedarse por mucho, mucho tiempo en el futuro.
Tal vez todos los eurodiputados y comisarios y asistentes y adjuntos y conductores y guardias de seguridad y presidentes que vislumbré en Bruselas la semana pasada alimenten ilusiones similares.
Sin embargo, si lo hacen, diría que viven en un paraíso de tontos.

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